Ambos estaban lavando los trastes en el orfanato y ella no pudo evitar notar algo extraño en su acompañante albino.
Lo miro curiosa mientras el lavaba otra de las grandes ollas que se usaban ya sea para los caldos, estofados o incluso en un extraño caso la avena de las mañanas ya que para el cereal se usaba otra diferente.
Norman cayó en la cuenta de que Gilda se le había quedado viendo, girando a verla, ambos cruzando sus miradas, Gilda volvió a girar su rostro a lo que estaba haciendo.
Con las mejillas sonrojadas por la vergüenza, ocasionando algo de gracia en Norman por aquello.
--Se ve que tienes algo que decir ¿No es así, Gilda? - se atrevió a cuestionar el de orbes celestes.
-- No les ha dicho a Emma lo que planeas aún ¿verdad? - pregunto con nostalgia en sus palabras.
-- ¿A qué te refieres Gilda? - pregunto con un rostro pacífico, mientras rellenaba otra vez la esponja con lavavajillas.
-- Planeas dejar que te lleve madre , solo que aún no se lo dices ¿no? - Trataba de permanecer serena pero el simple hecho de pensar que podría perder a uno de sus queridos amigos, le hacía sentir fatal.
-- Solo... quiero lo mejor para ella , para todos ustedes - dijo con una sonrisa melancólica .
Y ella no lo pudo evitar, una sensación ardiente se colo por su garganta quemando le a más no poder, sus orbes se cristalizaron por el dolor en su laringe y solo lo abrazo con fuerza.
Norman no le prestó mucha importancia al hecho de que las manos de Gilda estuviesen mojadas y al momento de corresponde rel abrazo parecía que Gilda tampoco le importo que las manos de él estuviesen llenas de espuma.
"Para poder apreciarte un poco más, solo necesito un poco más de tiempo"
Pensó la de cabellos cortos aferrándose más al albino.
Sabía que tal vez Emma y Ray se derrumbarían si el se iba, no quería que los más fuertes del hogar se rindieran, no quería eso, cómo a la vez no quería perder a Norman.
-- Todo estará bien , si soy yo quien es enviado , podrán escapar todos , cómo se había planeado - le comentario Norman y Gilda , sabía que pronto ya no podría frenar aquel palpitar de dolor en su pecho .
Ahora las manos ya secas de Gilda tomaron su rostro, Norman se sobresalto por qué si bien sus manos estaban frías y ya no húmedas.
Plantando sus labios sobre los de Norman.
Sin moverlos ni nada, un beso seco.
Gilda ya había acabado con su parte de los trastes y no pudo evitar que sus piernas se movieran en dirección contraria para ir a la salida de la cocina después de aquello.
"Solo quiero más tiempo"
Sabía que Norman se iba a dejar ser enviado, pero no quería eso.
Llego a la biblioteca, dónde sabía que era el lugar seguro de Ray, suspirando con pesar al saber que no estaba ahí y se derrumbó, abrazando sus rodillas y ocultando su rostro entre ellas.
Las lágrimas perladas no tardaron de salir de la oji verde.
Solo quería apreciar un poco más su tiempo con Norman.