V: Dependencia del odio

¿Qué es el pecado?

Podemos decir que es algo que hagamos, o algo con lo que nacemos.

No se puede vivir sin pecado y no todos los pecados son juzgados.

Pues al final, la gravedad de un pecado solo puede ser determinada por los ojos humanos.

Así se determinó que nuestra sola existencia es un pecado.

Pero no por ello estamos obligados a pagar por él.

Al fin y al cabo, no somos humanos.

—Yublan J. Jaeger

Babel, Año 2035, unos días atrás...

Solo habían pasado unas horas desde el momento en que Luna Wagner se había ido de las instalaciones junto a Nora, e invadido por una profunda duda y curiosidad Atlas se ve en la necesidad de investigar.

En la torre Atlas era uno de los pocos consientes del origen de Nora, pero aun así era mucho lo que este ignoraba de ella.

Muchas Brujas y Druidas poseen el poder de comunicarse con los animales, así como de imitar sus habilidades, pero Nora es la única persona que ha entablado conversaciones con los Wraiths, y la primera en ser defendida por uno.

Atlas podía aceptar eso, pero tras lo que vivió en la cueva, este se dio cuenta de inmediato que la habilidad de Nora también le permite imitar el poder de los Wraiths, algo que es totalmente imposible.

En el caso de animales comunes es entendible debido a que la morfología es similar, es por ello que cuando un Druida trata de imitar las propiedades de un animal con una morfología distinta como las medusas u organismos unicelulares, los resultados se vuelven impredecibles.

Es por ello que imitar las habilidades de seres formados casi en su totalidad de aura es una posibilidad risible.

Jack claramente sabia algo de Nora que todos los demás ignoran; y en ese momento él hablaba como si supiese exactamente lo que iba a pasar, aun así, no llegaba a entender el por qué no lo había compartido con nadie.

En ese instante antes de que el apóstol pudiese hacer otra cosa una persona lo llama por su nombre.

Ante el un hombre se hace presente, de cabellos negros cuasi canosos, una lacia barba y una mirada férrea que igualaba a la del apóstol; Aquel hombre era el primer ayudante del patriarca, aquel quien dirige a los tatuados.

—¿Qué quieres Asimov? —pregunta el apóstol.

—El patriarca desea verlo —Aclama el hombre.

—No es normal que tu vengas en persona, ¿Por qué no ordenaste a los tatuados buscarme? —pregunta con una mirada seria.

—El patriarca desea mantener discreción en este caso —responde Asimov.

—Eso significa que ni siquiera tu lo sabes —espeta con una vaga sonrisa —bien, subiré inmediatamente a verlo.

Tras ese comentario Atlas le da la espalda al hombre y se aleja, él sabia que la llamada del patriarca no era coincidencia, sus ojos cubren todos los rincones de esta torre, por ende, esto tenía que ver con Nora.

Con solo un paso antes de cruzar el umbral de la habitación, Atlas hace uso de su habilidad, a su alrededor la luz empieza deformarse similar a la imagen de una antena dañada.

Solo fue un único paso y antes de que siquiera transcurriese un segundo, este estaba a un paso del umbral de la morada del patriarca.

Al verlo, contrario a la imagen a la que estaba acostumbrado de él, envuelto en una larga túnica blanca y rodeado de los tatuados que fungen como sus guardianes y mediadores; en esta ocasión lo vio de pie en el centro del ala.

—Deseaba verme patriarca… —espeta el apóstol, pero solo escucho silencio.

Habían pasado años desde la ultima vez que el patriarca había hablado a solas con alguno de los apóstoles que no fuese Kruger, la situación actual no era usual.

—Atlas ¿Qué piensas de nuestra situación actual? — pregunta el patriarca.

—Es precaria, bajo sus ordenes estamos evacuando a los civiles y al personal científico a áreas seguras, pero a razón de eso mas de la mitad de los apóstoles estan fuera y la ciudadela es vulnerable a un ataque —expone el hombre.

—Y dime, si tuvieses que señalar a un culpable de esto, ¿a quien señalarías? — pregunta el hombre.

Atlas estaba confundido, no entendía el motivo de estas preguntas, pero no estaba sorprendido, pues el patriarca es bien conocido por irse por las ramas cuando habla.

—Con todo respeto su santidad, si tuviese que señalar a un responsable de esta situación, me temo que tendría que señalarlo a usted —expone el apóstol.

Atlas era consciente de lo que estaba diciendo, sabia que era una clara oposición a la autoridad del patriarca, pero si quería recibir respuestas esta era la mejor opción.

—Usted era consciente del poder de Nora ¿no es así?, yo la vi con mis propios ojos, ella sola es mas poderosa que la mayoría de los apóstoles juntos, no, de hecho, podría asegurar que con la instrucción adecuada seria mas poderosa que todos nosotros juntos —Aclama el hombre —Lo señalo a usted porque era consciente de ese potencial y decidió no aprovecharlo, y también a Kruger porque lo ayudo a encubrirlo.