Veía como el cielo se nublaba, y las lluvias torrenciales caían, era como si el cielo llorara y gritara, solo podía pensar en lo mucho que extrañaba mi hogar, en este momento estaría en los brazos de alguno de mis hermanos mirando como el cielo gritaba lleno de dolor, después de lo de Taylor había abandonado el complejo y había llorado en el cementerio por horas.
Era el momento de ir por los hijos de Dominic y por fin traer conmigo a Derek, ya me había encargado de los otros asuntos, tenía investigadores por todas partes buscando el motivo por el cual Lucifer quería a mi hermano y mucho más cuál era su verdadero objetivo al pedirme que me entregara a él, varios caídos estaban dispuestos por un poco de dinero y protección a ayudarme, encontraría la manera de tener un final feliz no solo para mi si no para ellos también.
- ¿Estas lista? - dijo Alec rodeando mi cuerpo con sus brazos, apoyo su mentón en mi hombro, había llegado hace un par de días de Azaurus, me di la vuelta para poder besarle y sentir su cercanía.
-Aun no- susurre sobre sus labios, cada día el miedo me consumía, no deseaba separarme de los que amaba, me aterraba la idea de no poder volver a besar los labios de mi novio, ver la sonrisa de mi madre, o recibir uno de los reconfortantes abrazos de mi padre.
-Te espero en el auto preciosa- asentí, arregle mi cabello, tome mis armas, y salí del edificio, un grupo de hombres me esperaba en la entrada, Gregorio y Alec estaban recostados en el auto, yo iría en mi motocicleta.
-Por favor cuídate- me dijo William besando mi frente- no puedes dejarnos- asentí y me despedí de Adriana y Marian, ellas se abrazaron a Will, me subí a la motocicleta, acomodando el auricular en mi odio.
-Vámonos- dije alzando mi voz, todos subieron a su camioneta esperando que yo arrancara para seguirme el ritmo -Gregorio, Alec - dije- ¿me escuchan? – pregunté.
-Fuerte y claro jefa- dijeron los dos al tiempo, me reí por el apodo, habían tomado la costumbre de Will de llamarme de ese modo, arranque a la ubicación que me había enviado William.
No seguí ninguna de las instrucciones de Derek, él realmente creía que yo era estúpida, sabía que era una trampa, él quería entregarme; mi cabeza tenía un precio muy alto, por eso mismo nunca revele mi verdadera identidad y en el momento en el que tuviera que desaparecer podría hacerlo con facilidad.
Me detuve frente a una gran casa, sentí como las camionetas hacían lo mismo, baje de mi motocicleta y espere que mis hombres lo hicieran.
-Okey, ya todos conocen el plan-dije cuando los 10 hombres estuvieron todos frente a mí- no se dispara si no es necesario- les advertí- todos tienen silenciadores si se presenta el caso- les dije, le di la palabra a Gregorio.
-La prioridad es la extracción de estos dos pequeños- él mostro la fotografía de Susan y Matt- nos dividiremos en tres grupos- dijo Gregorio- el Pakza y ustedes tres- señalo a dos hombres y una mujer- ustedes conmigo- señalo a tres mujeres- el resto ira con la Hakza ella se encargará de capturar a el objetivo principal- el enseño una foto de Camile y Derek, todos se dispersaron preparando sus máscaras y sus armas, yo estaba poniendo las lentillas en su lugar, saque mi cuello del bolsillo de la chaqueta, recogí mejor mi cabello y vende mis nudillos.
-Déjame ayudarte con el cuello- escuché como Alec se acercaba- debes tener mucho cuidado- dijo pasando el cuello por mi cabeza- si no encontramos a Derek solo sacaremos a Matt y Susan ¿me entendiste? - me dijo él tomando mi rostro entre sus manos- si necesitas ayuda pídela-me dijo, asentí- de acuerdo- beso mis labios, cada vez que nos besábamos antes de alejarnos el uno del otro, se sentía como millones de promesas hablaban por nosotros, en nuestros labios se sentía todo aquello que callábamos y no éramos capaces de decir en voz alta, se sentía como empezaba y terminaba el mundo.
- Vuelve en una sola pieza, por favor- lo abrace antes de irme, él puso el cuello sobre mi rostro y junto nuestras frentes, no necesitábamos decir nada más, las palabras sobraban en este momento.
Cada uno se iría con la promesa de volver, le entregue un arma con tranquilizantes, él no podía matar seres humanos, si podía dejarlos inconscientes, me separe de él y emprendí camino.
-Te amo- escuche su grito, mis ojos se empañaron en lágrimas, no había escogido otro momento para decirlo si no cuando estábamos en el operativo más peligroso.
Estaba terminando de empacar, antes de irme de Nightmare, la última vez, le pedí a Cassandra que me dejara pasar una temporada, ella acepto sin ningún problema, claramente eso había sido mucho antes de leer la carta que ella había dejado para mí, la llame nuevamente en la mañana para confirmar si podía quedarme una temporada, ella acepto, argumentando que no era nadie para apartarme de mi alma gemela, después de eso me dispuse a hacer las maletas, fue una sorpresa para mí que ella lo supiera.
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Editado: 17.02.2021