Cassie abrió sus orbes verdosos al sentir una ola de frío surcar sus delicados huesos, notando que se encontraba completamente sola en la habitación. Se enderezó sobre su cómoda cama, tallando sus ojos y abrazándose a sí misma en busca del calor faltante en ella, cuando los recuerdos de la noche anterior cruzaron su mente como el flash de una cámara.
Inmediatamente, regresaron los nervios mientras el olor de unas tostadas cocinándose ingresaban en sus fosas nasales. Colocándose de pie rápidamente, se dirigió a la cómoda junto a su cama y se acuclilló frente a un cajón de este, buscando desesperadamente algo en su interior.
Y lo encontró, una navaja que colocó bajo la manga derecha de su prenda mangas largas. Un fuerte ruido resonó detrás de ella, haciendo que cayera sobre su trasero, mirando con nervios y terror la puerta de la habitación.
No había absolutamente nadie, lo que hizo que Cassie suspirara en alivio por un segundo, antes de ponerse de pie y dirigirse cautelosamente a aquella puerta.
Apretó con fuerza aquella navaja mientras tanteaba el pasillo que conectaba su habitación, el baño, la cocina y el living.
Su cuerpo se tensó por completo al momento llegar a la cocina y quedó helada cuando sus verdosos ojos localizaron al castaño de espaldas cocinando lo que Cassie creía que eran huevos fritos sobre una sartén. Al sentir la mirada de la castaña, Jake voltea con una sonrisa mientras sostenía la sartén con su mano derecha y con la otra sostenía una espátula.
Cassie frunció el ceño en confusión al ver como el castaño usaba su delantal de la caricatura de Kuromi; un regalo de cumpleaños de parte de su hermano.
Apretó la navaja sobre la palma de su mano con más fuerza por los nervios que iban en aumento.
———Siéntate, Amor. Ya hice el desayuno... Y que milagro que hayas despertado tan temprano, ya estaba por despertarte yo mismo ¿Viste que hora es?———Comenta el castaño con una sonrisa, mientras colocaba los huevos, previamente cocinados por él, sobre las tostadas.
Cassie observo el reloj colgado sobre la pared de la cocina, eran las 6:12. Ella se preguntaba mentalmente como era posible se despertara tan temprano, siendo que normalmente su reloj biológico siempre pide por no despertarse nunca.
Sobre la mesa se encontraban dos platos bien decorados con dos tostadas con huevos y aguacate servidos sobre estas, además de dos tazas de café. Ella tomó asiento con cuidado mirando con nervios al castaño, mientras Jake aún miraba a Cassie con su característica sonrisa tierna.
———¿No tienes frío? Estamos a 11 grados hoy. Bueno, es obvio, estamos e invierno, pero estás descalza y el suelo está helado...———Dice el castaño mirando con preocupación a la ojiverde.———Mmm... aunque acabo de colocar el aire acondicionado en calor así no terminas enfermándote del frío de aquí.———
———¿Por qué...?¿Por qué sigues aquí?———Murmura preguntando con temor.
El rostro de Jake se convirtió en una de seriedad y molestia. Se colocó frente a Cassie y tomó asiento con lentitud frente a la mesa del desayunador.
Apoyó una mano bajo su mentón y habló sin borrar aquella mirada.———¿Estás echándome...? Incluso te preparé el desayuno ¿Y tú cargas esa navaja contigo?———Los ojos de Cassie se agrandan a más no poder y Jake simplemente la observaba con tristeza.
El temor seguía allí, no sabía lo que haría ahora qué él sabía aquello, se sentía diminuta con él frente a ella.———No voy a alejarme de ti, Cassie... Por más que me lo ruegues no lo voy a hacer, Amor.———Suelta mirándola con seriedad y extiende su mano hacia ella, causando que ella se tensara.———Dame esa navaja... Ya———
Cassie se encontraba temblando, tenía miedo de las dos posibilidades que ocurrirían si se la daba o no. Subió un brazo para bajar temblorosamente la manga de aquella mangas largas, quedando a la vista la navaja sobre su palma. La coloco sobre la palma de Jake y este guarda la navaja en un bolsillo de su campera para luego ordenar.———Come...———
La ojiverde se queda helada por la orden y entrecierra sus ojos. Él la miraba fijamente con la tostada en su mano, apuntando la boca de Cassie. Ella, con mucha vergüenza y nerviosismo, abre su boca para darle un mordisco.
Para su suerte, el timbre de la entrada del departamento resuena antes de que pueda darle un bocado.
Jake miró la puerta para luego volver sus orbes oscuros a Cassie con sorpresa reflejada en su rostro, poniéndose de pie y dejando aquella tostada sobre la mesa
Cassie se estremeció al notar como Jake había sacado levemente la navaja y se colocó de pie para ponerse frente a él, colocando su mano sobre el hombro de él.———¡Jake...! Tran-tranquilo, yo iré a ver quien es. No hagas nada...———Comenta la castaña mirándolo con nerviosismo.
———Tú abrirás y le dirás a quien sea que sea se largue... Yo voy a quedarme detrás de la puerta, observando y escuchándote. Si haces algo mal, esa persona saldrá muy perjudicada y Tú también.———suelta con un rostro frío y molesto, a lo que Cassie se aleja con la respiración agitada y nervios en dirección a la entrada, con Jake siguiéndola por detrás y apoyándose en la pared detrás de la puerta con ambos brazos cruzados sobre su pecho y la navaja visible en su mano. Le indico con una seña que procediera abrir la puerta y así lo hizo.
———¡Hey, Cass!.———Saluda su amigo pelirrojo lanzándose a abrazar fuertemente a la castaña, que se estremeció por el contacto repentino.
Jake la miraba con seriedad y frialdad mientras balanceaba la navaja sobre su mano, tenía miedo y eso la obligó a no corresponder al abrazo.
———Lu-Luke... ¿Qué haces aquí? Estoy algo ocupada en este momen-.———es interrumpida por la voz emocionada del pelirrojo.
———Ah... Vine visitarte un rato porque estaba por aquí cerca. ¿Puedo pasar?.———Comenta intentando rodear a la ojiverde, pero esta lo toma del brazo con rapidez y nerviosismo, empujándolo en dirección a la salida nuevamente. Suelta una risa nerviosa al notar lo brusca que había sido con él.
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Editado: 20.06.2023