—¡Hey dejen de parlotear y trabajen! el árbol de navidad no estará listo por sí solo.—Espetó Vemnet de mala gana.
—Déjenme ayudar con eso. Todos los de la aldea podemos ayudar.
—Cale encárgate con Hunter y Ezra de los regalos de Navidad, Joselyn también puedes ir. Vayan en la camioneta será más rápido. —Declaró Vemnet.
—¡Bien lo haremos!—Espetó Ezra.— Vamos “Quimera”—Y jalo de la correa del tigre, este miro perezosamente al hombre quien le ordenaba y pusilánime obedeció incorporándose con paso perezoso.
—Dije que matáramos al tigre pero no me hizo caso.— Aclaró Hunter sacudiendo las manos.— Demonios quería esa alfombra.
Enseguida Connor, Hunter, Ezra, Cale y Joselyn fueron a la camioneta sin darse el lujo de perder tiempo.
—Cortemos esto y salgamos por patas de aquí.—Declaró Vemnet.
Cale regresó a donde Vemnet estaba.
—Es mejor que me quede, la aldea no te ayudara si no estoy yo. Ellos se encargaran de todo.
Vemnet hizo lo que debía, el trabajo duro unas pocas horas hasta que los muchachos retornaron de la ciudad, para cuando eso sucedió gracias a la ayuda de la aldea y muchos hombres fuertes, el pino descansaba a las orillas de la carretera, curiosamente desde ese risco se podía ver hacia el pueblo de donde habían salido un día antes. Vemnet sonrió.
Connor silbo asombrado cuando observo aquel árbol gigantesco, su camioneta era fuerte pero para aquel tronco parecía que no remolcaría mucho antes de que algo se partiera.
—Es imposible, la camioneta no creo que pueda remolcarla.—La angustia tomo el rostro de Vemnet.
—¿Es muy pesado?
—No lo sé, pero si lo intentamos posiblemente algo se rompa, y mi padre me matara si llego a romper la camioneta, tú lo sabes Vemnet.
—¡Maldición!—Masculló lanzando un puñetazo al aire. Cale quien estaba distante en la conversa permanecía atento a cualquier cosa que pudiera pasar, a uno de sus hombres dio una señal discreta antes de susurrar algo al mismo hombre.
—¡Puedes remolcarlo un poco para comprobarlo Connor!—Connor Asintió con la cabeza. Los chicos no sabían que hacer.
Connor se acercó rápidamente al árbol y ato una soga alrededor de un tajo perpendicular a la circunferencia de tronco, Hunter ayudo a amarrarlo haciendo dos nudos y una gaza, luego doblaron un par de veces para encadenarlas a la camioneta.
—¡Vamos!—Ordenó Vemnet supervisando desde atrás, Connor encendió la camioneta estática y los cauchos patinaron un par de veces.
—Vamos… Vamos… Vamos… Camioneta… —Susurro en el silencio de la cabina, su pie estaba pisando a fondo el acelerador y el árbol no se había movido ni un centímetro, con un golpe a la palanca cambio la velocidad a la primera, y activó la doble tracción, sin embargo el árbol no se movía.
El silencio en el lugar crecía con la desesperanza de caras angustiadas.
—¡Demonios! ¿Por qué no pensé en esto antes?—Vemnet enseguida saco si móvil, tecleo tan rápido como un rayo y luego chasqueo sus dedos.— Nunca lo moverá, ese árbol esta verde, por su longitud y diámetro debe pesar siete toneladas. Una pick up nunca podrá hacerle nada. Maldición.—Vemnet dio patadas descontroladas a un árbol a escasos metros de la carretera.—¿Por qué no lo pensé? Es que soy un idiota.
Connor apagó el motor de la camioneta antes de fundirlo, se bajó de la misma para comprobar que todo su esfuerzo no hizo nada, el árbol no se había movido un solo centímetro, a pesar de que la cuerda y la cadena estaban tensadas al máximo.
—¿Qué hacemos? —Preguntó Connor. Miró con desespero a Hunter pero este solo se encogió de hombros y aparto su mirada hacia otro lado, tal vez estaba en blanco, como todos.— Ezra siempre tienes un plan para todo ¿qué hacemos?—Pero Ezra no respondió, solo apretó sus puños con resignación, el tigre que estaba sentado a su lado tapo sus ojos con una pata antes de hacer un sonido parecido a un sollozo.
—¿Ale tienes algo? ¿Tu Joselyn? ¡Vemnet debemos hacer algo! No puede terminar así.— Connor luego atino una patada al caucho de la camioneta, llevo sus manos hacia su cabeza tratando de despejar el dolor que se instaló en sus sienes, recostó su cuerpo sobre la carrocería y luego se deslizo hasta caer con gracia a la carretera.
—¿Qué hacemos?— Preguntó Joselyn con una voz angustiada a Ale. Pero solo guardo silencio negando con la cabeza.
Un sonido metálico se dejó escuchar. Era un paso constante como si alguien caminara con unas botas de hierro, sin embargo las pisadas eran demasiado fuertes para ser de un hombre. Vemnet alzo la mirada hacia la carretera. Con rapidez Cale galopando se incorporó de un grito.
—Te vas a rendir tan fácil Vemnet. ¡Amárrenlo con esto!—Enseguida una maleta llena de sogas cayó al suelo. Vemnet se acercó y miro sobre el costal.— ¡Sujeta al tigre!
Ezra hizo caso y luego recorto la correa de su tigre.
—¿Qué pretendes hacer?—Susurro Hunter llevándose las manos a la barbilla— No imposible, no vas a hacer eso.—Hunter con fuertes zancadas se acercó hacia el jefe— No iras a enyugar un árbol tan grande. No lo resistirán. Tus caballos no son suficientes.
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Editado: 31.12.2020