Capitulo 40: Cenas familiares y secretos.

Llegamos a casa la mañana de Navidad y si había algo que amaba era el poder respirar el olor a galletas de jengibre , el chocolate caliente y ver la nieve caer por las ventanas.

Nieve que comenzaba a caer mientras las personas fuera comenzaban a cantar los tradicionales villancicos.

Esta fecha tenía algo muy especial y la amaba desde que era pequeña, nada malo podía ocurrir en Navidad, sobre todo porque involucraba regalos, millones de regalos y comida demasiado deliciosa. Lo que más amaba de esto sin dudas era que nuestra familia y la de Ava se reunían y armaban el mejor almuerzo que alguna vez se había visto.

Pero ahora las cosas eran distintas a cuando yo era pequeña, ahora era adulta y como adulta había tomado una decisión que ellos jamás hubiesen pensando que tomaría. Me había casado. Y no lo había hecho con cualquier persona, lo había hecho con Jack,su Jack.

Y nadie podría saberlo, principalmente porque la idea de que su hija se hubiese casado en ese estado y en secreto mataría a mis padres y porque mi mejor amiga me mataría si se enterara de que había quebrantado la única regla que teníamos.Es por eso que decidimos que yo sería la primera en llegar al almuerzo para no levantar ninguna sospecha.

-Y? Cómo te está yendo en Canadá?-sonrió Ava a mi  lado mientras compartíamos una taza de chocolate.

-Bastante bien por suerte, la verdad es que no hay mucha diferencia entre la oficina aquí y allá.Solo que soy la gerente.

-Qué? Oye te felicito.Pero por qué no me contaste?-me dio un empujoncito.

-Porque no quería arruinar tu maravillosa luna de miel.

-No seas tonta. Y no te has encontrado con Jack mientras estás allá?Están en la misma ciudad.

-No , la verdad que no.Por suerte.

-Eres malvada.Sabes que Jack es…

De repente la puerta se abrió y el susodicho apareció tras ella.

-Que soy qué?-preguntó.

-Que eres el mejor hermano del mundo-respondió besando su mejilla-Vengan vamos a sentarnos para comer.

-En un momento voy, déjame que me saque todo esto-tomó su saco y lo dejó sobre el sofá junto con su bufanda.

-Hola-sonreí tímidamente.

-Hola hermosa-intentó besarme pero me aparté rápidamente.

-Nope, demasiados testigos.

-Más tarde?

-Más tarde-acordé-Ahora vamos a comer-Recuerda nos odíamos y no podemos cruzar demasiadas palabras.

-Tienes razón.

Cuando llegamos a la mesa , todo estaba servido y no sabía por donde comenzar, porque todo lo que veía me gustaba, pero si había algo que disfrutaba más que esto eran las charlas en la mesa que se daban.

-Traeré el postre-anunció Monique, la madre de Ava y Jack y mi suegra.

-Yo iré al baño, si me disculpan-dije levantándome la mesa.Dónde estaba?Hace tanto tiempo que no vengo aquí que ya lo olvidé.

-Yo te acompañaré-dijo Jack parándose junto conmigo.

-Y esa caballerosidad?

-Es el espíritu de la Navidad que me invadió.

-No se demoren.

-Claro –respondimos al unisono.

Nos dirigimos al baño y nos fijamos de que nadie nos viera para cerrar la puerta y comenzar una guerra de besos.Guerra que él iba ganando.

Pero de repente la voz de Ava nos distrajo de nuestra tarea.

-Cómo pudieron-gritó antes de desaparecer.