Anthony Stark era un precioso chico latino, su madre se había casado con el famoso magnate de negocios, Howard Stark y ahora tendría que mudarse a un país nuevo, el español era su fuerte pues había crecido en mexico, pero el inglés aún no le quedaba muy claro, lo suyo eran las matemáticas, jamás puso atención a esas famosas clases de inglés.
Por ello se sentía algo asustado, su nuevo colegio era realmente grande y el era algo así como la atracción, no había muchos chicos latinos en ese colegio, y la belleza extranjera del moreno se hacía notar prontamente.
Fue así que logró captar la atención del famoso Steve Rogers, el líder del equipo de fútbol americano, realmente musculoso y serio.
Su segundo día en las clases iba bastante bien, ahora estaba caminando en dirección a su casillero pues quería dejar un par de libros que sobrecargaban su mochila, fue entonces que se detuvo al ver que el rubio se dirigía hacia el con una expresión neutra, algo intimidado por la estatura del mayor frente a él, trató de sostenerle la mirada.
—You.
Trago en seco al ver como este le clavaba sus profundos ojos azules como un par de cuchillos.
—Be my boyfriend.
Lo único que pudo hacer fue susurrar un "Yes" todo inseguro sin saber que le había dicho, pensó que estaba diciéndole algo como: "Quítate de mi camino", lo que lo hizo correr fuera de ahí olvidándose de dejar los libros.
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El día siguiente transcurrió como siempre, Tony había asistido a cada una de sus clases con algunas complicaciones para entenderlas, Justo ahora se encontraba en la cafetería desayunando un par de donas con algo de café, de nuevo, el rubio por su parte terminó de entrenar, su playera se ajustaba muy bien a su cuerpo y estaba en busca de su novio pues ayer ni siquiera pudo pedirle su número de teléfono.
Una vez estuvo frente a él, le tomó del hombro para impedir que se levantara.
—Y-Yo, ya me iba de aquí grandulón así que si pudieras quitar tu enorme y...—Tomó el brazo de Steve para alejarlo pero al sentir esos músculos solo pudo mirarlo y balbucear un poco—tu enorme.. y musculoso... brazo...
Steve extendió hacia el una pequeña cajita con un lindo dije de corazón que tenía sus iniciales, algo cursi pero que al menor tomó por sorpresa.
—Wow Wow ¿Que es esto?—Antes de que Steve pudiese responderle, su amiga Natasha llegó por detrás con una sonrisa.
—El dice que eres su novio, ayer te lo pregunto, discúlpalo, no habla español—Steve miraba todo sonriendo expectante esperando que el regalo le gustara.
—¿Así que eso fue lo que dijo?—Alzó una ceja divertido y atrajo al más grande hacia el con un tirón a su brazo—Pues no me molestaría ser el novio de este chico.
Aquel sonrió satisfecho cuando su amiga le dijo que a Tony le había gustado el regalo.
Y así fue como comenzó una historia de amor muy random, Tony mejoró en sus clases de inglés para lograr comunicarse con su fortachón novio, pronto pudieron entenderse mejor y Tony no perdió nada de tiempo.
Se había convertido en la envidia de todas las chicas pues media escuela quería con el famoso Rogers quien parecía idiotizado por los encantos de aquel moreno que hacía sus días mejores.