PRÓLOGO

Mi nombre es Adara Hernández y soy una gamma. 

Los gammas no son muy comunes en el mundo, sólo nace uno cada tres mil años, y no son como los demás lobos. Cada uno adquiere un poder diferente y tienen una fuerza cinco veces mayor que la de un lobo común. Se dice: que el primer gamma tenía el poder de la mordida dolorosa, sus colmillos contenían un veneno que causaba tanto dolor a sus víctimas que se arrancaban la piel del dolor y sufrimiento que causaba. Desde ese momento, los gammas son codiciados por el mundo, para beneficio de aquel que posea en su manada. Y yo, tengo la bendición o maldición de ser una de ellos.

Mi padre Adrián Hernández es el alfa de akela, una manada “reservada”, ubicada en un pequeño pueblo al sur de México. Él tiene una regla estricta de no dejar entrar a nadie que no sea parte de la manada, y nosotros de no poder salir. Y yo sueño con conocer el mundo, viajar, tomar fotografías, comer platillos extravagantes. El no entiende eso, solo habla todo el tiempo del cuidado de mi poder, somos tan diferentes el uno del otro. Él dice que me parezco a mí madre pero nunca he visto ninguna fotografía de ella por toda la casa. Dijo que ella murió por un parto complicado cuando yo nací, y que nos mudamos por un incendió qué quemó la casa y todo lo que estaba dentro de ella, incluido las fotografías de mi madre junto con sus pertenencias. Pero a veces siento que me esconde algo referente a ella, porque no le gusta tocar el tema y siempre lo evade. 

Cuando tenía 14 años y todos tenían su transformación en la Luna llena, yo no la tuve. Muchos se burlaron de mí, dijeron que estaba defectuosa y que algo no era normal en mi. Fue una época muy difícil y dolorosa pero la misma, me hizo ser una chica fuerte, valiente y resiliente. Actualmente tengo dieciocho años y mi loba todavía no sé a transformado ni siquiera puedo comunicarme con ella en mi mente, y no sé ni la razón o circunstancia de ello. Es muy duro crecer sin tu parte animal, me siento incompleta. Cada vez que intento transformarme, sale de mi una corriente eléctrica tan fuerte y amplia, que puedo electrocutar a los que están cerca de mi. 

Y se que se preguntaran ¿Cómo sabes que eres una gamma? Si no te has transformado…Duh, lo sé por mis ojos, desde los 14 años los tengo de color lila, una característica de los lobos gammas. Al parecer esa es la única forma en la que mi loba quiere manifestarse en mi cuerpo. 

Acompañame a descubrir ¿Qué tienen mis ojos con secretos?...