Obsesivo Enamorado

Capítulo 16

Margot estaba acostada en el sillón, con su pijama ya puesto y el televisor encendido para pasar el tiempo, aunque éste se hacía eterno. Habían pasado dos horas desde la partida de Cameron, dos horas en las cuales Margot estuvo preocupada cada minuto, y aún lo estaba.

Tenía su teléfono en la mano, desde hacía aproximado veinte minutos que estaba en una llamada con Connor.

La llamada de Connor había resultado completamente una sorpresa para Margot, ya que ella creía que se había enfadado porque si había asistido al viaje con Cameron. Pero no lo estaba, muy por el contrario preguntó si Nueva York era agradable o no, si la gente era agradable o no, entre otras preguntas.

—¿Y cuando volverás?

Me ausento por algunas horas y ya me extrañas.

Hubo un breve silencio por parte de ambos. Margot estaba segura si había dicho algo malo, y cuando estaba apunto de volver a decir algo Connor se adelantó.

Claro que te extraño, si estuvieras aquí te estaría besando, pero no lo estás.

Margot se quedó perpleja por las palabras de Connor.

Margot se levantó del sillón y se detuvo frente a un cuadro, en silencio y aún con el teléfono en su mano.

Connor eso no puede volver a repetirse, no es correcto y es completamente injusto para Cameron. Si, me gustó el beso pero no puede repetirse.

Margot se quedó en silencio esperando la respuesta de Connor, pero él no dijo ni una sola palabra, muy por el contrario finalizó la llamada.

Margot se dió media vuelta con intención de dirigirse a la puerta para preguntarle a Stephen, una vez más, si sabía algo sobre Cameron. Pero él, Stephen, estaba allí, dentro del apartamento y mirándola de forma acusadora.

«Maldición, escuchó lo que dije» pensó Margot.

Se acercó a donde Stephen se encontraba y lo observó algunos momentos pensando en que debía decir. Pensaba en si debía negarlo o en si debía decirle la verdad y correr el riesgo de que Cameron sepa sobre lo sucedido.

—Venía a decir que Cameron está llegando y está bien.

—¿Qué escuchaste? —las palabras salieron de Margot casi involuntariamente.

—Lo suficiente para decirte que no diré nada porque no es muy grave. Sin embargo, quiero pedirte algo.

—Lo que quieras —respondió Margot.

—No lastimes a Cameron más de lo que ya lo hiciste.

Margot no supo que responder, sólo se quedó en silencio y Stephen salió del apartamento dejándola allí, con esas palabras dando vueltas en su cabeza.

Esas palabras, esas once palabras fueron como once puñales clavándose en Margot lenta y dolorosamente.

No soportaba hecho de haber causado que Cameron sufriera por ella y aún más que lo hiciera durante tres años. No soportaba el hecho de no recordar todo lo que había vivido con él. No soportaba el hecho de vivir esa situación.

La puerta se abrió y Cameron entró. Su expresión era seria, sus ojos intimidaban, de cierto modo, a Margot. Al verlo, todo lo que había pensado en reclamar desapareció de su mente. La cólera era más que evidente en su rostro y no quería empeorar la situación.

Cameron se acercó a ella y la observó durante un breve instante.

—Tienes que conocer a alguien. Ve a vestirte, está nevando.

—¿Conocer a alguien? Cam, son las dos de la madrugada. ¿A quién debo conocer? —preguntó Margot completamente confundida.

—Hazlo cariño —Cameron colocó su mano sobre la mejilla de Margot—. Te explicaré todo cuando lleguemos.

***

Luego de que uno de los guardaespaldas de Cameron condujera alrededor de quince minutos, se detuvieron frente a un edificio.

 

Stephen abrió la puerta y ayudó a que Margot bajará de la camioneta, entraron en el edificio y posteriormente en el ascensor. Cameron apretó uno de los botones y el ascensor comenzó a bajar. Evidentemente irían al sótano o en su defecto al garaje.

 

Las puertas se abrieron, no había mucha luz en el lugar pero a pesar de ello, Margot notó que Connor estaba allí hablando con otro hombre, otro guardaespalda de Cameron. Y también notó que en una silla había un hombre atado y tenía una venda en los ojos. Un fino hilo de sangre corría por su mejilla y tenía su labio lastimado.

 

Cameron tomó de la mano a Margot indicando que debían avanzar. Dubitativa lo hizo, siguió a Cameron hasta estar cerca de ese hombre.

 

Margot sentía el deseo de ver quien era, ver si la persona que había arruinado su vida era conocida o no. Pero como la mayoría de las veces reprimió ese deseo para no molestar a Cameron.

 

Margot sintió que levantaban su mano y vió que Cameron colocaba un arma en ella.

 

—¿Por qué me das un arma? —preguntó Margot observando el objeto que tenía en su mano.

 



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En el texto hay: mafiosos, amor obsesivo, amor celos acoso

Editado: 30.05.2018

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