No todo es lo que parece

Las luces se acercaban cada ves mas y nosotros dábamos un paso hacia atrás, en segundos un árbol empezó a derivarse y nos obligo a correr lo mas lejos posible de el, el cabello de Dafne se torno blanco en segundos y por su boca saco una gran ola de nieve provocando que el impacto del árbol se reduzca instantáneamente, pero cuando se voltio la mujer del cabello en el rostro y el hombre de barbijo estaban parados junto a las raíces de aquel árbol apuntando con el dedo hacia nuestra dirección, como si alguien estuviera con ellos queriendo encontrarnos. Cuando uno figura tomo lentamente forma en la sombría oscuridad del bosque, la mujer se dio media vuelta y comino en dirección a la figura misteriosa, y le susurró en el oído levemente de forma que nadie pueda escuchar las palabras que salían de sus labios. Aquella figura empujo fuera de su camino a la bella mujer y  camino en dirección nuestra. Finalmente en la opaca luz se pudo admirar un hombre alto y delgado con unos grandes cuernos de toro aferrados a su cabeza, intentamos correr pero el hombre de barbijo con una increible fuerza del brazo, y a pesar de suplicarles a los chicos que ellos escapen y me dejaran a tras, no querían que este sola y se quedaron a mi lado.
El hombre de los cuernos se acercó y con vos calmada dijo.

-Tu debes ser Mérida e oído mucho de ti, no solo lo que estos par de inútiles me comemtaron, sino toda fuente confiable que este horrible mundo puede darme, claro que lo único que no dijeron fue, que tu no naciste así y que tu persona nos delató al horrible y violento mundo en el que los humanos orgullosamente viven, pero no te preocupes yo entiendo el hecho de que no conocías este extraño submundo que las extrañas criaturas como nosotros hemos creado y ocultado. Lo que realmente no entiendo es como la forma de ustedes tres a cambiado tan repentinamente, siendo que debería ser imposible, no se preocupen se exactamente como se transformaron. Casi lo olvidaba, los tres serán escoltados por nosotros en dirección al final del hermoso río de lagrimas donde les dirán exactamente que lugar los puede ayudar y brindarle la mayor hospitalidad posible- luego de esas palabras tomo el brazo de Siro y lo obligo caminar junto a el.

Caminamos con estos tres individuos por horas sin que ellos nos permitieran dormir ni media hora, me sentía tan cansada que podía sentir como mi cuerpo se rendía ante el sueño, cada paso que mis pies daban se sentía como una verdadera tortura que jamás acabaria, provocando que mi cuerpo se rinda mas rápido. Siro por otra parte ya se había dormido, por lo que la mujer tubo que tomarlo de la pierna y llevarlo arrastrando por casi todo el camino. Dafne era tomada del cuello y empujada por el de cuernos, ella parecía tener mas energía que el resto.

Al estarse acercando el amanecer, estos tres extraños decidieron que era hora de descansar, Dafne y yo nos tiramos al suelo en un instante, la mujer arrojó a Siro hacia el suelo, pero el se despertó rápidamente puesto que era el único que había logrado dormir, los extraños aunque no lo parecían estaban tan cansados como nosotros, así que decidieron que Siro tendría que hacer de guardia durante el día. Cuando mis ojos se cerraron tuve la sensación de que me hablaban un centenar de voces a la ves, y las luces que anteriormente solo estaban cuando pertenecía despierta ahora cuando no lo estaba, ellas me guiaron hasta un hermoso lago donde habían miles de personas bailando y cantando en el, pero la alegre fiesta se detuvo en el momento que los árboles y lago se tornaba de color negro, y la gente comenzó a gritar y a correr lejos de donde se encontraban, una rosa callo en mi mano pero se volvió negra y se desintegró, luego las luces se transformaron en letras y decian, "este muy lejos no esta solo aquel que lo ve nos puede ayudar", luego el sueño termino y yo desperté, a mi alrededor todos habían despertado y se estaban preparando para volver al camino.