Capitulo 44:Un lugar

El frío viento azotaba mi cara y me maldecía a mí misma por no haber traído más abrigo y por haber olvidado los guantes en la casa de Jack.

Jack, maldito enfermo que le gustaba jugar con los sentimientos de los demás. Jack al que lo único que le importaba era su bienestar propio.Jack y su amor por jugar juegos y con mi corazón en especial desde que tengo 12 años.

Tomé una piedra y la tiré lo más lejos posible . Quién diría que esta sería la Navidad que estaría viviendo? Tal vez no todas las Navidades eran felices, porque la mía sin dudas no lo era, distaba bastante de serlo.

A mi alrededor solo podía ver familias felices que paseaban, niños que estrenaban sus nuevos juguetes y parejas que se besaban bajo muérdagos improvisados.

Daria lo que fuera por tener una de esas cosas aunque sea , pero lo único que tenía en estos momentos, era un corazón roto y un divorcio inminente que estaba por comenzar.

Mi celular sonaba en el bolsillo de atrás de mis pantalones pero no estaba de humor para escuchar excusas tristes y pedidos desesperados de perdón. No ahora.

Me senté en una de las bancas que estaba frente al lago y me quedé quita, dejando que el viento calara mis huesos y así poder sentarme un poco viva. Me arrepentía por haber aceptado la propuesta de ser la que organizara la despedida, por haber elegido ese lugar, por haberme emborrachado y por haberme casado con alguien que jamás me amó.

Maldita Las Vegas.Maldita Ava.Maldito alcohol.Maldito Jack.Maldito yo.

Coloqué mi cabeza entre mis manos mientras sentía que una nueva oleada de llanto se acercaba. Cómo había llegado a este punto? Cómo lo había permitido?

Unos pasos se acercaron a mí y alguien se sentó a mi lado.

-Toma-un pañuelo se asomó por debajo de mis ojos.

-Qué quieres?

-Pedirte perdón.

-Perdonado.Vete-le dí la espalda porque sabía que si seguía mirándolo lo único que haría seria volver a caer en su trampa.

-No me iré hasta que ese perdonado sea honesto.

-Espera sentando entonces.

-Chloe-me tomó del hombro obligándome a mirarlo a los ojos.

-QUE QUIERES?-dije más alto de lo que pretendía haciendo que las personas que caminaban cerca se dieran vuelta a ver.

-Darte una explicación.Y si no te es suficiente , me iré.

-Te escucho.-respondí resignada al ver que no tenía más opción.

-Bien-respiró hondo antes de continuar-Quiero que sepas que cuando digo que te amo lo digo desde lo más profundo de mi corazón-colocó una mano en su pecho y llevó la mía junto con la suya-Que estos meses a tu lado me han hecho mejor persona, me has alegrado la vida y me has recordado lo divertido que puede ser tener alguien a tu lado. Le dije aquello a mi hermana para que nos deje en paz y no le cuente a nadie-Pero te juro que apenas volvamos a Canadá todo será como antes.

-O sea que seguiremos siendo un secreto.

-Un secreto a voces, porque si nadie se ha percatado de lo que tenemos nosotros en esa mesa , es porque son más despistados de lo que creíamos-tomo mi cara para besarme.

Había olvidado lo buenos que eran sus besos para mi corazón.

-Y eso a que se debe?

-Mira hacia arriba-señaló con su cabeza al muérdago que colgaba sobre nosotros.

-Por supuesto que habría uno-reí devolviéndole el beso- Pero espera cómo supiste donde estaba?

-Siempre supe que este era tu lugar favorito cuando éramos niños.Aunque no lo creas sé más cosas de ti de las que piensas-me tomó en brazos para colocarme sobre su regazo y volver a besarme.-Como sé que no quiero dejarte ir nunca más.