(Maratón 5/5)
Después de esa pequeña pelea conmigo mismo decid, a que durmiera conmigo.
Ya que no sabre cuando ella me de esa oportunidad porque mañana sé que estará aún más enfadada conmigo después de todo lo que le diré.
Pero, como sea, de eso me preocubpo después, ahorita lo que tengo planeando es aprovechar esta noche.
Procedo acostarla en la cama, después le quito él vestido, busco con que quitarle él maquillaje ya que sé que le gusta cuidar su piel, ahora me dispongo a ponerle un poloche mio para que duerma más cómoda por que tenerla en ropa interior no me ayuda mucho a controlarme.
Ya con mi pequeña lista, procedo yo a desvestirme para colocarme un pantalón de mezclilla, y acostarme cuando lo hago automáticamente mi peque se pega a mí con tanta familiaridad que por poco le monto una escena de celo; pero al verla sonreír cuando sintió mi olor me hizo quedar embobado viéndola y les puedo asegurar que en mi vida no avía visto a nadie como ella de preciosa.
Desde su color de piel, a su bello cabello, y ni hablar de los tres lunares que tiene en fila en su delicado hombro.
No sé exactamente cuando tiempo he pasado admirando su belleza, cuando siento, como el, cansancios me está venciendo, hasta que finamente me vence y caigo en un sueño tan profundo y relajate como hace tiempo no tenía
Siento mi cuerpo tan relajado y lo mejor de todo es sentir como mi pequeña se apega aún más ansia mi, es totalmente algo que quiero hacer todo los días y no se, como pero lo voy a lograr.
A la mañana siguiente me despierto por la luz del sol, que me da de lleno en él rostro, cuando logro a acostumbrarme a la claridad poso toda mi atención a mi tierna peque que aún sigue apegada a mí me quedo unos minutos contemplando lo bella que se ve durmiendo, con sus labios entreabierta con ese color rosa tan potente que parecen pintado, con su cabello esparcido en mi pecho y sus pies enredados con lo míos.
Hago los movimientos menos posibles para tomar él teléfono y pedir que me suban nuestro desayuno a la habitación, no tengo que decirle que no me encuentro soló eso ellos ya lo saben como saben también que mi pequeña vivirá conmigo.
Ooh mi pequeña ya sé está despertando, sinónimo de problemas.
- Entonces no fue un sueño....dice en un susurro.
- ¿Dónde está el baño?.
Wuaawooo, eso fue más fácil de lo que pensé.
- Esa puerta de haya.
Asiente y se retira la sabana.
- Erick quien diablos me cambio...dice con tanta calma que me asusta.
- Es que cuando llegamos, estabas tan dormida que no pude des...
- Te pregunte quien me quito él vestido...suelta con los dientes apretados.
- Pues tranquila, que fui yo.
En serio eso no lo veía venir, y ahora estoy completamente seguro de que mi pequeña esta loca; si no fuera por mi bueno reflejo ahora mismo estuviera con mi rostro golpeado, ya que se le ocurrió lanzarme la lamparita que estaba de su lado.
- ¡Joder muñeca, estás loca!...le digo yo esta vez apretando mis dientes.
- Loca yo, tu eres él loco, gilipollas de mierda, hijo de tu grandísima mierda.
- Ya tranquila ni que fuera algo de otro mundo.
- Me quiero ir...habla después de un tiempo en silencio.
- Ooo pequeña eso no se va, a poder.
- ¿Por que?.
- Porque de ahora en adelante vivirás conmigo.
- Ni de coña.