Oscuros. Origen de los oscuros. Guardianes 3.

Capítulo 23: Fragilidad

Capítulo 23:

Fragilidad

 

Sergio

 

—Cálmate, lobo —el demonio mira por la ventana.

El fracaso que vivieron los oscuros en ciudad desértica ante el fuego violeta que lo consumió todo, también a su portadora, nos hizo huir a un pequeño pueblo humano, dónde somos historias y leyendas. No más que eso.

Ese día perdieron un considerable número de súbditos que les costó conseguir durante muchos años. La llegada de los guardianes, obligó al resto a dispersarse. A pesar de que estaban conscientes de que Selt estaba en Pétalos de oscuridad, nadie espero que ella pudiera llegar al lugar con guardianes. Nadie espero que les estuvieran pisando los talones.

Mi esposa ahora es conocida como la bruja blanca, la contra parte de lo que representa su propia familia. Selt se unió al juego de sus hermanas y sus movimientos fueron inesperados. No puedo decir que ganó, porque todos perdimos al final, lo que sí, ya no es la única en desventaja. Ella es poderosa, siempre lo fue, la diferencia entre el pasado y el presente es que ahora es consciente de todo su poder y el uso que puede darle. Además, no tiene nada que la ate a su familia, se puede decir que no tiene nada que perder. Ha caído tantas veces, que de ahora en adelante solo tiene que levantarse cuántas veces sean necesarias.

Estoy muy orgulloso de ella, me gustaría poder ir y decirlo, expresar cuánto la amo y extraño. Apoyarla en este destino tan lleno de obstáculos. Pero, no es el momento, soy, al igual que Simón, una sombra en su vida. Un dolor arraigado en su corazón y no puedo sanarlo, porque mi ausencia en su vida es necesaria.

La casona que ahora ocupamos es propiedad del cuervo. Él es una conexión importante entre los distintos mercados negros en el mundo, una criatura que contrabandea de todo entre las ciudades ocultas por magia y las pobladas por humanos. Este lugar es uno de sus puntos de llegada, desde aquí tiene fácil entrada a cualquier mercado, tiene una habitación con varias puertas que lo llevan a distintos lugares. Así que, de alguna manera, si logran descubrir esta guarida podemos huir a donde sea.

De momento, nadie entiende qué pasó para que la criatura por la que tanto esperaban se reveló ante la oscuridad que alumbró su nacimiento.

El gato mágico nació, creció y decidió morir antes que doblegarse ante las brujas Riquelme. Simón dijo que esa niña sería nuestra llave a la libertad, ya no veo cómo, está muerta y Nariel ha tomado posesión de un cuerpo. Está aquí, viva y sin intenciones de marcharse. ¿Qué no se puede regresar de la muerte? Ja, eso es un chiste para las Riquelme. Ellas doblegan lo imposible a su antojo.

La llegada de Nariel no es lo que me tiene inquieto, en realidad es que ha ido a encontrarse con Selt junto a Fabián. Mi esposa se convirtió en un obstáculo del que se arrepiente no haber eliminado en el pasado, e intenta remediar ese error. No importa cuán poderosa pueda ser mi esposa, no puedo evitar temer por la vida de mi esposa.

—No sabemos que alcances mágicos tenga Nariel ahora que ha vuelto de la muerte —parloteo sin dejar de moverme por la habitación. Parece que no regresaré a ningún sótano, o a todos se les ha olvidado mi presencia, no lo sé. —. Podría…

—Selt es la bruja blanca, sus capacidades están a la altura de su propia madre, si estuviera viva. Deja de preocuparte, que si alguien espera por ese encuentro es ella.

Detengo mis pasos. Quizás tiene razón, no conozco la Selt de ahora, solo la inocente chica de la que me enamore y mucho ya cambiado desde entonces. Camino hasta donde él se encuentra. En el exterior se encuentran Tanils, el cuervo y Reichel. Lucen impacientes, al igual que yo, los giros que se dieron con el círculo de sangre fue una sorpresa para todos.

Ellos le temen, a la bruja blanca, desconocen de que puede ser capaz y están asustados. Eso me gusta, pero hasta que no sepa qué pasó en ese encuentro no voy a estar tranquilo.

—Odio no estar allí para protegerla. Jure cuidarla por el resto de mi vida y no puedo hacerlo.

—Ya encontrarás la manera de cuidarla desde aquí. No olvides que estás dentro de la secta y desde aquí podemos hacer mucho, solo hay que tener paciencia, Sergio. Mucha paciencia.

En ocasiones no sé cómo le hace para ser tan paciente, optimista con todo lo que le ha sucedido y lleva más tiempo que yo atrapado con estas brujas, esclavizado.

—¿Qué pasará ahora que el gato mágico murió? —inquiero para desviar mis pensamientos.

—Su muerte no es el fin. El círculo de sangre sigue abierto, hay que esperar —su respuesta me causa curiosidad, me dispongo a preguntar y él toma otro rumbo—. Nariel tiene que recuperar fuerzas, afianzar su podrida alma a ese nuevo cuerpo. Los oscuros estarán en pausa por algún tiempo.

Lo que significa que estaremos escondidos, fuera del radar, hasta que la secta se recupere, no solo por Nariel también por la inestabilidad generada por la pérdida de súbditos. Hay que hacer nuevas alianzas, atraer nuevos traidores, un reinicio sin fin para la oscuridad.

—Me cuesta creer que lo haya conseguido. ¿Qué hay detrás de su retorno? —Simón se gira, ya me he acostumbrado a mirar la sombra, a reconocer sus gestos imperceptibles. Él se muestra pensativo, con unos inexistentes perdidos en la nada.




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