Obsesionado con Ruzzo

19-Entonces no fue un sueño

(Maratón 5/5)

Después  de esa pequeña   pelea conmigo mismo decid, a que durmiera conmigo.
Ya que no sabre cuando ella me de esa oportunidad  porque   mañana sé que estará aún más   enfadada conmigo  después de todo lo que le diré.


Pero, como sea,   de eso me  preocubpo después,  ahorita lo que  tengo planeando es aprovechar   esta noche.


Procedo   acostarla en la cama,  después le quito él vestido,  busco con que quitarle él maquillaje   ya que sé que le gusta   cuidar su piel,   ahora me   dispongo a ponerle un poloche mio   para que duerma más cómoda por que tenerla en   ropa interior no me ayuda mucho a   controlarme.

 Ya con mi   pequeña lista, procedo yo a desvestirme para   colocarme un pantalón de mezclilla, y   acostarme cuando lo hago automáticamente mi   peque se pega a mí con tanta  familiaridad que por poco le monto una escena de celo; pero al verla   sonreír cuando sintió mi olor   me hizo quedar embobado viéndola y les puedo   asegurar que en mi vida no  avía visto a nadie   como ella de preciosa. 




Desde su  color de piel, a su bello cabello, y ni hablar de  los tres  lunares que tiene en fila en su delicado   hombro.


No sé exactamente   cuando tiempo he pasado   admirando su belleza, cuando  siento, como  el,   cansancios me está venciendo,  hasta  que finamente me vence y caigo en un sueño tan   profundo y relajate como hace  tiempo no tenía
Siento mi cuerpo  tan relajado y lo mejor de todo es sentir como mi pequeña se apega aún más ansia mi, es   totalmente algo que quiero hacer  todo los días y no se,   como pero lo voy a lograr.

 A la mañana siguiente   me despierto por la luz del sol, que  me da de lleno en él rostro, cuando logro a acostumbrarme a la claridad poso toda   mi atención a mi tierna peque que aún sigue apegada a mí  me quedo unos minutos   contemplando lo bella que se ve durmiendo, con sus labios entreabierta con ese color rosa tan   potente que parecen pintado, con su cabello esparcido en mi pecho y sus pies   enredados con lo míos.




Hago  los movimientos  menos posibles para tomar él   teléfono y pedir que me suban nuestro desayuno a la   habitación, no tengo que decirle que no   me encuentro soló eso ellos ya lo saben como saben también que mi pequeña   vivirá conmigo.


Ooh mi   pequeña ya sé está   despertando, sinónimo  de   problemas.


- Entonces no fue un sueño....dice en un susurro.
- ¿Dónde está el baño?.


Wuaawooo, eso fue más fácil de lo que pensé.
- Esa puerta de haya.
Asiente y se retira la sabana.


- Erick quien diablos me cambio...dice con tanta calma que me asusta.


- Es que cuando llegamos, estabas tan dormida que no pude des...
- Te pregunte quien me quito él vestido...suelta con los dientes apretados.
- Pues tranquila, que fui yo.
En serio   eso no lo veía venir, y ahora estoy completamente  seguro de que mi pequeña esta loca; si no fuera por mi   bueno reflejo ahora mismo   estuviera con mi rostro golpeado, ya que se le   ocurrió lanzarme la lamparita que   estaba de su lado.


- ¡Joder muñeca, estás loca!...le digo yo esta vez apretando mis dientes.


- Loca yo, tu eres él loco, gilipollas de mierda, hijo de tu grandísima mierda.


- Ya tranquila ni que fuera algo de otro mundo.


- Me quiero ir...habla después de un tiempo en silencio.


- Ooo pequeña eso no se va, a poder.
- ¿Por que?.
- Porque de ahora en adelante vivirás conmigo.
- Ni de coña.




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