C A P Í T U L O 12

Nuevamente crucé la entrada del bar, el guarda me miró mientras hacía mi camino dentro buscando con la mirada a Raquel, las luces habían cambiado de tono, ahora estaban un poco más oscuras, eso me daba a saber que ya casi era media noche.

El chico, Max, se quedó afuera esperando a que salga en compañía de mi amiga.

Avancé dentro de un pequeño pasillo con luz roja, varios cuadros abstractos de diferentes proporciones estaban repartidos en ambas paredes, no había un espacio libre entre ellos. Habían varios chicos un poco nerviosos haciendo un intercambio en la esquina final del pasillo, menos faltaba decir de qué era.

Subí unas escaleras que se encontraban al final del estrecho pasadizo, las subí rápidamente, si me hacía un poco de espacio entre la gente podría visualizar bastante bien desde arriba a las personas y con suerte encontrar a Raquel. 

El pequeño espacio estaba lleno de personas, empujé con el hombro a una chica rubia, está se quejó, pero no tenía tiempo para ponerle atención, aparte que por su apariencia se notaba que estaba más borracha que la mayoría de las personas en ese lugar. 

Empecé a buscar a Raquel, no bastó mucho tiempo cuando la encontré, estaba hablando con alguien por teléfono. Bajé de vuelta las escaleras y cambié de rumbo hacia la sala central. Llegué hasta ella y le toqué el hombro. Estaba hablando de algo con Mario, el chico con el que se había quedado.

-¡Por Dios Meredith, donde te habías metido!, estaba muy preocupada llamando a tu celular y ni te dignabas en contestar -. Literalmente me gritó, su voz sonaba alterada, sé que un mensaje que decía quien iba a estar afuera no explicaba nada. 

-Lo siento yo......¿será que podemos irnos? Hay alguien esperándome afuera y necesito volver -. Ella se me quedó mirando unos segundos, luego sentí como envolvía sus brazos al rededor de mis hombros. 

-Estuviste mucho tiempo afuera, pensé que te había pasado algo -. Dijo soltandome del asfixiante abrazo. 

Se dio vuelta y se despidió del chico. 

Cuando salimos del bar, casi chocamos con Nicolas que estaba hablando con el guarda de seguridad de la entrada, este al vernos se acercó a nosotras. 

-¿Raquel que pasó? No logré escuchar casi nada cuando me llamaste, solo que viniera para acá, yo estaba con los chicos en la plaza así que pude llegar rápido. 

Raquel iba a empezar a hablar y a contarle que había desaparecido por al rededor de dos horas y lego se preocuparía tanto que quizá terminen llamando a mi padre, así que la interrumpí antes de que el problema se hiciera mayor. 

-No pasó nada, yo solo me salí un rato y me encontré con un amigo y me quedé hablando, mi celular se apagó por accidente así que por eso no podía contestar tu llamadas Raque. Lo siento, no quería preocuparlos-. En cierta parte no todo era mentira, obviando el hecho de que Max no es mi amigo y que mi celular nunca se apagó. 

La duda atravesó sus rostros, más en el de Nicolas, este me miraba con los ojos entrecerrados, analizandome. 

-¿Segura que estás bien? -. Me preguntó Nicolas. 

-Lo juro, no me pasó nada, de verdad-. Lo mejor es mentirles, así no correrán peligro. Son mis amigos, no podría dejar que algo les pase. 

Raquel se acercó a mí mirándome de una manera extraña. -Mere, ¿donde esta ese amigo que mencionaste?. 

Rápidamente recordé a Max, que debería estar esperándome aún en las bancas que había cerca de la acera. Me disculpé con los chicos y me acerqué a Max. 

Estaba sentado con su bolso entre los pies, lucía cansado y yo estaba allí haciéndole perder tiempo. 

-Lamento hacerte esperar tanto, tenía que arreglar el problema con mis amigos-. Tomé asiento a la par de él. 

-¿El chico que estaba contigo es tu novio? -. Preguntó de repente-¿Por qué será que los hombres siempre tienen que preguntar eso?- creo que no había una chica en este mundo que no le incomode esa pregunta. 

-¿Nicolas?, no. Él es mi amigo, lo conozco desde que estaba pequeña.

-Eso explica un poco la mirada de odio que me está dando, y tu amiga cree que te has ido a dar el lote conmigo, ¿no les explicaste nada cierto? -. Sentí vergüenza al saber que mis amigos podían hacerme pasar un momento tan incómodo sin querer.

-No les he dicho nada, solo Nicolas sabe de las notas y tampoco quiero que se involucre en esto. Puedo hacerlo sola-. No quería sonar como esas chicas que pueden con todo, quizá salga mal de esto pero al menos quiero dar lo mejor de mi, y si tengo que enfrentarme al asesino yo sola lo haré. 

-Quizá nos encontremos buscándole en el mismo lugar, como te lo dije, también tengo algo por lo qué vengarme, y vale tanto como lo vale para las familias de esas personas que él ha asesinado-. Se puso de pie y recogió sus cosas

-¿Tienes un lugar a donde ir?-. Él había sido bueno conmigo y sino fuera por que nos chocamos quizá no estuviera acá en este momento.