¿Abba me conoce?
Deberías de ser un poco más listo, trata de recordar. En tu mente están las respuestas.
— ¿Disculpa? — pregunté confundido
El suspiró antes de contestar — Te aseguro que nos hemos visto antes en alguna parte, pero al ver tu expresión puedo ver que no me recuerdas para nada.
—Lo siento, mi mente es un caos en este momento y mis recuerdos juegan mal conmigo.
Hace una seña con su mano mientras me da palmaditas en la espalda empujándome hacia el sanitario.
—Ahora, aséate rápido. Los líderes no pueden esperar mucho tiempo y si quieres quedarte en la ciudad será mejor que lleguemos a tiempo.
— ¿Lideres? ¿Cuántos hay?
—Te lo explicaré cuando salgas, metete ahí y dúchate. Andra me matará si llegamos tarde y no queremos eso.
Obvio no, si así es imponente cuando está calmada no me la quiero imaginar molesta.
Dejamos de hablar y entro al sanitario. Al cerrar la puerta detrás de mi doy un largo suspiro, me quito la camiseta y me veo en el espejo.
Mi aspecto en realidad da asco, tengo heridas en mi abdomen y al voltearme puedo ver cicatrices en mi espalda. Hago una mueca cuando veo las heridas cerrándose, es un dolor soportable.
Me despojo del resto de mi ropa y entro la ducha. Trato de relajarme mientras el agua cae.
Veo mis manos y cuanto desearía poder recordar algo más, los pocos recuerdos que tengo son esas horas de tortura. No sé cómo obtuve mis poderes y mucho menos comprendo cómo se manejarlos de esa manera. Cuando hice que Valle viera lo que me pasó fue un impulso.
Estoy empezando a exasperarme. Cierro los ojos y respiro profundamente. Empiezo a lavar mi cabello con fuerza para quitar toda la suciedad.
—Tienes que recordar quién eres, por qué te crearon. Te envié con un propósito y es tu deber cumplirlo.
Me sobresalto y suelto un grito asustándome por el hombre que esta frente a mi viéndome.
— ¿¡QUIÉN ERES Y POR QUÉ ESTÁS AQUÍ!? ¡ME ESTOY DUCHANDO! ¡UN POCO MÁS DE PRIVACIDAD POR FAVOR! PERVERTIDO.
Mierda, me ha caído espuma en el ojo y arde mucho, pero arde aún más cuando trato de limpiarme el ojo con la mano llena de jabón.
Esto no puede estar pasándome
Claro que sí, porque eres tonto
Vaya, gracias.
—Soy una proyección de tu mente, más bien, soy alguien que está atrapado dentro de ti.
Abro mi ojo bueno y lo examino.
¿Así se ve una proyección de mi mente? Alto, ojo verde, castaño y muy alto.
—Si eres mi alter ego debo decir que podríamos cambiar de apariencia de vez en cuando. Sería una opción. — me sincero terminando de lavarme.
Pretendamos que momentos atrás no estaba a punto de morir del susto
Cierro el agua y agarro una toalla rápidamente cubriéndome.
—Ahora ¿no ves que estoy duchándome? —Le digo— Podrías haber entrado después de que terminara.
—Deberías de prestar más atención a tus recuerdos y a tus poderes. — dicho eso desaparece.
¿Pero qué demonios?
Me estoy volviendo loco
Primero, entro a este lugar sin recordar por qué.
Segundo, la chica loca pelirroja quiere matarme.
Tercero, alguien me ha visto desnudo, lo cual, es demasiado vergonzoso.
Cuarto, habrá una audiencia para ver si me quedo o no, y en dado caso de que me vaya no sé a dónde ir, porque mi amnesia es el obstáculo.
Vaya día
Andra
Sabía que no era normal, mucho menos mi cuerpo con todas las alteraciones, experimentos e incluso mutaciones que habían practicado conmigo. Pero extrañamente mi ADN es uno de los más especiales en el universo.
Sí, universo. Un humano ni siquiera podría aguantar todo el dolor, además de ser alterada genéticamente desde que estaba en gestación, mis padres eran seres poderosos y al involucrarse nació algo sumamente especial.
Al tratar de conocer aún más mi pasado, descubrí que el laboratorio en donde nací, absorbí gran cantidad de materia y energía que finalmente, lo dejó en ruinas.
Mi padre era un soldado y mi madre una doctora, todo iba bien hasta que se conocieron. Se enamoraron manteniendo esa relación en secreto. Sin embargo, esa es una historia para otro día.
Miles de recuerdos vinieron a mí con los cristales enterrándose bajo mi piel.
—Doctor— menciona con cautela— solo tiene 7 años ¿no es algo pequeña? Deberíamos de tratar de que se relacione con los otros niños. Ha estado encerrada todo este tiempo, al darle un poco de libertad ella podría reducir ese odio que tiene por nosotros.
—Así es como empieza Hosseau, al darle una pizca de la libertad cada vez querrá más y más. No podemos liberar a un animal salvaje con su verdadera naturaleza, ella será alguien letal, le enseñaremos todo lo que ella quiera. Pero a nuestro modo, si quiere una pizca de libertad, se la daremos. Enseñémosle que el mundo no es como ella se lo ha imaginado.
Hosseau lo miró dudoso
"Esa niña algún día deseará jamás haber nacido, traer a el mundo a alguien como ella desató el caos en él. Nunca podrá llevar una vida normal y sufrirá de todas las formas posibles. Sus sentimientos y pensamientos se mezclarán cuando ya no pueda más. Ese será el fin del mundo que conocemos." Pensó.
Abro los ojos saliendo de esa horrible escena, con la respiración pesada. Mire alrededor y pude visualizar que todavía estaba levitando en el aire, sin embargo, ya no estaba en la capsula. Tenía en mis manos una pequeña perla color rojo.
Baje los escudos y el agua volvió a la normalidad, me dirigí lentamente hacia el suelo en donde Abba y Valle ya me estaban esperando.
Cuando mis pies tocaron tierra, el primero en abrazarme fue mi amigo.
— ¿Qué fue eso? Estaba preocupado. — lo aparte por la fuerza que estaba ejerciendo, pero eso no me afectaba.
No era fan del contacto y recuerdos dolorosos.
—Carajo— suelta la pelirroja— tu cabello usualmente rubio tiene blanco. Joder, tus ojos también. — finalizó sorprendida