Ocean eyes. {thorki/au}

iv. Ocean eyes.

"I've been watching you
For some time
Can't stop staring
At those oceans eyes"

Ocean eyes; Billie Eilish.

Si bien durante la noche su sueño fue placido y tranquilo, la mañana fue un caos

Si bien durante la noche su sueño fue placido y tranquilo, la mañana fue un caos.

El tonto perro le despertó con lamidas en el rostro, corriendo encima de su cama y ladrando contento.

Joder, ¿cómo hacía su dueño para vivir así cada maldito día?

Sin contar con que el perro comía demasiado. Por cada cosa que le daba para comer, nueva energía se le añadía al cuerpo y llego un punto en la mañana donde su apartamento ya no podía soportar su hiperactividad.

Su gato parecía casi agradecido cuando le vio tomar la correa para sacarlo de allí.

¿Que haría ahora con semejante bestia? No lo sabía.

Inclusive pensó en avisarle al portero que lo dejaría atado en la puerta de afuera. Podía darle una leve descripción de su enamorado platónico, así podía llevárselo si pasaba por allí buscandole.

Al llegar a la calle, apenas pudo considerar aquella posibilidad.

—¡Mjolnir!

No estaba seguro de que demonios había escuchado, pero el perro parecía haberlo comprendido, porque literalmente, se volvió completamente loco de júbilo.

—¿Qué demonios...?—su peso y su alegría eran demasiado grandes. Antes de que Loki pudiese reaccionar, la enorme bestia peluda comenzó a tirar de la correa y a correr sin medir su fuerza–— ¡Oye, cálmate!— no le escuchaba, por supuesto que no. Quiso soltarse, pero su mano se le había quedado enredada en la correa por darle tantas vuelta para que eso no pasara. Pues, no funcionó. El perro cruzó la calle sin darle tiempo siquiera a mirar a ambos lados—. ¡¿Qué demonios haces, criatura tonta?!

Muy emocionado como para sentirse mal, el perro se abalanzó contra la persona que tanta emoción le había causado.

—¡Ahí estas!

Soltándose finalmente de la maldita correa, Loki maldijo al ver su piel siempre blanca con una leve marca roja y un pequeño ardor que le duraría el resto de la mañana. Joder, no tenía tanta fuerza como para manejar a una bestia así.

—Mjolnir, pequeño tonto, ¿dónde mierda estabas? Joder, niño, me diste un infar...— enojado como estaba por casi morir atropellado, Loki no se percató de que el dueño del perro finalmente estaba frente suyo, agachado a sus pies por andar saludando a su perro. Lo que si notó, fue cuando dejó su verborrea congelada al verle por primera vez—. Hola.

Oh dios. Jodidos dioses nórdicos.

Ahí estaba. Viéndose mejor que a la distancia. No sé había equivocado con él; vomitaba alegría por cada rinconcito de su piel.
Lejos de poder responderle el saludo, se quedó literalmente congelado, sin saber que decir.

En su defensa, ni en sus más locos sueños pensó que algo tan hermoso podría ocurrirle a él.

—¿Tú estuviste cuidando a mi perro?—le preguntó el hombre, poniéndose lentamente de pie con una enorme sonrisa—. Genial, hombre. No sabes cuanto lo agradezco, ¡estaba desesperado! Mi madre olvidó cerrar la puerta o la cerró mal cuando se fue ayer en la mañana. No lo sé. Y este tontuello se escapó— mencionó, acariciando la cabeza del can que aún no dejaba de moverse desesperado de alegría—. Nunca se queda quieto, espero que no te haya dado problemas.

Y él seguía allí, congelado, con el rostro de quien acaba de salir de una morgue.

La única forma en que pudo reaccionar, fue cuando el can le lamió la mano, aún encariñado con él.

—No, no—murmuró, sintiéndose más torpe que de costumbre—. Debo irme.

—Espera—él tenía pensado darse la vuelta y salir corriendo de allí. De repente se sentía muy consciente de que tan bien o tal mal se había vestido esa mañana. Claramente se había puesto lo primero que encontró, puesto a que el maldito perro no le dejaba tranquilo un segundo. Sin embargo, el hombre le detuvo—. Te me haces conocido.

Oh, no.

—¿Disculpa?—giró sobre los talones mirándole confundido.

—Juro haberte visto en alguna parte.

Pánico. Todo su ser estaba en pánico. ¿Y si se había dado cuenta que le observaba hace más de un año? ¿Como demonios podría vivir con eso? Joder, que vergüenza.

—No sé de que hablas. Realmente tengo que irme ya.

Apresurado, sintiendo las piernas fabricadas de la gelatina de peor calidad en el planeta, intentó huir nuevamente. Otra vez, sin éxito alguno.

—¡Espera, espera!

Algo frustrado por no poder respirar con normalidad, le respondió, frío como el mismo iceberg con el cual chocó el Titanic —¿Qué quieres?

—Solo quiero agradecerte—y el hombre, todo inocente a sus ridículos pensamientos, solo sonreía, amable.

—Ya lo hiciste.

—¡No así!—rio él, sosteniendo fuertemente la correa porque su querido amigo no se quedaba quieto—. Déjame invitarte un... ¿café? ¿Té? ¿Helado? O una cerveza. Aunque no te ves como un hombre de cerveza.

Oh dios, ¿eso era real? ¿Realmente esa maravilla le estaba ocurriendo a él? Una oportunidad única, brillante, nada forzada.

Absolutamente cliché como aquellas ridículas historias gratuitas en línea. Perfecto.

No obstante...

—No.

Ni de jodida coña. No iba a darle el lujo de tambalear su ordenada y pulcra vida de esa manera. No, Loki no necesitaba emoción, mucho menos formar lazos innecesarios con alguien que, joder, era demasiado guapo para su propio bien.



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En el texto hay: marvel, thorki, starker

Editado: 30.10.2020

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