Onirico

EL MENTIROSO

El juicio ha comenzado, aquel hombre al que todos en el reino han decidido llamar  mentiroso está frente a los tres jueces que decidirán si destino, su ropa está sucia y su cabello desaliñado, ya que ha estado varios días en los calabozos, sus pies y manos llevan cadenas que son atadas por los soldados que lo acompañan a unas argollas en el suelo ya que a pesar de que es un simple hombre, temen que pueda realizar algún acto peligroso o simplemente escapar, su sucio rostro muestra moretones causados no solo por los golpes que le han infringido sus guardias, sino también por  objetos que le lanzaron los pobladores el día que fue arrestado, sin embargo pese a todo lo que ha sufrido su rostro muestra tranquilidad y su profunda mirada no tiene ni un poco de odio o rencor.

El espacio de la corte es un gran salón amplio y alto, al frente están en la parte superior las tres tribunas de los jueces, una más arriba que el resto lo que denota una mayor autoridad ante los demás, a los lados y atrás hay gradas donde se comienzan a sentar todos los asistentes al juicio, en su mayoría gente curiosa o simple muchedumbre que solo ve en este acto una especie de entretenimiento y distracción en su aburrida vida cotidiana.

El sonido de un martillo se deja escuchar y una voz exclama por orden en el lugar, a lo cual todos los asistentes de inmediato callan, se escucha una segunda voz proveniente de uno de los guardias que trajeron al acusado.

—¡Pueblo! El día de hoy estamos en este sagrado recinto para enjuiciar a este hombre acusado no solo de decir mentiras, sino también de atacar lo más sagrado para nuestro reino ¡La razón!

Al terminar la frase de inmediato el juez del lado derecho pregunta en voz alta con el fin de que toda la audiencia escuche —¿Cómo se declara el acusado?

Todos miran al hombre al centro del salón, pero este no dice nada, ni siquiera levanta el rostro, otro de los guardias lo golpea con el fin de que responda a la pregunta, pero el acusado solo levanta el rostro un poco y sonríe.

—En vista de que el acusado, no desea responder— agrega el mismo juez  —mientras el juicio es llevado a cabo está en nuestra consideración declararlo inocente, mientras los testigos que lo acusan dan su testimonio.

Nuevamente grita el primer guardia  —¡Que pase el científico del reino!

De inmediato se abre la puerta del salón y entra con paso firme un hombre delgado, pálido, con su cabello revuelto, sus gafas se encuentran dobladas y uno de sus lentes tiene una grieta, viste una larga bata blanca, aunque al igual que el resto de su ropa se encuentra descuidada.  

Al llegar al banquillo de los testigos comienza a hablar —como es por muchos sabido, mi labor científica en este y otras reinos es de un gran reconocimiento, ha viajado por diversos lugares para encontrarme con otros que como yo buscamos la verdad, pero no solo busco conocimiento nuevo, es importante decir que ese conocimiento debe estar acompañado con experimentos, muestras, demostraciones y pasos específicos que tanto mis antecesores como otros más contemporáneos han marcado para que tal conocimiento sea reconocido como verdad.

—Si, sí, sí, eso ya lo sabemos muchos— interrumpe el mismo juez del lado derecho —vaya al grano con su testimonio.

—Está bien— agrega el científico —En realidad, yo en lo personal jamás había visto a este hombre, antes de lo que le voy a relatar.

—Hace cerca de un mes, estaba yo dando una conferencia magistral sobre algunos temas científicos a alumnos y colegas de la Honorable Universidad, si mal no recuerdos uno de esos temas era el lugar que nuestro mundo tiene dentro de nuestro sistema planetario y en cuanto aquellos que en este momento se encuentran presentes y fueron a esa conferencia recordarán lo que paso, pues bien, estaba en mi discurso planteando que a pesar de los avances tecnológicos que se han dado dentro de la ciencia a nivel mundial, los cuales han derrumbado cientos de antiguos mitos y a pesar de que sabemos que el nuestro no es el único planeta con posibilidades de vida, hasta el día de hoy no hay forma de viajar fuera de nuestro mundo y que yo pronosticaba que tal hazaña se daría dentro de por lo menos cien años mientras nuestros avances continúan con el ritmo que tienen en la actualidad. 

—En eso estaba cuando de entre el público, este hombre se levantó y habló, esto lo cito casi textual ya que posiblemente olvide algún detalle “Puedo estar de acuerdo con muchas cosas que dice con relación a la ciencia y sobre los mundos fuera del nuestro, pero he de decir que yo he encontrado la manera de viajar a diferentes mundos de los cuales puedo contar miles de maravillas” en ese momento este hombre que está aquí frente a mí comenzó a hablar de lugares que solo podían pertenecer a mundos lejanos, he de decir que no solo maravilló a la audiencia presente, también de pronto yo por alguna razón quedé inmerso en sus relatos, jamás había escuchado tal descripción de escenarios interplanetarios y sobre todo de alguna manera estaba yo mismo viviendo cada frase que él decía, la gente le creyó, incluido yo mismo, sin embargo al finalizar sus palabras le pregunté ¿cómo había sido posible tan maravillosos viajes? ¿qué aparato había utilizado para ir a esos mundos? 

—Fue en ese momento cuando de entre su ropa sacó esté objeto— en ese momento el científico, de uno de sus bolsillos extrae una hermosa pluma de escribir, una simple y ordinaria pluma por lo que continúa con su relato.

—¡Una pluma!— levantándola sobre su cabeza  —En ese momento este hombre dijo que este era el único vehículo que necesitaba para viajar a todos esos planetas ¿pueden ustedes creerlo? Muchos de los presentes en ese momento comenzaron a reír por tal fraude, de inmediato ante tal acto pedimos a seguridad que lo sacará del recinto, y tal vez en eso hubiera quedado todo esté asunto, pero a partir de ese día algunos de mis más destacados alumnos comenzaron a faltar a las clases, solo para ir a escuchar sus mentiras sobre lugares que no existen y viajes imposibles de hacer hasta el día de hoy, imaginen mentes tan brillantes dejándose seducir por las palabras de un loco que piensa que con una simple pluma puede ir a mundos extraños, esos jóvenes prometedores ahora echan a perder su mente con esas mentiras y sueños llenos de locuras y a pesar de que he hablado con algunos de ellos, me han dicho que jamás regresarán a la universidad y buscarán la manera de seguir los pasos de este hombre. 



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En el texto hay: fantasia, magia, cuentos cortos

Editado: 01.12.2023

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