Alicia
El micrófono chirrió, un sonido agudo que me atravesó como un rayo, rompiendo la atmósfera contenida de la sala y atrapando la atención de todos los presentes en el escenario. El maestro de ceremonias, con una voz que resonaba entre los murmullos, invitó al novio a acercarse. Desde el rincón de la sala donde estoy parada, con Lucas a mi lado, siento cómo el peso de la ocasión se hace palpable.
Mis ojos se posan en Alex, que se acerca con paso decidido, a pesar de la temblorosa copa que sostiene en su mano. Lleva un elegante traje que resalta su figura, pero su expresión trae consigo una mezcla de felicidad y ansiedad. Una sonrisa ilumina su rostro, aunque los nervios son evidentes en su mirada, que brilla con ese intenso azul que tantas veces me ha cautivado. Se pasa una mano por el pelo negro en un gesto que revela su inquietud y se aclara la garganta, preparándose para hablar. El silencio se hace profundo mientras todos esperan ansiosos sus palabras.
—Buenas noches a todos, quiero agradecerles por estar aquí, en un momento tan especial para Ana y para mí. Vuestra presencia significa el mundo para nosotros, y no hay palabras suficientes para expresar lo agradecido que estoy de tener a amigos y familiares que nos apoyan en este camino que hemos decidido emprender juntos. Hoy, mientras celebramos nuestro compromiso, no puedo evitar pensar en lo increíble que es Ana. No solo por ser la mujer más bella que he conocido, sino por la luz que irradia cada día. Ana tiene una forma única de tratar a nuestros pacientes en el hospital; su compasión y dedicación son algo que admiro profundamente. Cada vez que la veo interactuar con ellos, siento que el amor que tiene por su trabajo es el mismo que siente por la vida, por la gente.
*Una lágrima rebelde se asomó a mis ojos y trato de contenerla lo mejor que puedo, sentía como un dolor sordo crecía con cada palabra que Alex pronunciaba*
—Ana, tú me haces feliz de maneras que nunca pensé que fueran posibles. —continuó diciendo Alex— Tu risa es mi melodía favorita, y tu sonrisa, la razón detrás de mis días más radiantes. Me has enseñado a amar sin miedo, a entregarme sin reservas. En medio de las adversidades que enfrentamos, siempre encuentro consuelo en tus abrazos; sientes como si el mundo desapareciera en esos momentos.
*Puede ver la profunda conexión que existía entre Ana y Alex y supe, en ese instante, que no había esperanzas de que alguna vez Alex sintiera algo más que ese cariño fraternal que siempre me había expresado. *
—No puedo esperar para casarme contigo. — dijo Alex mirando a Ana como si no hubiera nadie más en la sala— La idea de pasar el resto de mi vida a tu lado, de construir una familia y crear recuerdos juntos, me llena de ansias y esperanza. Sí, puede que haya momentos difíciles, pero prometo estar a tu lado en cada uno de ellos. Porque, al final del día, no hay nada que desee más que compartir cada rayo de sol y cada gota de lluvia contigo. El tiempo es un ladrón, pero quiero que sepas que cada segundo contigo ha sido un regalo. Te amo, Ana, y siempre lo haré. Esto es solo el comienzo de nuestra historia, y aunque haya desafíos en el camino, estoy listo para enfrentarlos, porque tengo la certeza de que contigo a mi lado, todo es posible.
*Con esa declaración, Alex levantó su copa, brindando por su amor, mientras los aplausos resonaban a su alrededor, retumbando con la promesa de un futuro lleno de esperanza y amor. *
Mis lágrimas corren libremente por mis mejillas y me alegro muchísimo de haberme puesto un maquillaje a prueba de agua. Un pañuelo aparece casi por milagro y es entonces cuando recuerdo que Lucas está a mi lado.
—Gracias—le digo, tomando el pañuelo y secándome las lágrimas.
—¿Quieres salir de aquí? — me pregunta Lucas con una amabilidad sorprendente para mí
—No puedo irme— le respondo, respirando profundamente y tratando de calmarme— soy la dama de honor.
—Al diablo con eso— me dice Lucas, tomándome de la mano y conduciéndome por la puerta de la cocina.
—¿A dónde vamos? — le pregunto
—Lejos de aquí— me dice.
Salimos a la cálida noche de mediados de verano y miro a un cielo negro lleno de estrellas con una luna que brilla totalmente indiferente a mi sufrimiento y a mi corazón roto.
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Editado: 07.08.2025