- Y bien bonita, qué decisión tomaste.
- Aceptó, pero al igual que tú tengo mis condiciones.
- No creo que estés en condiciones de exigir.
- ¡Pues genial! hagamos lo como tú diga y estemos con él yo intento escapar y tú lo impide hasta que te aburras, o yo consiga escapar.
- Te dije que me encantas.
- Me vale, gilipolla.
- No seas así pequeña, pero dime cuáles son tus condiciones.
- Las primeras serán no me tocará a menos que sea necesario, y yo lo permita, me devolverás mi teléfono y podré salir como siempre lo hecho. Según pasen los días te haré saber mis nuevas condiciones.
- Bien no hay ningún problema excepto lo de tu teléfono cómo me asegura que no intentará escapar con ayuda de alguien a través de tu teléfono y lo de salir lo harás con guardaespalda.
- ¿ QUÉ ? ¿por qué?, no soy tan estúpida para poner en peligro a, alguno de mí conocidos,
y además si duró más, sin dar señales de vida
van a comenzar sospechar.
- No querida te refresco la memoria, acuérdate que tu padre esta informado de tu paradero, que mi suegro está feliz de que yo sea su yerno.
- ¡!Te odio!!.
- Aprenderás amarme.
- Nunca, escúchame bien, nunca te amaré.
- Tendrá qué cooperar cuando yo tenga alguna gala, cena de negocios o cualquier cosa, ahora lo que necesites se lo pides a sofía y sal que tengo que trabajar.
Pide de una manera tosca, casi aló gritó con la mandíbula apretado y mirada Arrasadora.
me en camino a la puerta pero su voz me hace detener
- Voy aceptar tu exigencias, pero tú tendrás qué hacer todo lo que yo pida.
Doy un asentimiento y terminó de salir.
Me en caminó a la cocina en busca dé sofía, ya, que con ella es con la única a la que le tengo aprecio, aunque aún no sé si ella sabe que estoy aquí contra mi voluntad.
la encuentro de espada muy entretenida picando unas verduras. Me acerco silenciosamente y aprovechó cuando está viendo una charola para abrazarla por la espalda.
- Niña, vas a matarme de un susto
- Porque, si solo te estoy abrazando.... Digo aguantando la risa.
- Eres una traviesa... Dice sofía sonriendo también.
-¿Qué preparas?... Digo mientras curioseo.
- Un pastel de chocolate.
- Mmm, suena delicioso, y huele delicioso, en qué te ayudo.
- Que tal si con lo que lo vamos a decorar.
Así fue como media hora después había un precioso pastel de chocolate cubierta con una crema de chocolate y decorada con fresa.
- Ahora hay que probarlo.
- Alto hay señorita, qué es para la cena.
- Pero nana!!.
- Nada de peros, mejor vete a cambiar para la cena.
- Okey.
Retrocedo los pasos que anteriormente di junto a sofía y me en camino de vuelta a la que supongo será mi habitación por lo que dure mi estadía en esta casa (mansión).
Cosa que me confunde ya que esta habitación, dictamina masculinida, adónde fuera que volteara a verla. Aunque estoy comenzando a creer qué es la habitación de erick, cosa que no me agrada, me en camino hacia una de las dos puerta en busca del close/vestidor, al momento de abrir la primera atinó, y me encuentro con un closer, de encuento que toda chica desearía tener, de un lado encuentro más de mil camisa, polocheses, en abreviatura todo lo que los hombres desearía tener, del otro lado lo mismo, pero para mujer, y lo más grandioso es que todo es de mi talla lo que me hace pensar que él quiere qué durmamos juntos.
Pero no, ni de broma, eso no va a pasar.