El general Fort Nox permaneció tres días enclaustrado, sin más visita que la de un par de ingenieros que fueron a instalar una cámara de seguridad pero que para él pudieron haber sido un par de fantasmas, no se movía, no hablaba, parecía que su espíritu combativo lo había abandonado dejando solo el cascaron de su armadura sentado en el armazón de la cama en aquella habitación desvalijada, solo en espera de que Gideón al fin apareciera para su juicio final.
Sin embargo cuando los seis cerrojos se abrieron de nuevo no fue su creador quien entro, era Margaret.
Venía con una silla plegable que debía llevarse al salir, la coloco frente a Nox y tomo asiento, el general supo que era ella por el ruido característico de sus zapatos porque no levanto la cabeza para mirarla, se mantuvo tan estático como siempre.
-Buenos días, Nox.
-…
-¿Cómo te sientes?
-…
-Nox…-suspiro- por favor, háblame, sé que esto es muy duro para ti pero si hablamos… ¿Por qué lo hiciste?
-…
-Atacaste a una persona, arriesgaste toda la investigación y pudiste lastimar seriamente a alguien…
-Atacar a un humano…arriesgar un trabajo humano…dañar a un humano…eso es todo lo que les interesa…
-No es…
-¿Qué me dices de Magda?- salto, recuperando algo de su aplomo- ¿alguien se preocupa por ella?, me dijeron que se la llevaron, yo solo…solo quería protegerla…proteger a una maquina…no parece un buen argumento en realidad pero para mí lo es…solo quisiera que esta espera no se prolongara tanto, ¿Qué espera el profesor Gideón para venir a apagarme?
-No van a apagarte.
Nox abrió mucho los ojos y al fin alzo la cabeza para mirarla.
-¿No?
-Claro que no, Gideón ordeno que se te dejara solo, para que reflexionases y me dejo venir para ver el resultado.
-¿El no vendrá?
-Creo que no…la verdad no se encuentra muy bien, está deprimido.
-¿Por mi?
-Más o menos, si me permites dar una opinión personal, yo diría que esta de tu lado pero debe mantener una imagen- le puso una mano en el hombro- mañana volverás a las pruebas pero estarás otra vez con vigilancia, como al inicio y Gideón quería que te informara, ya decidieron la fecha, presentaran a Asimo en un mes.
Alguien toco la puerta, era la señal para que Margaret saliera, la doctora tomo su silla y se marcho sin despedirse pero para Nox pudo haber sido como si no hubiera estado nunca allí, su mente andaba ahora en otra parte.
Un mes, en un mes el mundo sabría que existía la Inteligencia Artificial y nada volvería a ser igual, cuatro semanas parecían tan poco, se puso de pie por fin y empezó a pasearse nerviosamente, sujetándose las muñecas en un gesto automático, allí guardaba algo, un secreto mortal que había jurado llevarse a la tumba, el resultado de sus largos estudios.
No había podido salvar a Magda pero aun podía hacer algo por el mundo.
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-Vengo de hablar con él- le dijo Margaret a Gideón- no parecía arrepentido.
-No esperaba que lo estuviera, tiene un exagerado sentido de la justicia, o mejor dicho, de lo que él llama justicia, la defensa de sus semejantes, desde el principio deje en claro que podría ser violento y a esto me refería, las personas somos tristemente injustas a su perspectiva, siendo franco, no puedo culparlo… ¿le dijiste lo de Asimo?
-Si…creo que lo perturbo bastante.
-Es comprensible, Asimo puede ser muy buen artista pero no le llega ni a las rodillas a Nox, ya veremos cómo se tratan mañana.
-Mañana…
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-En serio te envidio…
Nox y Asimo llevaban un buen rato en silencio, uno solo sentado allí, el otro ocupado en algún dibujo, cuando al general se le ocurrió salir con aquello Asimo hizo un ruido despectivo que daba a entender lo obvio que era que sintieran envidia de él.