Tú sentir me pesa,
tú recuerdo me grasna la cabeza,
el dolor aumenta,
el corazón golpea con fuerza ante tal eminencia,
que no puedo sacarme del pecho,
y mi garganta se cierra.
Cómo extraño tus besos,
la ausencia de cariño que antes me brindabas,
el interés que tan notable a mis ojos demostrabas,
tu risa delirante que no paraba hasta finalizar,
tus dulces palabras, con las caricias suaves que anhelaba.
Ahora, el frio y la distancia siento,
y el calor que desprendias en mi se está yendo,
todo se torna helado y con pequeños rayos de sol dentro.
Pero no quiero eso, no tan repentino, quiero que dure, y lo injustificable se dialogue con madures,
y los besos de cariño nunca falten..., Pero que no solo cariño sea.