MORGAN
El sol brillaba con fuerza aquel día, sentía el aire fresco soplar en mi rostro, el bosque siempre era el lugar perfecto para escapar.
—Baja, ya —suplicó, negué con la cabeza y seguí escalando el viejo árbol.
Él solo me observaba desde abajo con desaprobación, tan protector como siempre.
—Te caerás, baja de una vez, tenemos que regresar —pidió frustrado.
Sin pensarlo dos veces me solté y reí cuando me sujetó.
—Pude haber dejado que te golpearas—resopla dejándome en el suelo.
—Sé que no lo harías —aseguro.
Ríe y niega mirándome a los ojos.
—Nunca.
—¿Sean?...
El nombre abandona mis labios sin previo aviso. Mi mano izquierda se encuentra tocando su oscuro pelaje, las imágenes aparecieron en mi mente como si de una película se tratase.
Mis ojos observan los suyos fijamente. No siento el miedo de hace un par de minutos cuando lo vi por primera vez, ahora es diferente. Una chispa de emoción cruza su mirada. Esos ojos tan familiares, cómo es posible haber conocido a alguien y no poder recordarlo.
Mi cabeza es un caos en este momento.
—¡Quién diablos crees que eres!—esa voz me devuelve a la realidad y me aparto de golpe.
Observo a Ethan mirar furioso a Jaden.
No sé qué fue exactamente lo que me motivó a desviar el disparo.
Mi cuerpo actuó por sí solo, sentí la necesidad de protegerlo, no podia permitir que lo lastimaran.
En cuestión de segundos Ethan lo tiene sujetado de la camiseta.
—!Quién carajos te crees para intentar hacer eso! —la rabia fluye de su voz, su mandíbula está tan apretada por el enojo.
—Solo la protegía — responde este sin mostrar emociones —. Sé lo que son y créeme —lo mira desafiante —. No les tengo miedo.
Su agarre se aprieta con más fuerza. La vena de su frente se hace notoria por la furia.
—¡Paren los dos! —grito molesta, mi cabeza empieza a dar vueltas, el dolor va aumentando de a poco.
Todo esto es demasiado y no entiendo ni la mitad de lo que está pasando, todo parece sacado de un mal chiste. Si es un sueño, quiero despertar de una vez.
Ethan lo suelta de mala gana y ambos me observan. Trastabilleo un poco y siento a Sean tratar de estabilizarme.
Intento caminar, pero en cuestión de segundos mi cuerpo impacta contra la fría tierra.
Mi vista se vuelve borrosa, pero antes de perder por completo el conocimiento escucho su voz.
—Tranquila, Morgan —susurra —. Prometo que todo estará bien.
Su cuerpo levantándome es lo último que siento antes de caer en el vacío.
—Dulce e ingenua, niña —murmura alguien, siento su voz cerca, pero todo está oscuro y no logro distinguir nada —. No sabes las cosas que eres capaz de ocasionar, tienes más poder del que imaginan y más del que mereces.
Mi cabeza duele, mi respiración es agitada, a que se refiere, no logro entender a qué se refiere con lo que dice.
Mi voz parece estancada en el interior de mi ser, no puedo pronunciar ni una sola palabra.
—Pronto nos conoceremos, llegará el momento de dejarte consumir por la oscuridad. Deja que tu poder fluya, cariño, prometo que lo disfrutarás.
Todo queda en silencio. Y despierto.
Mis ojos se abren de par en par, el techo de mi habitación me da la bienvenida. Mi cuerpo se encuentra tumbado sobre la cama. Me levanto de golpe y mi cabeza duele por el movimiento.
—Fue solo un mal sueño —hablo poniéndome de pie mientras masajeo mi sien. Observo la hora en el reloj de la pared y son más de las seis de la tarde.
—No tientes mi paciencia —gruñe alguien en la planta de abajo.
Maldigo internamente. No fue un sueño.
—La conozco mucho mejor que tú —esta vez es Jaden el que habla—. ¿Dónde estuviste todos estos años?
Avanzo en silencio hacia las escaleras para escuchar mejor.
—Eso es algo que no hablaré contigo—responde—. Este asunto no te incumbe, ahora largo —pero quien se cree que es para dar órdenes en mi casa.
—Sueñas si crees que dejaré a Morgan sola con ustedes.
—Si fuera tú me iría ahora que tengo oportunidad —reconozco esa voz —. Mi hermano no es el mejor para controlarse, podría acabar contigo en cuestión de segundos. Y créeme, no quieres que eso pase —advierte.
¿Hermano?
Al bajar las escaleras los encuentro a los tres. Sean se encuentra en medio de ambos mirando desafiante a Jaden.
Este solo aprieta los puños, sus nudillos están tan blancos por la presión que ejerce, que podrían romperse, pero se regala cuando me ve.
—Necesito que me expliquen qué está pasando —los observo —. Está claro que soy la única aquí que no está entendiendo nada. Mi cabeza está a punto de explotar tratando de procesar lo que vi horas antes.
Jaden trata de tocarme, pero me aparto.
—El único que puede aclararnos todo, es tu padre —suelta Ethan, relajado.
—¿Mi padre?—lo observo confundida— ¿A que te refieres con ello?, él ni siquiera te conoce, por qué tendría que saber algo de todo esto. Es simplemente estúpido
—Oh, créeme— interrumpe—. Tu padre sabe mucho más de lo que imaginas.
—Acabo de ver a un lobo enorme horas antes que ahora esta aquí, por cierto, pero en forma de humano— señalo a Sean y este solo sonríe—. ¿Cómo es eso posible? Sueno como una loca solo de mencionarlo.
—Todo esto es muy complicado —interviene Sean—. Incluso hay cosas que nosotros mismos desconocemos —siento que estoy en una pesadilla, tiene que serlo, de dónde salieron estos dos.
—Mi madre te dirá todo lo que quieras saber —Ethan avanza en mi dirección.
—Cómo puede decirme lo que quiero saber si ni siquiera me conoce —hablo incrédula.
—Hay muchas cosas que no recuerdas, no es así —no es una pregunta es una afirmación —. Ves cosas que se supone una persona común y corriente no debería ver, cosas inexplicables te han sucedido — alzo la mirada cuando se detiene en frente de mí.
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Editado: 31.10.2020