Ojos Con Secretos

3. INTENTO

–¡Ya regresé!–grité al llegar a casa luego de terminar de trabajar. 

–¡Estoy en la cocina!–respondió mi nana. Deje mi bolso en la sala y caminé hacia la cocina para ver qué estaba haciendo–Hola mi niña, te estoy preparando el postre que tanto te gusta. Flan de chocolate. 

–Ay que rico, gracias nana–agradeció mientras la abrazaba. 

–De nada mi niña es para celebrar que te contrataron. 

–Gracias ¿Y mi papá? ¿Está en su despacho?–preguntó luego de oler su esencia fresca en la cocina. Dependiendo de la intensidad de la esencia en el aire, se podía saber en qué momento se fue de la cocina. 

–Sí, estaba preguntando si ya habías llegado.

–Okey, gracias–dijo antes de caminar hacia allí. Tocó la puerta del despacho y escuchó que su papá le dio la orden de pasar. 

–Hola papá–saludó con un abrazo. 

–Hola princesa. Siéntate por favor–sugirió señalando la silla al frente de él. Mi papá al ser un alfa, su esencia de lobo es de cedro de Marruecos, como todos los lobos alfas machos.

–Mi nana me dijo que me estabas buscando ¿Qué sucede?--Me asusté un poco, porque emanaba preocupación, algo poco común en mi padre. 

–Princesa he tenido unos problemas con la manad…

–¡¿Qué problemas?!.

–No me interrumpas Adara ¿si?–asiento y él prosigue–Déjame terminar por favor. Cómo te decía, tengo unos problemas con la manada y el alfa real vendrá en unos días–hace una seña con una mano indicando que podía hablar.

–¿Por qué? Tú nunca dejas que nadie entre o salga de la manada–cuestiono confundida.  

–Porque es el alfa real y no me puedo negar. Solo te pido que no te quites el collar. 

–Sí, está bien. Pero igual va a saber que soy una gamma. 

–No importa, sólo no te quites el collar.

–¿El problema es muy grande?–preguntó luego de pensar que debía ser algo grande para que su padre permitiera la llegada del alfa real, aun con su estricta regla.

–No te preocupes princesa todo estará bien, él solo viene unos cuantos días y ya. 

–Está bien, pero la próxima vez no más secretos. 

–Sí, sólo pensé que yo podía solo pero se me salió de las manos.

–Okey papá está bien. Pero recuerda que somos un equipo. 

–Sí princesa. 

–Te dejo trabajar tranquilo–dijo levantándose de la silla pero antes de irse quería comentar algo más–Hoy quiero intentar transformarme, me puedes acompañar  por favor ¿si?. 

–Sí, perfecto–dice alegre. Pude ver cómo le brillaban los ojos, él siempre ha insistido en que practique la transformación hasta lograrlo. 

–Bueno, voy a cambiarme, almorzar y descansar un poco. Pará poder practicar en la noche.

–Sí, ahorita también voy a comer.

–Vale. 

En la noche salimos al patio trasero ya que da directo al bosque. Papa dice: que el me puede ayudar a conectar con mi parte lobuna, pero nunca ha funcionado nada. Siempre que trato de hacer una transformación solo permito que este mi padre nadie más, ni siquiera mi nana me da miedo poder lastimar a alguien más. 

–Listo, inténtalo–le sugirió.

–Okey–dije no muy convencida.

–Solo piensa y conectate con ella. 

Traté de pensar en mi loba y conectar con ella como me decía mi padre que lo hiciera. Pero ya llevaba cinco minutos en eso y nada pasaba.

–¡Nada pasa! siempre es lo mismo–declaró frustrada consigo misma. 

–Dale princesa no te rindas, sé fuerte y perseverante. Piensa hasta lograrlo–me animo papá. 

Cerré los ojos de nuevo y está vez trate de concentrarme más. Respire profundamente para sentir y oler al bosque. Piensa como loba, siéntete loba, usa tus sentidos. LOBO…PELAJE… PATAS… BOSQUE… ÁRBOLES…CEDRO…PINO–inhalo y exhalo suavemente ¿Hueles eso?–TIERRA MOJADA…FLORES SILVESTRES…EL SONIDO DEL CANTO DE LOS 

PÁJAROS…EL AGUA CAYENDO EN EL LAGO…

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–¡HIJAAA! ¡ADARAA!...–fue lo último que escuché a mi padre decir, antes de que todo se volviera negro…

 

 

 

DAMIÁN

–¡Pase!–ordene al escuchar a alguien tocar la puerta de mi oficina. 

–Buenas tardes mi señor–dice William con una sonrisa burlona, él es mi beta. 

–Buenas tardes ¡Ya te he dicho miles de veces que no me digas así!–grite molesto porque ya me tiene cansado con ese apodo que utiliza para joderme. 

–Ya, ya. No te digo así ya–dice levantando las manos en son de paz–Solo vine a decirte que el alfa de la manada akela respondió el correo.

–Y ¿Qué dijo?.

–Nos invitó a la manada para resolver ese asunto. 

–Okey, coordina la seguridad del viaje, yo voy a agendar la salida del jet. 

–Sabía que ibas a decir eso, ya está todo listo para partir. 

–Perfecto buen trabajo cachorro–resuelvo su cabello para joderlo. 

–No soy un cachorro, solo soy 30 años menor que tú. Y deja de tocarme así el cabello. 

–Entonces no me digas más ese apodo estupido. 

–Ya, mejor arreglo mi maleta.

–Partimos en dos horas. Aunque a veces no te soporto eres el mejor de todos los betas que tengo–dije mientras lo abrazaba por los hombros para salir de la oficina. 




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