Capítulo 67: Quien mejor puede conocer el pasado, parte XI.
Intenté esconderme de ti.
De alguna forma, aquella niña sin recuerdos que alguna vez fue llamada Renata Halffter, se convirtió en Valentina Eisenhide, la hija adoptiva del señor Esteban y la hermana menor de Meli, y obtuvo un trato especial por todos por órdenes del señor Esteban. Valentina no era tonta, era consciente de que la razón por la que el señor Esteban la trataba tan con amabilidad era por el poder que ella tenía, pero de igual manera, pudo llegar a verlo como a un padre y desarrolló gran afecto por él, quizás tanto como el que Meli le tenía.
Debido al cariño que sentía hacia él, Valentina quería cumplir con las expectativas del señor Esteban, se esforzó mucho y soportó tortuosos procedimientos a los que el doctor Dean la sometió para que despertara su poder, y cuando ella fue capaz de abrir portales, ella comenzó una lucha contra su propio miedo, nadie sabe qué era lo que Valentina podía ver cuando abría portales a otras dimensiones, pero por la palidez de su rostro cada vez que lo hacía, no debía de ser algo agradable.
Ese mismo año, poco antes de que comenzara un nuevo ciclo escolar, el maldito de Leobardo, mi padre, me entregó la dirección de la escuela preparatoria Marilyn en contra de mis deseos y los de mi hermano Sebastián, quien sí quería convertirse en el director de Marilyn, provocando que la ya de por sí difícil relación entre Sebas y yo se volviera aún peor.
En un principio, pensé en ello como un castigo divino, odiaba mantenerme encerrado en el despacho del director sin poder salir, ya que las personas ajenas a mi familia desconocían que un chico que recién había cumplido sus 18 años de edad se había vuelto el director temporal de Marilyn en lo que su padre recuperaba la buena salud que el estrés de ser director le quitó.
Pero las cosas no fueron del todo malas, Gus fue de gran ayuda para mí, él siempre se caracterizó por ser muy inteligente, maduro, organizado y trabajador, así que su ayuda fue indispensable para mí durante ese tiempo. Otra cosa que pude obtener a cambio, fue ser capaz de ver a Lila desde mi despacho, de forma genuina, me alegré que Meli tomara la decisión de hacer que Lila la sustituyera en la escuela, porque gracias a eso, Lila pudo hacer grandes amistades en su corta estadía ahí.
Aunque ella al principio se negaba a tenerlas, supongo que era porque ella pensaba que el señor Nael, quien era el encargado de seguirla a todas partes, le diría a su papá sobre todo lo que hiciera, aunque, de hecho, la verdadera función del señor Nael era simplemente vigilar que ningún enemigo de los Vestigios de REVENISH se acercaran a Lila, avisarle al señor Esteban si algo malo le pasaba a Lila, y dependiendo de la situación, acercarse a ella y protegerla.
(Universo 3, 115 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)
Dos años después de tomar la dirección de Marilyn, le dejé una nota a Gustavo en donde me despedía de él, empaqué algunas cosas y las puse en la cajuela del auto de mi padre, entonces me subí al auto y comprobé en mi celular que la señal del rastreador que le había puesto a alguien que yo no recordaba, estaba muy lejos.
Lila había escapado de su padre dos meses atrás, sabía que estaba en la base de la organización del señor Ignacio, y yo necesitaba ir con ellos para mantener informada a Meli del desarrollo que su amada hermana iba teniendo como persona, así como lo estuve haciendo en los dos años que Lila estuvo en Marilyn, además de que no podía dejar que Meli estuviera preocupada sin saber nada sobre Lila, entonces le puse un rastreado a alguien que estaba seguro que me llevaría a ella… pero no recordaba quien era.
Esa tarde, simplemente tuve la ligera impresión de haber olvidado algo, entonces me puse a revisar las fotografías que le había tomado a Lila durante los dos años que estuvo en Marilyn, y noté que junto a ella había personas que nunca antes había visto, pero esas mismas personas estaban con ella en muchísimas fotos, y entonces lo entendí, Lila me había borrado la memoria.
Luego de conducir hasta una pradera, me detuve cuando noté que el auto no paraba de dar vueltas y volver al mismo lugar una y otra vez, no podía acercarme más a la persona que llevaba el rastreador, entonces esperé dentro del auto a que notaran mi presencia y salieran a recibirme. Funcionó, Lila no tardó mucho en salir junto con los gemelos, le reclamé un poco por haberse ido sin avisarme siquiera y luego le pedí que llamara a su abuelo para hablar con él, asegurándole que cuando lo hiciera, él me dejaría quedarme con ellos.
—Entonces, ¿de qué es de lo quieres hablar conmigo? —me preguntó el señor Ignacio luego de que se subiera al auto en el asiento junto a mí.
Arranqué el auto y le di la vuelta para dar un paseo—. Yo soy Wolf.
Él dejó caer su mandíbula—. Tú… ¿eres el espía que me ha estado pasando información de los Vestigios de REVENISH?
Asentí—. Se puede decir que soy yo, aunque le mentí al decirle que soy el espía, en realidad soy el intermediario entre el espía y usted.
—Entonces, el espía…
—Es Melisa —revelé, dejando sin palabras al señor Ignacio—. Voy a contarle algunas cosas sobre Meli, pero a cambio, quiero que me deje quedarme con usted, y de ser posible, me gustaría que me proporcionara una habitación donde me sea posible comunicarme con Meli cada viernes sin el riesgo de ser escuchado.