Orgullosa Y Mamá

Durante el Vuelo

El vuelo despego y Luis, había recibido y hecho montones de llamadas, su agenda en verdad estaba al tope, tanto que me pidio la mia, el trabajo para Luis, era algo inaplazablable, así que en el momento que apago su celular para el despegue, fué para él un tanto traumático, miraba ese celular a cada rato olvidadndo que estaba apagado. 

-Luis, deberias dormir un poco, mientras llegamos, sé que estas cansado, a penas llegues te pondras al frente de los negocios, por ahora duerme... Disfruta.-   y así fué, reclino su silla, pidió una almohada y se durmió, yo quería hacer lo mismo pero la pensadera no me dejaba.

Luis, nunca fué nervioso con los aviones, y recuerdo perfectamente cuando lo subí a uno la primera vez. Tenía tan solo dos añitos, en esa ocasión fuimos a encontrarnos con su papá hasta Bogotá, pues estaba viviendo con sus padres, a quién por esa época aún amaba. Mi hijo estaba felíz de ver tantos aviones juntos y aún más cuando vió a su papá, ese día mi hijo estaba como un chiclecito abrazado a Nelson (papá de Luis), yo igual aún era ingenúa y me creía el cuento de que Nelson me amaba. Ese mismo día también conocí a mi suegra, ya que por mi pobreza nunca me presentó con su familia y peor aún había salido en embarazo, la mamá de Nelson era una señora de cara dulce, pero con sentimientos oscuros, la señora miro a Juan lo cargo y creo estaba feliz, luego me mostró una foto del albúm que tenía a un lado muy convenientemente listo. La foto de Nelson y Luis, eran casi dos gotas de agua, me imagino que por eso la sra. se puso feliz, fué muy amable y cariñosa.

Esa misma noche nos devolvimos en carro con Nelson a Santa Marta, ya que él quería que lo acompañaramos a entregar ese vehículo y cómo el trayecto era largo según él quería compañía, con el tiempo descubrí que nos uso para que la policía no lo moestara; el carro en que viajabamos  ese día , era robado. Les cuento que ese viaje fué muy tortuoso, a Nelson cada vez que Luis lloraba, le molestaba, fué una situasión estresante. Para Nelson, el tiempo que yo tenía sólo debía ser para él, así que cada vez que Luis requería de mi tiempo Nelson automáticamente se enojaba. Cuando los tres llegamos a Santa Marta, fué a dejarme donde mi Mamá, pués allí vivia, ella lo invito a entrar y le pidió que le explicara que tipo de relación teniamos, porque por más que ella no sea joven, no está bien visto que la mujer viva en un lado y el hombre en otro teniendo un hijo y además de eso siendo pareja.

Nelson se sintió molesto, pero no le dijo nada a mi Mamá, se despidió hipocritamente con amabilidad pero yo sabía que él iba super fúrico, ese día no supe más de él. Sólo hasta el día siguiente, me llamo para informarme que ya había arrendado una casa para los tres y aunque no tenía planeado que vivieramos porque él aún no tenía empleo fijo, pero cómo así, lo quería mi mamá pues lo iba a hacer y que yo me atubiera a las consecuencias.  Colgué el telefono con un frío que cruzo mi alma, era una premonición de algo terrible y no lo quise entender. Error total.

Mirando hacia la ventanilla lloré en silencio, y aún me pregunto cómo es posible que alguien que me amaba tanto que me trataba cómo una princesa, (porque así me deci, *mi princesita*),  pudiera cambiar tanto y conventirse en un monstruo?.

Admira cómo el tiempo te atrapa cuando empiezas a recordar, sobre todo si son cosas tristes y que perturban. Rapidamente me limpié las mejillas me coloque mis gafas, me acomodé en la silla, pues ya anunciaban que en poco aterrizariamos, desperté a Luis, me dijo que estaba teniendo un lindo sueño. Mira tú las casualidades de la vida, mi hijo soñando y yo con la pesadilla de mis recuerdos.

Por fin aterrizamos, mi hijo prendió su celular, los bip bip del teléfono, eran continuos y fastidiosos, asi que me ocupé de recibir el equipaje, ya en la salida del aeropuerto, oh sorpresa, habían muchos del barrio esperándonos, la comitiva la emcabezaba mi hermana y la comadre, así que no pudo atender ningún Bip.

A penas nos divisaron gritaban nuestros nombres eso habían abrazos, besos, en fin yo feliz, Luis no tanto, yo no paraba de reir, habían muchos vecinos casi familia, que tenían muchisimo tiempo en no ver a mi hijo, habían otros que por el chisme habían llegado al aeropuerto, pero no importa estaban allí para recibirnos y eso era lo que en verdad me importaba y a Luis por su cara, se que le agrado.

Yo  adoraba todo eso, a todas esas personas, nadie se imaginaba que en algún momento yo era distante de ellos no porque quisiera, lo hacía por darle gusto a Nelson y de esta manera disque salvar el hogar para que Luis creciera junto a su padre, y era cierto que nelson era demasiado seco y consideraba que los vecinos, los amigos no eran necesarios, asi que adopte esa idea y me fuí convirtiendo en una persona amargada, con mi autoestima baja y sola. Así que para mí era felicidad sentirme bien, sentir que tenía personas a mi lado que nos estimaban por quienes eramos, no por lo que pudieramos tener. En fin.

La cosa es que eramos muchos y aunque algunos habían llegado en el carro del Sr. Pipe, el dueño de la tienda, otros habían llegado en bus. Había que solucionar cómo devolvernos ya que ese gesto amable teniamos que retribuírselos, y pues me dí mis mañas y convencí al sr. de una busetica estacionada que esperaba pasajeros que nos llevara a todos al barrio. Mi hijo se fué con Don Pipe y con otro grupo de vecinos, no sin antes haber depachado al carro que Luis había contratado para que nos esperara. Yo me fuí en la buseta con mi hermana y otros vecinos. nos fuimos riendo y contando chismes, ibamos tomando vino y cantando, hay que locura.

El pobre Luis, no la pasó bien, entre los BIPS, de su celular y las preguntas de los vecinos, lo llevaban loco. Hicieron nosé cuantas paradas, porque tenía que atender llamadas importantes, aunque a la quinta parada, los vecinos ya estaban como molestos, así que a Luis por vergüenza, le tocó dejar que el vicepresidente atendiera el resto de cosas,  por lo que terminaba el día, y al fín apago el celular. Siguieron su camino y llegaron como media hora después que nosotros, ya yo estaba acomodada con mi mamá, mi comadre y mi hermana, en el patio bajo el palo (árbol) de Mango. mi Mamá estaba feliz que pronto vería a su nieto.




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