En una noche sin luna, con las calles completamente desiertas una pequeña niña corre a todo lo que dan sus pequeñas piernas, su respiración es agitada ya que lleva corriendo varias calles huyendo del monstruo que destruyó su vida y ahora busca destruirla a ella.
Una risa siniestra se escucha por las calles, la desesperación de la niña se incrementó al escucharla, la criatura esta a solo unos metros de alcanzarla; la niña sabe muy dentro de ella que no tendría que haberle hecho caso al extrañamente lindo payaso que se le apareció una tarde en la que ella y su familia habían salido a acampar y en su caminata se encontró con una cajita descolorida pero muy linda; el lindo y extraño payaso apareció momentos después de ella abrir la caja, solo ella podía verlo y creyó que él sería su leal amigo; grave error.
El simpático payaso que se había presentado como Laughing Jack era ahora el monstruo que había acabado con la vida de toda su familia y ahora iba tras ella.
Huyendo a todo lo que daba de su perseguidor la pequeña se escabulló en una de las calles que daba directamente a la estación de policía minutos después un fuerte golpe dado en el muro de un edificio se escucho detrás de ella, la niña no se detuvo y siguió corriendo.
Jack iba corriendo con risas psicópatas por calles usando de vez en cuando sus largos brazos para tener un poco de más impulso o para trepar por algún muro o arbol, lo que sea que le brindara más diversión a la pequeña persecución que se había dado lugar por un pequeño descuido que él tuvo.
La pequeña mocosa era muy divertida a su parecer, era un poco diferente a los demás niños con los que había "jugado" ella no se había quedado quieta del susto al ver tales escenarios sangrientos sino que había salido corriendo a todo lo que daba; algo diferente y refrescante para variar, pero ya se estaba aburriendo y ya era hora de que la alcanzara, el juego había terminado.
A metros de alcanzarla un puño se estrelló contra el muro de un edificio y a centímetros de su rostro, cortandole de tajo la posibilidad de alcanzar a su objetivo.
--¿¡Pero qué!?-- se cuestionó Jack frenando de golpe y volteando a ver a quién se había atrevido a intervenir en su juego. --¡Tú! creí que eras el idiota de los hilos o el estúpido impertinente del martillo gigante.-- habló molesto Jack.
--Oh vamos, el idiota de Puppeter es divertido y Candy aunque algo molesto e impertinente es el que mejor entiende a mis amados juguetes y uno de mis mejores clientes.--
--Perfecto provocaste que mi amiga escapara y arruinaste el juego.-- habló Jack viendo las calles completamente vacías a su alrededor sin señal alguna de la niña. --A todo esto ¿Qué haces aquí en Rusia, no estabas en Argentina?-- Dijo Jack volviendo a centrar su completa atención en Jason. La presencia de este en el mismo lugar que él no podía ser nada bueno.
--Pasé por Argentina, Perú, Guatemala y México ¡los niños de esos lugares son TAN divertidos!-- la expresión mostrada por Jason era de diversión y locura total; sus ojos brillaban intensamente con cada palabra pronunciada.
--No me has respondido ¿qué haces aquí?-- preguntó Jack en un gruñido gutural tensando su cuerpo y alistándose para atacar. Sus dientes y garras sobresaliendo más y su apariencia en general cambiando lentamente como si quisiera que Jason no se diera cuenta del cambio, pero lo hizo y al hacerlo sonrió con burla.
--Oh Jack, ya no tengo interés en ti, te lo dije hace más o menos un siglo ¿no? para mí no eres más que un juguete averiado, ahora solo vengo a recuperar lo que es completamente mío; el brillo espectral de vida que te dí.
Que casualmente es lo que te permite mover y sin ello solo serás un juguete que tiraré a la basura. Pero mira el lado bueno Jack, permití que te divirtieras durante un siglo y creo que es tiempo suficiente.-- aunque la voz de Jason sonara comprensiva la sonrisa y destello de burla seguía en su boca y ojos respectivamente.
Esto enfureció a Jack, quien en medio de gruñidos guturales, estruendosas carcajadas salían de él; mientras esto ocurría su forma iba cambiando, volviéndose más grotesca.
--¿Y si mejor soy yo el que se queda con toda tu vida?-- Y diciendo esto con una sonrisa demencial Jack atacó a Jason con un zarpaso rasguñando su pecho profundamente pero con cortes pequeños, dejando ver solamente un poco del brillo azulado en el interior del juguetero.
--Así que allí esta, Jason ¡que fácil me lo has puesto!-- Después de estas palabras Jack se soltó a reír demensialmente.
Jason había esquivado el ataque directo de Jack saltando hacia atrás rapidamente, logrando así minimizar el ataque; pero no logró evitar que el payaso notará el origen de su vida. Su cuerpo como de costumbre se regeneró rapidamente.