Capítulo 4
–Scarlett–
Me levante de la cama con los ojos llorosos y me dirigí al baño por mi ropa, me sentía sucia, creí que él estaba muerto, creí que todo acabaría, creí que jamás volvería a sufrir por su maldita culpa, pero no fue así, él esta aquí, y sólo quiere hacerme daño.
Me volví a bañar rápidamente, ya que en el reloj marcaban las 7:15 p.m. y no quería que volviera a pasar nada como lo de apenas unos minutos. Me vestí con la ropa que él me dio, consistía en un lindo vestido rojo, y ropa interior que extrañamente me quedaba a la perfección, pero no me dio zapatos, así que no tengo idea de qué quiere que haga.
Al volver a ver la hora en el reloj, note que ya eran las 7:50 p.m. y que Mason no tardaría en llegar.
—¿Ya estás lista?— preguntó Mason entrando a mi habitación sin tocar o pedir permiso. Sin rechistar nada, opte por sólo asentir con la cabeza.
—No me diste zapatos— susurré —. El suelo está frío.
—Vamos por ellos— volqueo los ojos —. Apresurate, que ya es tarde.
Me tomó del brazo y me condujo por un pasillo hasta llegar a una puerta negra.
—Ponte esto— me dio una venda y yo la mire algo dudosa —. ¡Qué te la pongas!
Me asuste por su cambio tan repentino de actitud, la tome y me la puse.
—¿Para qué es la venda?— inquieto con un tono de voz asustado. Demasiado, diría yo.
Me ignoró completamente y pude escuchar como Mason abría la puerta y me ordenaba que entrará; al ya estar dentro, me quitó la venda.
Al abrir los ojos pude ver como varios hombres se encontraban en la habitación, mire asustada a Mason, a lo que él sólo sonrió.
—Sólo calla y no te sucederá nada— murmuró en mi oído. Sus palabras sonaban llenas de burla, por lo que lo único que podía hacer era morir de horror por dentro.
El cuarto era bastante grande, por lo que los tipos se encontraban en una rueda dejándonos a Mason y a mí en medio, eran alrededor de 15 tipos.
Mason empezó a bajar lentamente mi vestido y yo lo mire sin entender nada, me hizo ademán de que no hablara y no me quedó de otra que obedecer, no quería más problemas.
Al terminar de bajar mi vestido, quede en ropa interior, a lo que los hombres sólo silbaron.
—¡Quitate lo demás, cariño!— gritó uno.
—Ya has escuchado, Sky— dijo Mason en mi oído —. Hazlo.
—No...— musité con un par de lágrimas ya acumuladas en mis ojos. Él apretó mi brazo fuertemente haciéndome soltar un gemido de dolor.
—Hazlo si no quieres que alguien lo haga por ti— volví a negarme, así que él ya irritado habló hacia todos — ¿Alguien quiere desnudar a esta bella chica?
Todos contestaron gritando con un “yo”, a lo que sólo solloce espantada por lo que iría a pasar.
—Logan— eligió Mason. El susodicho sonrió victorioso —. Ven, hazle el favor a la señorita Dixon de quitarle las prendas que le quedan.
—Con mucho gusto, jefe— remarcó la última palabra, a lo que yo simplemente fruncí el ceño más confundida que antes. Se acercó a mí y empezó a desabrochar mi sostén, dejando al descubierto mis pechos, quise taparlos, pero Mason me miró fulminante, así que no logre hacer nada. Todos los hombres silbaron. Llegó a mis bragas y empezó a bajarlas cuidadosamente hasta deshacerme por completo de ellas —. Eres preciosa — susurró en mi oído antes de irse.
Y así me quede, desnuda ante esos hombres asquerosos, quería llorar, pero sabía que me ocurriría algo peor si lo hacía, así que sólo me trague las lágrimas.
—Tienes que bailar— pronunció Mason. Yo negué reprimiendo un sollozo — Dije tienes no quieres. Así que, ¿qué esperas?
Me puso justo en medio de la rueda, y no tuve de otra que bailar, él sabía que odiaba hacerlo, pero debo admitir que lo hacía bien. Baile al ritmo de la música que ponían, con lágrimas en los ojos, a lo largo esa larga y torturosa noche sólo pude escuchar comentarios como “Como quisiera follarmela”, “oh, desearía tenerla en mi cama”, o “quisiera darle duro”. No aguantaba más sólo quería que esta mierda acabará.
Al fin, todos se fueron dejándome sola con Mason en la habitación.
—Vamos a tu cuarto— hablo tocando mi pierna. Yo asentí, me vestí rápidamente y finalmente salimos de ese horrible lugar.
Llegamos a mi habitación, Mason me dejó encerrada. Me importaba muy poco, lo único que quería hacer era llorar.
***
¡Aquí tienes el nuevo capítulo!
Disculpen por haber tardado tanto en actualizar, pero me había había quedado sin ánimos ni imaginación de escribir, y no pude hacer nada. Pero aquí tienen:)
Mañana volveré a seguir con la historia como debe ser. Ya tengo un maratón preparado en recompensa por mi ausencia...
¡Gracias por leer!
Editado: 13.12.2019