CAPITULO VEINTE Y TRES
Para localizar a las niñas debo aventurarme a averiguar que tiene esas dos puertas, nunca he visto en el club que entrasen niñas pequeñas o nada raro, las niñas fueron secuestradas en otro departamento eso no significa que las dejaran en ese lugar, seguramente las moverán, las sospechas son que fueron secuestradas por el cartel, el mismo método, las niñas salieron del colegio juntas la vieron juntas por última vez en un centro comercial cerca, cada una después por última vez en lugares separados.
Las niñas tienen características similares, son menos de catorce años, ninguna de ellas tiene novio que se les conozca, tiene una estura similar, ninguna de ellas pertenece a un grupo extracurricular o practica un deporte, sus antecedentes estudiantiles no muestran un patrón, su anatomía no es similar.
Es mi tiempo de descanso entre rutinas tengo aproximadamente diez minutos para hacer lo que tengo que hacer la oficina al fin esta vacía hace unos segundos salió Sara con cara de pocos amigos la puerta tiene llave, no me preocupo por eso he aprendido algunas técnicas para entrar sin ser notada.
Ya estando dentro de la oficina me cercioro de la existencia de cámaras dentro, no veo ninguna por lo que decido que es seguro del todo, tres muebles archiveros frente a mí no tengo mucho tiempo para hacer revisión de eso, un portátil que se encuentra encendida, saco un par de guantes de látex, me los enfundo en los dedos para no dejar rastro de mis huellas en el lugar, la enciendo esperando que sea rápida, al parecer tiene muchos archivos porque demora mucho haciendo que mi cuerpo se tense por la espera, claro no podía ser fácil tiene una contraseña, intento atínale, no puedo ingresar decido hacer un par de trucos que uno de mis compañeros en la academia me enseño para ingresar en momentos como este, al hacerlo dado que no tengo mucho tiempo, saco una USB para guardar todo lo que pueda, mientras hago eso decido revisar los cajones que están en el escritorio, encuentro una lista de licores, otras de los que trabajamos aquí, no tiene nada de sospechoso, sigo moviendo papeles hasta que escucho que me llaman por los parlantes en presentación, esto solo me puede pasar a mi tengo menos de un minuto para hacer mi parición en el escenario o me mataran las hermanas Luna, para que se copien los archivos faltan más de un minuto.
No puedo detener la trasmisión de archivos o perderé por completo lo que haya logrado. En uno de los cajones encuentro una fotografía son dos hombres los que están en ella, nunca antes los había visto, al girarlo encuentro dos nombres Dereck y Demian, uno es más grande que el otro, si me la llevo seguro que lo notaran no cargo el móvil para tomar una fotografía propiciando que mi furia hacia mi incremente, en contra de mi sano juicio decido tomarla justo cuando escucho que nuevamente avisan que en breves momentos subiré al escenario, regreso la fotografía a su lugar justo cuando me deja ver un pasaporte es de Sara, ¿Por qué lo tendría aquí?, debajo de eso hay una fotografía de una casa la casa esta deteriorada, parece que está a punto de ser demolida o que se caerá a pedazos, la giro para ver si tiene una dirección lo único que veo son las marcas del lugar donde revelo la fotografía eso debería ser un indicio.
Retiro el dispositivo, cuando estoy a punto de salir de ese lugar veo que hay una copiadora frente a mí, tomo rápidamente las dos fotografías presión el botón, ¡listo!, tengo la evidencia o eso espero, ya veré como resuelvo la situación de los colores.
Salgo a prisa esperando que todos los dioses del mundo se encuentren esta noche trabajando a mi favor de lo contrario mi muerte será lenta y vana – Lucía – gritan justo cuando yo meto mi mano en una bolsa interna que tiene mi ropa interior metiendo la USB, mi otra mano tiene la hoja abierta -¿Qué haces aquí? – es Olivia la que me ve con enfado
-Yo, yo – rayos mi cerebro salía corriendo – nada, nada – digo torpemente
-Faltan dos minutos para que terminen su baile Andrea y Dana apresúrate – aun con la mano atrás intento medio doblar la hoja para que no sea tan notoria
-Solo debo ponerme, labial – Olivia me ve con atención, esperando que se trague mi escusa donde pretendo guardar
-Será mejor que te pongas uno rojo niña que el que traes parece que nunca te ha tocado un hombre – hago mi mejor esfuerzo por no sentir personal ese comentario, llevo un labial rosado chillón que a comparación del rojo que lleva ella yo soy una santa.
***
No recuerdo cuando fue la última vez que me sentía así de cansada los lunes por lo general son tranquilos y solo debemos hacer dos presentaciones, hoy ha sido como un trabajo de viernes por la noche, sentada en una banca cerca de la barra con un vaso de agua para lograr hidratarme veo que el club está a reventar, en definitiva no esperaba una noche igual de cansada que la mañana, al menos mi estrés es menos que por la tarde sentada frente al portátil con Erick a mi lado poniéndonos de acuerdo con lo que vamos hacer con el vendedor de droga que está vendiendo cerca de dos escuelas, lo ha camuflado con dulces, queremos hacerle creer que estamos interesados en lo que hace, lo cual será difícil, porque hasta donde sabemos trabaja solo, lo que no tenemos claro es como consigue surtirse de ella.
-Ponte de pie – dice una voz a mi espalda
- ¿Qué? – le digo a Sara que me ve enojada
-Me escuchaste, de pie niña – lo hago con cara de dolor, - se puede saber que mierdas hacia – o no, por favor que no me halla sorprendido
- Yo, lo lamento debí pre….
-Claro que debiste presentarte, ¿Qué demonios pasa contigo? – trago en seco pues no estoy entendiendo nada, pero es un gran alivio que no me halla descubierto – un cliente quiere un baile privado lo ha pagado y te esta esperando en la mesa tres – torpemente me dirijo a ese lugar, tragando lo más fuerte que puedo reteniendo las náuseas para hacer lo que me corresponde en este espantoso lugar.
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Editado: 05.07.2021