Evgeiny estudia el diario de Owen Smith, allí se relata cómo comenzó la invasión alienígena de los Kalmarn a su escuela. La historia cuenta como Owen y sus amigos se enfrentan a los aliens en su escuela y luego se separan por diferentes vías. Evgeiny se le aparece una misteriosa sombra y Evgenia la encuentra desmayada y la despierta.
Al día siguiente de lo ocurrido con el supuesto secuestro de Evgeiny, ella se encontraba con una memoria USB en su poder. Esta contenía las páginas digitalizadas del diario de Owen Smith, el cual narraba cómo los extraterrestres habían comenzado a conquistar el pueblo de Strawberry, tal como Lance se lo había mencionado. Entonces, ella conectó el USB a la computadora de la casa, que era el mismo ordenador desde donde Oriol, su hijo, se inscribió en la universidad de Éter.
Ella estuvo muchas horas revisando las páginas del diario Evgeiny en donde encontró lo siguiente:
Agosto 25, 1980; Strawberry.
Cualquiera que lea las páginas de este diario creerá que yo me volví totalmente loco, pero por favor, si llegan a tenerlas en sus manos, háganlas llegar a las autoridades correspondientes para que podamos exterminar la amenaza alienígena de nuestro planeta de forma definitiva.
Soy Owen Smith, hijo de los escoceses Spencer y Mary Smith, quienes en 1979 atravesaron el océano en pos del llamado sueño americano. Por aquel entonces, con catorce años recién cumplidos, logré acceder al noveno curso de la escuela preparatoria de Strawberry. Desdichadamente, aquel lugar distaba mucho de ser grato. Los alumnos bullían como olas encrespadas y el ambiente estaba cargado de tensión, como arena arrastrada por el viento. Incluso llegué a pensar que los cerdos de la granja comían mejor que nosotros. Esta era nuestra situación.
La escuela era un escenario de sufrimiento donde todos, grandes y pequeños, éramos blanco de martirio según nuestras posiciones en la jerarquía estudiantil. Nuestros padres, atareados con su jornada en Lion Corp, nos brindaban escasa protección. Yo padecí acoso hasta que encontré consuelo en Rick Malfloyd, estrella del equipo de fútbol. Gracias a él, mi suerte comenzó a mejorar.
En 1980, con quince años cumplidos, comenzamos el décimo curso. Al grupo se nos unieron: Ben Richards, una mente brillante siempre dispuesta a auxiliarnos en nuestras tareas. Llegó también Cloé Samuel, una joven muy capaz a pesar del estigma por su raza. Zack Morris, rebelde, manejaba la venta de sustancias recreativas en las afueras de la escuela. Johann, quien era la líder de las porristas. Katherine Frozenhouse se autodenominó “la amante en un mundo de pesadillas”. Posteriormente, se nos unieron el conserje John Student y el profesor de historia Dan Michael.
En la escuela, más que sobrevivir, buscábamos hacer algo útil. Como adolescentes, esperábamos conseguir algo mejor que la violencia, el ruido ensordecedor y los transportes abarrotados. Por suerte, había un almuerzo más que digno para los cerdos, aunque la única alternativa para salir de Strawberry era Osborne, a 40 Kilómetros de distancia.
Todo transcurría con normalidad cuando un día, mientras caminaba por los alrededores del campo de fútbol, descubrí una criatura diminuta que al principio creí que era un insecto. Estaba en el mismo curso de los amigos que mencioné al inicio, por lo que llevé la extraña cosa al laboratorio de mi clase de ciencias para que el profesor me premiara y tuvieran ellos envidia. Al analizarla, nos dimos cuenta de que era una especie de animal nunca antes vista. El maestro de ciencias, el señor Mark Maltus, nos pidió que mantuviéramos el hallazgo en secreto y prometió darme un 10 en el trabajo de investigación. También dijo que iba a enviar el espécimen a la universidad para que lo estudiaran.
El espécimen, de color azul, con sus diminutos tentáculos blanco medio azulados y sus pequeños ojos, fue introducido por el profesor al agua. Esto provocó que el animal, al que se pensaba muerto, despertara de repente y comenzara a nadar. Además, comenzó a dividirse dentro del líquido. Esto hizo que el profesor considerase a este ser como algo extraterrestre y muy complejo. No obstante, él insistió en dejarlo allí para que fuese investigado, así que no quedó otra opción que aceptar su petición. Mientras los demás aún seguían atónitos por mi hallazgo.
Me sumergí en una profunda tristeza al recibir la perturbadora noticia de que, en un breve lapso de tiempo, una presencia alienígena había tomado control del venerado Maestro Maltus, extendiéndose luego para apoderarse de todo el cuerpo docente. Este descubrimiento se desveló poco a poco a medida que percibíamos las conductas anómalas de los profesores, y cada uno de nosotros se percató por sí mismo de la invasión extraterrestre.
Rick, en particular, me relató un incidente escalofriante que le ocurrió a su amigo el día anterior. Este valiente joven tomó la difícil decisión de abandonar el equipo de fútbol, pero al comunicárselo al entrenador, se encontraron los tres confinados en un sórdido baño. El entrenador, en lugar de atender su petición, se transformó en una grotesca criatura que devoró a su propio pupilo. La espantosa visión fue demasiado para Rick, quien, desnudo y preso del pánico, huyó despavorido y llamó a la policía en busca de ayuda. Sin embargo, cuando las autoridades llegaron a la escena, el amigo de Rick se encontraba completamente ileso. Para empeorar las cosas, las fuerzas del orden tomaron la situación como una simple y deplorable broma estudiantil, obligando a Rick a retractarse de su testimonio.
En resumen, la oscuridad había invadido nuestra institución educativa, y nosotros, los estudiantes, estábamos solos en nuestra lucha contra esta amenaza alienígena.
Ben compartió conmigo otro escalofriante relato que involucraba al profesorado, esta vez relacionado con un misterioso paquete que había sido enviado a su hogar. Lleno de intriga, Ben abrió el paquete, esperando encontrar su informe de calificaciones. Sin embargo, lo que emergió de la caja superó con creces sus expectativas: se trataba de un siniestro parásito de origen alienígena, pues al parecer los profesores buscaban expandir la plaga, contagiando también a nuestros padres y demás familiares.