Ocho tesoros de la Luna

Chapter One

Kyoto, año 1000 a.c, el bello pueblo donde se agrupan los dioses sintoista. Tsukoyomi, es la segunda hija de Izanagi e Izanami, es una joven de cabello negro, bastante largo, el cual le llegaba a mucho más abajo de la espalda , casi por los tobillos, ojos azabache como la noche misma, figura esbelta, piel pálida y parecida a la porcelana.

 

Cuando Izanagi decidió dividir el mundo entre sus hijos, Tsukoyomi ascendió a los cielos y se estableció en la luna, convirtiéndose en la Diosa de la Luna. Pero hoy estaba en el salón de los dioses, acompañado de sus hermanos y padres, decidiendo el futuro de la humanidad.

 

Si bien era cierto, que hace más de miles de años, cuando existía el Panteón griego, estos decidieron el futuro humano con un juego, el famoso Ragnarok, donde la humanidad ganó debido a que los dioses lo subestimaron. Esta vez no pasaría nuevamente, ellos mismos bajarían y exterminarian a los humanos.

 

Es bueno ver que todos estemos reunidos — exclamó Izanagi, frente a el estaban sus principales hijos, Tsukoyomi, Amaterasu, Kagatsuchi, Susano'o, Uke Mochi, Inari, Hachiman, Takemikazuchi, Ebisu, Ama no Uzume y Shinigami — Es hora de decidir el destino de la humanidad, la misma humanidad a la que los griegos le ayudaron en el pasado y la misma que los destruyó — miró como sus hijos tenían diferentes reacciones, algunos molestos con la humanidad y otros simplemente se mostraban neutros — Si el tiempo sigue pasando, la humanidad se fortalecerá y ¿quiénes serán los siguientes? ... ¡¡nosotros!! — 

 

A su lado se encontraba su esposa, Izanami, la mujer más fuerte de todo el Panteón sintoista, su expresión facial se mostraba nuetra, no apoyaba ni defendía a la destruccion de la humanidad, solo miraba a cada uno de sus hijos — Matemos a la humanidad, yo me quedare con sus almas — gritó Shinigami sonriendo maniaticamente — No cometer el mismo error aye Hades en el pasado, yo el gran Shinigami los aniquilar yo mismo —

 

Varios murmullos comenzaron a aparecer en la sala de la reunión ante el comentario del dios de la muerte — No hay por qué ensuciarse nuestras manos — exclamó Uke Mochi el creador de la flora — Digo ... podríamos enviar a las cuatro bestias sagradas de eliminar a los humanos y listo —

 

— Uke Mochi tiene razón, las cuatro bestias pueden encargarse, yo no deseo manchar mis manos con sangre humana — Amateratsu comentó y varios dioses la apoyaron.

 

Kagatsuchi se levantó golpeando la mesa — ¡¡Por eso no me caes bien!! ... no hay nada mejor que asesinar por nosotros mismo a la humanidad –

 

Son débiles, no valen la pena — dijo Takemikazuchi levantándose de la mesa — Me da igual si la humanidad muere o no, no me metan en esta porquería, si no hay oponentes fuertes todo esto es una basura — escupió para luego retirarse.

 

— Conmigo tampoco cuenten — exclamó Ama no Uzume, la diosa de la felicidad — No soy asesina ni tampoco luchadora, si eliminan a los humanos me da igual, después de todo ellos eliminan la felicidad de la naturaleza —

 

Tsukoyomi despues de escuchar los comentarios se levantó golpeando la mesa bastante irritada — ¡¿Acaso no están pensando?! ... si eliminamos a los humanos, al poco tiempo desapareceremos al no tener su adoración, ellos necesitan de nuestros poderes y nosotros de su benevolencia — Izanagi observo a su hija — Esto es solo un largo camino llamado "suicidio", yo defenderé a la humanidad, aún si tengo que asesinarlos a todos —

 

Los dioses jadearon ante las palabras de su hermana mayor, Izanagi ya enojado con su hija, se levantó de su asiento lentamente — ¿Entonces, defenderas a la humanidad? —

 

— Si la defenderé —

 

— Matenla —

 

[•••]

 

— ~Ocho fases lunares~

~Ocho vistas diferentes~

~Ocho armas, ocho cuerpos~

~Defiendan a la humanidad, asesinen a los dioses~

~Tesoros besados por la luna sobre la diosa~ —

 

... El oscuro corazón de los dioses caerán ante ustedes, las ocho armas se alzarán al cielo y provocarán la furia de los Titanes caídos, abrirán la puerta que hundiran y desaparecerán la epoca gobernada por los divinos ...

 

 

 

 

Puede que sea corto, lo sé, pero este capítulo es solo un prólogo de la historia, acepto todo tipo de críticas, espero que le guste.




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