Cuán fácil es sembrar la tigridia endeble
Que, como la pasión, a su muerte florecen cientos de nuevas simientes
Predilecta belleza de déspotas amantes, que, sin cuidado alguno flora la semilla sin caricias o agua fresca.
Podrán contarse por miles las que posee un descuidado amador, pero ninguna será capaz de saciar lo que ha muerto en su interior.
Cuán difícil es cultivar la orquídea grácil
Como bestia encabritada que resiste a la dominación de las ataduras
Pero qué placentero es verla florecer bajo el abrigo del anhelo
Que difícil, como el amor, cultivar la orquídea fausta.