CAPITULO TRECE
De todos los pantalones que tengo me puse el más tallad con una blusa sin mangas que me ayudo a escoger Vicky y Loli, mi bota comando, una sudadera lo más tallada que encontramos en mi closet y llevo el cabello suelto con ondas un pequeño prendedor en el cabello que sujeta un pequeño mechón para evitar que me caiga en la cara, estoy a solo tres pasos de la puerta y siento unas cuantas miradas sobre mí, “bien, respira tu puedes, no los veas”, me lo repito una y otra vez, doy paso a paso sin levantar la vista intentando cubrirme un poco con el cabello y escucho dos voces conocidas y siento un alivio. Son Iván y su novia y mi amiga de estudios Cecil, pasa a mi lado y no me notan “rayos tan diferente me veo”, me los quedo viendo con esperanza de que me note y veo como Cecil se gira y abre los ojos como platos y una gran sonrisa se le forma en los labios
-Lucí- dice regresando a mí y me levanta la cara con sus dedos para verme mejor – ¡estas impresionante!, eres tú solo que un poco más… - se interrumpe y me da una sonrisa nervios se lo que iba a decir “más mujer”
-¿crees que es muy radical el cambio? – la miro a los ojos y veo un brillo de felicidad en ellos y niega con la cabeza
-No, en lo absoluto, te sienta bien – me ve y me da una sonrisa – solo hubiera querido también un poco de cambio en tu ropa
-No, eso no, - dije en un tono muy grosero y vi como dio un paso atrás y veo que metí la pata – bueno, creo que tal vez, pero más adelante
-Sí, claro – dijo un poco reservado y no dijo una palabra más y tuve que hacer algo pues fui yo lo tonta que la hice sentir mal
-Creo que en esa parte necesitare asesoría, ¿te apuntas? – le dije con una media sonrisa y vi a Iván que me guiño el ojo en aprobación a mi comentario
-Por supuesto, nunca he ido de compras contigo porque las odias, pero yo te ayudo – dijo aplaudiendo y dando brincos de conejo por más de 20 segundos, suspiré y decidí que era mejor retomar nuestro rumbo para su entusiasmo pues todos no veían.
-¿vamos a clase? – paro de brincar y aplaudir y me vio
-Si, claro – y di un paso hacia adelante ayudada por las muletas y puso su mano al frente de mí, para detener mi trayecto, movió la boca y supe que me preguntaría ¿Por qué ahora?, ¿Por qué nunca aceptaste cuando yo te lo propuse?, y toda clase de reclamos existentes en el planeta tierra - ¡un momento! – rayos si lo ara, trague con fuerza y me pare lo más recta que pude con ayuda de mis muletas - ¿Por qué estas cargando tu maletín? - ¿Qué? Eso es todo, uff, que alivio, pero no me dio tiempo responder y vio a Iván con enojo – ¿tu? – y lo señalo – lleva las cosas de Lucí a clase – y sin poder evitarlo una risa ridícula y sin motivo me invadió y reí, fue algo contagioso porque Derek también rio y me quito el maletín y se lo llevo – bien ¡vamos! – y espero a que llegara a su par para emprender el camino
Mi clase era en el tercer nivel y debía ser cuidadosa para no resbalar, subí despacio cada escalón hasta llegar al pasillo de mi piso, el pasillo es largo pue lo debo recorrer hasta el final, mi aula es la última no tiene nada de extraordinario puertas a mi izquierda un barandal a la derecha, Derek y Cecil iban hablando muy animadamente de uno de los proyectos que debemos entregar la próxima semana y como iban para los exámenes finales que serían en un mes, yo los escuchaba atenta, pues siempre hemos trabajado juntos desde el primer día de clase, bueno que yo me integre a este grupo.
Entramos y unos cuantos ojos se posaron en mi, pero no dijeron nada, me senté y Iban me paso mi maletín, a mi par estaba sentado Oscar y Eduardo los conozco pero no son considerados amigos.
-Que bien te ves Lucí – comenzó Oscar lo ignore mirando al frente
-No había pensado que te miraras así de guapa – lo mire de forma asesina y en ese momento deseaba los poderes de Ciclope o de Superman para pulverizarlo, el solo me dio un gran y estúpida sonrisa
-No, puedes negar que si que es un gran cambio – dijo Oscar pero esta vez Cecil le di un golpe con el cuaderno en la cabeza y yo reí de satisfacción
-Se, ve muy bien y ella siempre ha sido hermosa – dijo una voz que me paralizo por completo, no la había escuchado antes pero al girarme lo vi, todo un hombre formado con sus ojos que odiaba porque me atraían como imán desde siempre ha sido de esa forma y por eso fui tan estúpida en caer en su encanto - ¡hola, Lucia! – vi en su rostro una gran sonrisa, pero me gire a ver a los demás que tenían una cara de ¿Quién demonios es este imbécil?, trague con fuerza y les di a todos una sonrisa de comprensión y les explique
-Este – hago una señal hacia él – es mi ¡estúpido Ex novio! – le doy una gran sonrisa burlona – Erick, ellos son mis amigos y compañeros de la facultad – los señale a todos y los vi – este es Erick – lo mire y lo señale de nuevo regresando a ellos con el ceño fruncido – un estúpido chico que no se ¿¡Qué diablos hace aquí!? – el ambiente se puso pesado de un momento a otro y fue Iván ¿Quién hablo?
-¿creo que él quiera conocer nuestros nombres? – lo vi y le puse los ojos en blanco pues no necesitaba eso, - bien lo haremos nosotros – pero antes de que lo hiciera me puse de pie con las muletas y me puse frente a él
-Son, Cecil – y la señale ella le brindo una sonrisa muy amistosa – Iván su novio – el solo levanto la mano y regreso a ver algo en su escritorio – Oscar y Eduardo – los dos agitaron sus manos – ahora tú – di otro pasa más cerca de él - ¡te largas de aquí! – todos en la clase se quedaron en silencio y sentí todas la miradas fijas en mí, y una sonrisa surgió en sus labios y sus ojos tenían un brillo de malicia o división, porque rayos no sabia que iba a venir o estaría en la ciudad, esto es culpa de Victoria por hacer que me distraiga de mi trabajo y bajar la guardia eso es lo que sucede
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Editado: 05.07.2021