—¿Y si el doctor dice que tengo una enfermedad mortal o si los golpes causaron algo en mi? —preguntó Margot moviendo nerviosamente su pierna.
—Mar, no seas dramática, te aseguro que no tienes nada. Además si esos golpes hubieran afectado en algo habrías sentido eso desde hace dos semanas —respondió Connor intentando calmar sus nervios.
Margot estaba sentada junto a Connor en la oficina mientras esperaban que el doctor volviera con los resultados de todas las pruebas que le hicieron.
—Mike sólo dirá que tienes que comer menos —dijo tocando la pierna de Margot y riendo.
—En realidad, ahora tendrá que comer por dos —el doctor entró en la oficina y se sentó otra vez en su silla—. Felicidades Margot estás embarazada.
Cuando pronunció esas palabras, para Margot, el tiempo se detuvo y esas dos palabras estás embarazada comenzaron a repetirse en su cabeza como si fuese eco.
Intentaba asimilar esas dos frases que, desde ese preciso instante, ya habían cambiado su vida. Y, por la expresión en su rostro, también la de Connor pero tan sólo una parte muy pequeña, o quizás nada y sólo estaba sorprendido.
Quisiera o no siempre terminaba volviendo a Cameron de una u otra forma. Y ahora lo que lo unía a él era nada más y nada menos que un bebé. Sobre Cameron... Margot había comenzado a pensar en que haría o diría, él ya tenía un bebé en camino como para aumentar otra carga a su vida; pensaba en todo lo que cambiaría y estaba completamente aterrada ante la idea.
—Parece ser una noticia fuerte. Los dejaré a solas. Margot, la semana entrante quiero que vengas para una revisión —el doctor se levantó de la silla y salió de la oficina cerrando la puerta.
Margot se levantó de la silla y comenzó a caminar por la habitación agarrando su cabeza con las manos. Se apoyó en una pared y se quedó allí.
Connor se acercó a ella y colocó una mano en su mejilla.
—Mar, ¿por qué tienes esa cara? Dijo que tendrías un bebé no que el mundo esta por acabarse —sonrió como sólo él sabía hacerlo en momentos así.
—¿No es obvio? Estoy embarazada de Cameron, quien, por si no lo recuerdas, no es nada para mi y además que está esperando otro bebé. ¿Y si no lo acepta? —dijo cabizbaja.
—Mar, no pienses en eso, él estará encantado con esta noticia. Y si no lo acepta, —Connor colocó su mano en el mentón de Margot y lo levantó haciendo que mirara su rostro— yo estaré feliz en aceptarlo.
Margot miró a Connor, esas palabras la sorprendieron absolutamente y no pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro, pero no era nada comparado a la sonrisa que poseía Connor. Sin embargo, ella sabía que la noticia era algo dura para él también, después de todo intentaban formar una relación y ahora cambiaría todo.
No pudo evitar pensar en el hecho de que era el bebé de Cameron, lo cual lo ponía en riesgo desde el principio, y Margot no estaba dispuesta a permitir que algo le sucediera. La idea que atravesó su mente era egoísta pero sabía que era lo correcto si quería proteger a su hijo de todo los peligros que conllevaba ser cercano a Cameron.
También pensó en el hecho que tendría que dejar la universidad, conseguir un trabajo y quizás hasta mudarse a otro lugar si lo que quería era guardar un secreto así. Pensó en cómo cambiaría su vida, y en cómo ya había comenzado a cambiar aún faltando mucho tiempo para el nacimiento.
Margot volvió a la realidad, miró a Connor quien esperaba que ella dijera algo, se lo notaba tranquilo pero al mismo tiempo se notaban sus ansias por saber que respondería. Además de una gran sonrisa de oreja a oreja y un pequeño pero notorio brillo en sus ojos.
—No puedo permitir que nada malo le pase al bebé y la única forma es que nadie sepa que este bebé es de Cameron, ni siquiera él.
Connor se alejó de Margot.
Ella no supo como tomar esa reacción, no sabía si estaba enfadado, frustrado; por ello no dijo nada, ni siquiera tuvo la intención de moverse.
—Mar, no puedes hacer eso, es el padre del bebé. Quedaría devastado si se entera de que tiene un hijo tuyo y no le dijiste
—Connor, es mi decisión y si no quieres apoyarme en esto te pediré que no interfieras y guardes el secreto.
Margot salió de la oficina del doctor seguida de Connor. Comprendía perfectamente el hecho de que Connor apoyara a Cameron, después de todo era su mejor amigo, pero no podía negar que existía en ella una pequeña pizca de esperanza en que Connor quisiera permanecer con ella. Sin embargo desapareció.
Antes de salir del lugar Connor alcanzó a Margot y la tomó del brazo.
—Si no quieres decirle a Cameron lo entiendo y yo tampoco diré una sola palabra. Pero no puedes estar sola en esto.
—¿Y eso significa? —a pesar de intentar sonar indiferente, Margot esperaba que las palabras que Connor dijera fueran las que ella quería y necesitaba oír.