En una obscura noche gritos horrendos salían de una casa ubicada en uno de los sectores relativamente abandonados a las afueras de Londres, en las cercanías de esta se podía distinguir que aparte de los gritos, risas estridentes provenientes de una voz diferente los acompañaban. La casa en cuestión pertenecía a uno de los asesinos que mas temor estaba creando en la época: Isaac; solo que en esta ocación quién emitía los gritos de dolor y desesperación era él mismo y ¿quién se los causaba? nada mas y nada menos que Laughing Jack su querido amigo "imaginario" de la infancia.
--Oh vamos Isaac ¿ya no quieres jugar conmigo? ¿no dijiste que siempre serías mi amigo?-- La sonrisa de Jack era realmente aterradora, esta mostraba una retorcida fascinación y diversión por lo que hacía. Para este punto Isaac quien se encontraba atado a la mesa donde en muchas ocaciones sus victimas lo habían estado; ya no podía hablar, su lengua había sido estirada y arrancada de tajo por las garras de la criatura dueña de su tortura.
El cuerpo de Isaac temblaba de terror puro mezclado con el intenso e inhumano dolor que sentía porque aparte de su lengua, le habían sido arrancados algunos dedos tanto de manos como de pies, además de golpes y rasguños profundos provocados por Jack; Isaac al no poder hablar emitía gritos y sonido extraños, al estar consiente y presenciar todo lo que Jack le hacía y no poder defenderse para nada.
--¡Me abandonaste por trece años Isaac!-- Dos de las garras ensangrentadas del payaso se clavaron en uno de los glóbulos oculares del joven sacándolo por completo y rompiendo de un tirón los nervios y tendones; logrando así que este soltara un grito ahogado con la sangre que se encontraba acumulada en su boca. --Así que sí ¡jugaras conmigo un poco mas!-- y dicho esto Jack enterró sus garras en el vientre de Isaac y lentamente empezó a rasgar.
Los gritos y risas psicópatas se siguieron escuchando unos minutos mas; hasta que al final todo ceso.
--Isaac al final nuestro juego no fue tan divertido, tendré que buscar otros con quienes jugar-- después de estas palabras, una risa estruendosa sonó por todo el lugar.
De pronto un tarareo entonando Goes Pop the Weasel se escuchó como eco por todo el lugar.
--Oh vamos, no fue tan mal jugador.-- Una voz resonó por todo el lugar, haciendo callar al instante a Jack.
--¿¡Quién eres!? ¡muéstrate! ¿acaso eres mi nuevo amigo?-- Jack volvió a sonreír. --¿Quieres jugar conmigo?-- al Jack terminar de decir esto, una risa no tan escandalosa pero si tétrica se dejó escuchar por todo el lugar.
Jack se mantenía sonriendo mostrando todos sus dientes, mirando de un lado a otro; por el momento en la habitación no había nadie mas que él y el cadáver de Isaac todavía amarrado a la mesa.
--No lo creo, yo terminaría ganando y realmente no me interesa destruir a mis propias creaciones.-- La voz continuó retumbando por todo el lugar.
--¿De qué estás hablando?--.
De la nada, en uno de los muros una puerta de madera se fue formando. Una vez formada el pomo de esta giró lentamente y fue abriéndose; por la puerta poco a poco una mano con garras negras fue asomándose. Jack inmediatamente dirigió toda su atención hacia la criatura que lentamente estaba saliendo de la extraña puerta.
La criatura se fue asomando, revelando unos ojos verdes brillantes y penetrantes, cabello rojizo, una sonrisa con dientes afilados y una vestimenta muy extraña parecida a la de los cirqueros.
--Hola Laughing Jack, mi nombre es Jason the Toy Maker y soy tu creador.-- Dijo una vez estuvo totalmente parado en la habitación frente a Jack. Con sus ojos verdes brillando de locura y felicidad y su sonrisa demencial mucho mas grande.