CAPITULO DIECIOCHO
-Debe ser una ¿¡broma!? – le digo a Vicky, que está sentada en frente de mi, jugando con una de mis escuadras, en la cama hay un vestido color negro de un hombro con un cinturón plateado, es coto y viene un pequeño vuelo que cae del hombro a la cintura – Vicky, no me voy a poner ese vestido – camino despacio sin el inmovilizador veo que lleva un vestido blanco con perlas en el cuello que se sujetan por atrás que cae simple hasta sus muslos
-No tienes otra cosa que ponerte “nena” – cuando me llama así ha pasado algo que yo ignoro y que al enterarme seguramente no me gustara
-¿Recuerdas no puedo usar zapatos altos por dos semanas y solo han transcurrido una semana, hoy es sábado
-Tus zapatos están a la par si no lo has notado, usaras zapatos bajos, pero a mi estilo – unas zapatillas plateadas abiertas, con un cincho en el tobillo
-Definitivamente ¡no! – camine hacia mi closet y al abrirlo solo estaban mis blusas, ropa interior, calcetas, camisetas y mis pocas blusas sin mangas que tengo “esto debe ser un mal sueño, ¿Dónde están mis jens, mis sudaderas, mis playeras, mis gorras de visera, mis botas comando?, ¡demonios Vicky!, ¿Por qué lo hiciste? – la veo y tiene una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro que me dice y reconozco que por más que le grite no la cambiara – fue por eso que me llévate de compras y me hiciste probarme un sinfín de vestidos, zapatos, blusas y esas estúpidas cosas
-Te advertí, que tendrías dos duros meses – y su sonrisa se hace más grande, recuerdo que me dijo que abrían cambios el jueves por la noche que serían extraordinarios, pero jamás pensé que se refería a mi atuendo
-¡Rayos Vicky! ¿Cómo demonios pretendes que vaya a la universidad con el frio que hace por las tardes y al club – y en ese momento me doy cuenta de que no pudo hacer todo esto sola, la tuvieron que ayudar mis enanos y una persona que le financiara todo un guardarropa nuevo, se pone de pie y se para en la puerta sosteniendo el picaporte
-Tienes 30 minutos para bajar, es el almuerzo de cumpleaños de los gemelos y no puedes ir vestida al restaurant como un vagabundo, ¡te estaremos esperando abajo! – cierra la puerta y escucho sus pasos alejarse en las escaleras
Rayos Vicky, porque haces esto, desde ese horrible día, no visto de blanco, no uso vestidos, zapatos altos, mi cabello lo tengo amarrado en una cola de caballo, no uso aretes, pulseras o cualquier accesorio, mi ropa son dos tallas más grandes que la que debería usar, mis sudaderas me cubren el rostro, mis sudaderas no lo tuvieran uso gorras de visera, y ahora tengo que usar un estúpido vestido y zapatillas. Busco en todos los rincones de mi cuarto por algo que me pueda ponerme en vez del atuendo que eligió Vicky.
Segura mente me he tardado un montón porque escucho que entran en la puerta pero yo sigo revolviendo cajones.
-No pierdas tu tiempo – es la voz de Loli, tiene un hermoso vestido y esta peinada con una cinta en el cabello, se mira muy bonita – la hemos sacado toda, no hay dentro de la casa ninguna pieza de tu antigua ropa, ¿quieres cambiar el vestido lo puedes sacar de las bolsas de ahí – me señala todas las bolsas de compras que están sobre mi mesa de dibujo
-¡Aaaaah! – grito – ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué la ayudaste?
-Tienes solo tres minutos antes de que Vicky suba y te ponga ella misma el vestido – me giro y busco en las bolsas algo que ponerme que me cubra más de lo que me puede cubrir ese estúpido vestido – hay una blusa azul, unos jeans negros ¡que elegí! – camino y busco en otras bolsas que estaban detrás de mí que no había notado en ningún momento - ¡toma! – me acerca una chaqueta negra – me siento en la silla y me paso la blusa por la cabeza dejando caer mi cabello – te peinare para que estés preparada antes de que suba Vicky a gritarte
-Bien, ¡hazlo! – le digo en señal de rendición – ¡no me gusta!, toda mi vida he vestido de esa forma ¿Por qué ahora decides ayudar a mi loca amiga a cambiar mi vestimenta?, mi vestimenta no es de agrado de muchos y mi abuela está incluida en esa categoría, solo ¿no entiendo? – meto mis pies en los jeans negros y los pies en las zapatillas que eligió Vicky, - ¡vamos Loli! ¿quieres decirme si mi abuela tuvo algo que ver con todo esto? – siento un tirón en el cabello y llevo mi mano a mi cabeza - ¿Loli? –insisto nuevamente y vuelva a halar de mi cabello - ¡ah!, está bien no me contestes
Me paro frente al espejo y veo el reflejo de alguien que no soy yo, son mis ojos, son mis labios los que tiene la persona frente a mí, pero no se parece nada a la persona con la que he vivido durante la mitad de mi vida, es impresionante lo que un poco de ropa te hace, estoy acostumbrada a tener dos rostros distinto, pero ahora parece que tengo tres solo que el que está frente a mí no se esconde en kilos y kilos de maquillaje.
Siento que estoy bajo un disfraz, uno que solo hace mucho más grande mi mentira, de estar bien por fuera y ser valiente, pero por dentro muero de miedo de que alguien descubra mi pasado y mi vida oculta, llamare la atención, con cada prenda de vestir que pago mi abuela y escogió Vicky, doy un suspiro y salimos de mi cuarto
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Editado: 05.07.2021