APOLO
Las duchas eran bastante espaciosas, incluso podría jurar que eran mucho más grandes que mi habitación en Grecia. Antes de meterme en la regadera decidí explorar un poco en la gaveta donde nos habían dicho que estaban los extras que necesitábamos , estaba llena de toallas y de jabón pero nada realmente interesante o que fuera útil para escapar. Tampoco había ventanas o una ruta de escape lo cual era bastante decepcionante.
Me desvestí, abrí la llave y el agua comenzó a caer, estaba bastante fría. Cómo pude agarre el primer tarro que vi, supuse que era jabón y me empecé a lavar, a lo lejos escuche la voz de un chico que decía que el suministro de agua se iba a cortar. Nadie iba a decirme en cuanto tiempo me tendría que bañar, ni que fueran tan locos como para que en realidad cortaran el agua. Después de unos minutos el agua empezó a disminuir, esto no podía estar pasando yo seguía totalmente enjabonado.
-¡Mierda! Regresen el agua malditos locos, todavía no he terminado- grité.
- Darren, ya se fué- dijo una voz femenina al otro lado de la puerta- Tendrás que salir así, tenemos que ir a entrenar.
-Bien- dijo gruñendo.
No puedo esperar a irme de aquí. Como pude salí y me quite todo el exceso de jabón que tenía, me vestí con el horroroso uniforme y salí del cubículo.
- ¿Estás bien? - preguntó una de las chicas que al parecer se había organizado bastante rápido - Sonabas desesperado.
-¿ Dominique no?- le pregunté.
- Si-dijo extendiendome su mano.
-Dejame darte un consejo Dominique- dije ignorando su mano- uno, no seas tan amable, no sabes quién es quién y dos ve buscando una salida de escape de este manicomio, yo ya lo estoy haciendo así que no gastes energías haciendo amigos.
- ¿Qué sucede?-dijo una tercera voz.
- Nada Amelia- Dijo Dominique -Alguien se levantó con el pie izquierdo. Toma, amarrate el pelo- Dijo mientras le extendía un elástico- Al parecer no podemos tener el pelo suelto.
- Vale- Dijo la tal Amelia - En cuanto a ti- Dijo mirándome fijamente- No la pagues con nosotros porque no te gusta el lugar, todo esto es nuevo para nosotros.
- Sí, como sea. - dije dándole la espalda.
Manicomio, murmure mientras me sentaba y amarraba mis botas.
Después de un rato uno por uno todos los muchachos salieron, cuando el último que fué Daniel terminó de colocarse las botas, todos salimos del baño y seguimos a Dominique que dijo Darren le había indicado el camino, después de caminar llegamos a una habitación muy amplia en el centro de ella estaba Darren esperándonos.
- Bienvenidos, ya que se organizaron espero que hayan comprendido como funcionan las duchas y que se hayan grabado el camino ya que desde mañana ustedes realizarán la rutina solos. Primero vamos a estar aquí en el estudio , vamos a hacerlo durante una hora, ya llega nuestro capitan, después pasamos para comer el desayuno y después continuamos con el resto del entrenamiento que dependiendo del día va a ser grupal o individual. ¿Alguna duda?
- Sí- dije yo interrumpiendo e ignorando el hecho de que los chicos tenían las manos levantadas- mira kent ¿Escuche mal o mencionaste la palabra capitán?
- No, Apolo, escuchaste bien, es un militar de alto rango quien nos entrena así que te recomiendo que sigas el ejemplo de tus compañeros levantes la mano, y por otro lado cuida tu tono y tus palabras , mi nombre es Darren . ¿Estamos claros? - Dijo de manera retadora dando un paso hacia mi.
- No, no lo estamos, no eres mejor que yo, que te hace creer que puedes hablarme de esa forma- Dije dando un paso hacia el.
- Calmate hermano, no quieres pelear conmigo créeme.
- No te tengo miedo.
-Pues deberías.
Y de no ser por el fuerte grito de la palabra soldados proveniente de la puerta justo en ese momento hubiera comenzado una pelea que obvio hubiera ganado.
- Suertudo- le dije.
- Créeme amigo, no me quieres como tu enemigo- respondió.