23. Dante y Nodens.

Lex apareció a unos metros de nosotros, tosió para llamar la atención así que Nicolae y yo volteamos a verla.

-Perdón mi señora por interrumpirla, pero el Rey quiere hablar con usted. –Su cara era neutra, en el fondo veía que algo le preocupaba.

-Tranquila. Dile que me encuentre en el trono. –Lex asintió y desapareció.

-¿Qué crees que te quiere decir? –Nicolae tomo mi mano y empezamos a caminar adentro.

-No lo sé, tendré que averiguarlo...

Al llegar al trono, lo vi con 4 de sus súbditos quienes parecían escoltarlo aun. Sus manos estaban cruzadas, su cara no tenía expresión alguna sino cuando me acerque se formó una sonrisa en su rostro.

-Karen... –Se acercó a mí.

-Rey. –Me incline. – ¿Quería verme?

-Sí, desearía bailar contigo esta balada, Karen. –Volteo a ver a Nicolae. – ¿Me permite?

-Oh, claro, toda suya. –Le sonrió. –Ire a buscar a Alex, quiero dar un paseo con él.

-Bien. –Le sonreí y luego desapareció entre la gente.

El Rey tomo mi mano y me llevo a bailar. Sus manos estaban muy frías, su cuerpo parecía tenso.

-¿Pasa algo? –Incline mi cabeza para ver su rostro pero el sacudió su cabeza.

-Es Dante. –Soltó de repente. –Ten cuidado, tienes que empezar a entrenar de nuevo.

-¿Qué? –Fruncí el ceño.

-Dante entrara a este universo cuando menos te lo esperes, y tu poder tiene que ser controlado por ti.

-Pero ya recuerdo mi pasado.

-Pero no sabes controlar bien tu poder, lo cual puede ser peligroso, dile a Scarlett que te enseñe cosas básicas. –Me dio una vuelta y miro a la gente a su alrededor.

-¿Por qué Scarlett?

-Tú le enseñaste algunas técnicas, puedes practicar con ella. Luego practicar conmigo lo esencial.

-Pero no sé qué tipo de cosas puedo hacer con mi poder, ¿Y si lastimo a alguien mientras lo uso?

-Nuestro poder se puede usar de distintas formas, ya sea en niebla, tentáculos de oscuridad, la base de nuestro poder es la oscuridad, así que puedes moldearlo y hacer lo que quieras. Y recuerda esto; La oscuridad no siempre trata de maldad y fines, sino que también de vida y bien.

-Entendido. ¿Algo más? –Suspire.

-¿Dónde tienes el collar de hace siglos? –Miro mi cuello. –Estaba en ese costal con tus cosas del orfanato.

-¿El collar con el colgante de piedra? –Asintió. –Se lo di a Nicolae, ¿Por qué?

-Con ese collar te das cuenta cuando se rompe la barra protectora del portal que abre este mundo con otros. ¿Has visto cambios en la piedra?

-No... Simplemente que Nicolae se quejaba por la piedra, como si le doliera.

-Si la piedra se rompe es una señal de que la barra protectora se dañó. –Pensó un momento. –Si a tu noviecito le causo un efecto puede ser que la piedra este inestable.

-Entonces eso significa que la barra protectora esta inestable.

Asintió. –Sí, y es mejor que busques a tu novio, porque siento que se está acercando mucho al lago. Ahí es donde está el portal. –Dejamos de bailar. –Y es mejor que intentes reestablecer la barra, llévate a Lex.

El Rey se alejó de mí hasta que no se vio más por el salón. Lex apareció de repente estirando su mano hacia mí para que la tomara, una niebla nos rodeó hasta que desaparecimos del lugar.

-Mi señora, no puedo detectar al Joven Nicolae ni a su amigo Alex.

-Dijeron que iban a dar un paseo... -Mire la luna roja. –El Rey dijo que estaban cerca del lago.

Leslie

Pase mi mano por la flor morada. La flor fue cambiando de color a uno negro, estire mi mano y se la mostré a Ban.

-Mira, cambie el color de la flor. –Dije entusiasmada.

-Genial. ¿Puedes hacerla más grande? –Asentí.

-Supongo. –Pase las yemas de mis dedos por la flor. Vi como cambiaba de color a uno amarillo y su tamaño incrementaba un poco.

-¡Dos en uno! –Sonrió. –Mejoras cada vez.

Nuestras sonrisas se borraron cuando el suelo empezó a temblar, Ban rápidamente me abrazo y frunció el ceño. Algunas personas gritaron de preocupación. El temblor duro unos cuantos segundos pero era raro. Empecé a sentir mi cuerpo raro, mi piel se erizo y mis piernas empezaron a temblar por un momento.

-¿¡Que pasa!? –Ban me llevo a una silla en la cual me pude sentar.

-Me siento un poco rara... –Mire por la ventana a la luna roja. –Siento un poder igual a Karen...

-Seguramente es del Rey de los Universos. –Negué con mi cabeza.

-El Rey solo muestra una parte de su poder, no todo. –Hice una pausa. –Pero este es un poder que se muestra a la totalidad, se siente.

-Mierda... –Ban frunció el ceño al igual que las demás personas. –Ya empiezo a sentir eso... Pero te equivocas, son dos tipos de poderes muy diferentes que se sienten en este momento...

-Es verdad... Incluso me siento identificada con uno de ellos... –Mire mis manos. –Solo había una persona con el mismo poder que yo...

-¿Cómo sabes eso? –Ban apretó mi mano suavemente esperando a que le explicara.

-Al momento en el que Karen recordó su pasado, yo recordé algunas cosas también. Y sé que tenía un compañero con el mismo poder y rango que yo, su nombre es Nodens.

Dayana

Kilian y yo salimos para ver que un montón de personas con túnicas rojas rodeaban la Casa del Clan Vampírico. Entre ellos estaba Isaac así que nos apresuramos para llegar a él. Instintivamente el volteo hacia nosotros.

-Quédense adentro. –Nos ordenó sin decir el porqué.

-Queremos saber que pasa, ¿Qué fue ese temblor? –Le pregunto Kilian desconcertado.

-La barra protectora que protegía este universo del enemigo se está rompiendo. Así que estamos haciendo un protocolo.

-¿Puedo ayudar? –Isaac y Kilian me miraron confundidos.

-Eres una bruja con poderes Eletrogeneticos, ¿Verdad? –Asentí. –Claro. Haremos un escudo protector alrededor del lugar y tú puedes reforzarlo con electricidad y rayos. Y tú. –Señalo a Kilian. –Ve a dentro.