Capítulo 4

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Una práctica de chicos lindos no puede terminar mal, ¿Verdad?

—¿Qué vamos a hacer allá? —Arqueo Maddi su ceja, mientras llegamos a mi casillero.

—Madison, a ver cómo los chicos sexys juegan fútbol ¿No quieres? —Pregunté mientras sacaba algunos libros de mi bolso.

— ¡Yo voy! —Habló Adam acercándose a nosotras y plantando un beso en nuestras mejillas—. A lo mejor me consigo con chicas lindas, no estaría mal.

Maddi y yo nos echamos una mirada de pocos amigos. Por un lado, lo de anoche aún me daba vueltas en la cabeza, pero aun así decidí imaginar algo positivo.

O eso creía yo, que era algo positivo que el vecino haya notado mi presencia.

Muy positivo, claro.

—Celosas. —Dijo mientras sacaba unos chocolates los cuales me iluminaron porque no quise comer en casa. — ¿Vieron que Gwen desapareció?

—No la conocía. —Hablo Maddi, mientras le quitaba el envoltorio a uno de sus chocolates.

—Bueno, ella es amiga de mi prima siempre iba a casa, mis papás están preocupados.

—¿Qué te pasó en el ojo? —Hablé haciendo que mis amigos se quedaran callados.

Adam tenía un leve morado debajo de su ojo izquierdo, me pareció raro ya que nos hubiera comentado que se peleó con alguien o algo por el estilo.

—Ah, pelee con un idiota. —Empezó a caminar sin darle mucha importancia.

Mire a Maddie, pero ella solo alzo sus hombros, eso me decía que le creía. Yo aun no estaba segura de lo que decía Adam, y creo que eso lo había notado el por mi forma de verlo, dudando.

—Sobreprotectora. —Comentó Adam.

—¿Así como los papás de Kiara?

Iba a mordisquear uno de esos deliciosos chocolates, pero me detuve al oírlos. Deben de estar de coña. Me quedé viendo a ambos de mala gana y este me dio un abrazo, pero insistí en que me dejara tranquila.

—¿Crees que me gusta ser hija de padres estrictos?

—No, pero hay que verle el lado positivo, te mantienen alejada del peligro.

—Sí, claro. —Murmulle mientras Maddi y Adam caminaban.

—¿Perdón?

—Es verdad, es lo positivo —Mentí.

—Ok, entonces, ¿Vamos a ir al partido?

—Si no vamos mis hermanos se cabrean, sobre todo Logan, y James me dijo que nos buscaba, pero llegaríamos más temprano, así que veremos la práctica, va a ser aburrida.

—¿Aburrida? ¿Kiara te has oído? —Me habló Maddi con aquel tono sorprendido el cual usaba un par de veces.

Asentí con obviedad y ella soltó un suspiro exagerado.

—¿Ver a los chicos de Damalton es una pérdida de tiempo?

—No dije eso.

— ¡Acabas de decirlo con lo de la práctica!

—¿Van a discutir por eso? —Murmullo Adam llegando al patio central.

—Iremos y ya. —Hable sentándome en una de las bancas.

Maddi y Adam me imitaron sentándose en las bancas de enfrente, distanciandonos solo una mesa de por medio. Adam sacó su móvil de su bolsillo y empezó a husmear en él. Maddi se le presentó un chico al frente y según lo que he oído de él, era un compañero de clase, eso era poco convincente, pero Adam no se veía muy contento con su llegada, pero aun así no dejaba de ver a Madison con una pequeña sonrisa en sus labios.

Miré a mi mejor amigo con una sonrisa y él decidió verme.

Suspiro.

—¿Se nota mucho?

—Bastante.

Colocó sus manos en su cara para dejar salir una maldición de su boca.

—¿Desde cuándo? —Me vi interesada en el tema.

Adam se colocó al lado mío.

—Desde pequeños, solo que soy estúpido como para decirle.

Gire a verlo con una sonrisa contenta.

—Deberías decirle, harían una linda pareja.

Negó.

—No siente lo mismo.

Me crucé de brazos para verlo alzando una ceja.

—¿Quién te lo asegura?

Adam iba a hablar, pero Maddi se le adelantó mostrándome su teléfono divertida.

—Lander me dice que hoy tiene práctica.

—Ya no será aburrida. —sonreí.

—Asco, se aman mucho, a decir verdad. —Habló Adam a lo que le di una mirada obvia.

—Venga, es la única relación duradera de Kiara. —Comentó mi amiga.

Amplié un poco mi sonrisa.

—Pero es un fastidio. —agregó Adam.

—¿Cuándo no lo ha sido? —Hable esta vez.

—Quiere que vayamos a pasar el fin de semana en la cabaña y le había dicho que era mejor ir a un antro, pero no me hizo caso, insistió porque sabe muy bien que no te gustan las fiestas y yo lo sé, pero…