Jacob
Son las cinco y me siento como un perro en celo, no sé porque querer verla se me hace necesario. Apenas la conoces, Jacob.
Suena la puerta, por el olor puedo saber que es ella. Es Sheri. Antes de querer abrir la puerta necesito calmarme, puedo ver a Travis en la cocina sirviéndose un vaso de sangre.
— ¿Qué pasa, hermano? ¿Acaso la rubia saca tus instintos salvajes? – Dice en un tono humorista.
— Cállate, luego dice que la que anda en celo soy yo. ¿Cuánto a que tendrá sueños húmedos con ella? – Se suma Delancy a la conversación
— Ya cállense los dos. Se ven más bonitos callados. – Les digo a ambos.
— Pero si ya somos bonitos, hermano. – Dice Travis.
— ¿Bonitos? Me ofendes, Jacob. – Comenta Delancy.
— Silencio. – Les digo a regañadientes.
Me acerco a la puerta para abrirla a pesar de que escucho a mis hermanos hablando en un susurro, presto atención a lo que susurran.
— ¿Cuánto a que la otra semana la tiene en su cama? – Sale Delancy.
— No tardaran a la otra semana, se les nota. Ya veo hormonas lanzadas por toda la casa. – Dice Travis.
— Pobre mamá, será abuela a temprana edad. – Comenta mi hermana.
Mi hermano lleva el vaso a su boca a pesar de que trata no reírse por el comentario de Delancy, esos dos juntos pueden conquistar el mundo, pero no quieren es otra cosa. Siempre se suman a las tonteras del uno al otro ¿Y yo? Bueno estoy más por mi lado.
Abro la puerta y una sonrisa simpática me recibe.
— Hey, hola. – Dice ella.
— Pasa, mi hermana está en la cocina. – Le digo para hacerle espacio para que entre.
Escucho un golpe, volteo mi mirada y son mis hermanos que se pasaron una de su mano a su frente.
— Esto es decepcionante, que mal recibes a los invitados. Vamos Sheri, te pondré como una reina. – Dice mi hermana ofendida.
Ella toma a Sheri y se la lleva a su habitación, esa idea me preocupa. No por Sheri, sino por mi hermana.
— ¿Crees que sea buena idea que Sheri este sola con D? – Le pregunto a Travis.
Este sigue con su vaso de sangre.
— Creo que sí. Delancy a tenido control de su parte demonio. – Responde él.
— No me refiero a eso, sino a lo que vive dentro de ella. – Le digo.
— No la a atormentado desde los 16 años, es algo bueno. – Dice mi hermano.
— No lo sé, no me fio de lo que se alimenta dentro de ella. – Comento para tomar asiento.
— Ella sabe llevarlo, lo tiene bajo control. – Dice para querer cambiar de tema – Hermano, eres malo conquistando, lo sabes ¿no?
— No pedí tu opinión, Travis. – Respondo en defensa.
— Esta bien, solo lo decía. – Dice para subir sus manos en forma de que se rinde.
— Esconde ese vaso antes de que Sheri lo note. – Le digo.
— Le inventare que es jugo de mora, se lo creerá. – Dice en su defensa.
Pongo los ojos en blanco ante su respuesta.
☾.
Después de una hora, empiezan a llegar los invitados a la casa. Muchos llegan borrachos, otros no.
— ¡Delancy baja ya mismo! - Le gritó a mi hermana.
— Si que eres un agua fiestas, espérate. Nada te cuesta. - Responde ella ante mi llamado.
Travis se había encargado de esconder lo demás y cerrar las puertas, pero mi hermana se la ha pasado en su habitación con Sheri ¿Qué demonios estará haciendo? Cuando estoy por subir las gradas mi hermana baja acompañada de la rubia, su cabello rubio está ondulado y luce un vestido dorado ajustado y unos tacones negros, su maquillaje es oscuro. Siento un mano en mi hombro.
— Se te va a caer la baba, hermano. - Me dice mi hermano al oído.
Reacciona Jacob.
— Hice un increíble trabajo ¿No Jacob? - Pregunta mi hermana satisfecha.
— Por supuesto. Se ve hermosa. - Respondo mientras que mi hermana baja la cabeza y apreta sus labios para no reírse.
— ¿Te encargaría de cuidarla? Debo cerrar la puerta de mi habitación, no quiero que se enrollen en mi cama los invitados. - Dice ella.
Eso me suena a una indirecta.
— Eso no pasará, no te preocupes. La cuidaré. - Digo para luego ver que ella sube a su habitación.
Mi hermano se aleja de nosotros para irse con sus amigos, en eso llevo a Sheri a dar una vuelta fuera de la casa. El olor a alcohol y a drogas la está inundando y pude saber que a ella no le agrada para nada. No la culpo, es horrible ese olor.
— Háblame de ti. - Dice Sheri mientras caminos.
— Bueno, soy el hermano mayor como se ve. - Le digo.
— ¿Cuántos años tienes? - Pregunta.
— Dime tu de cuántos aparento. - Le digo.
— Puedo pensar que tienes unos diecisiete o dieciocho. - Dice ella.
— Curioso. ¿Cuál es tu segundo nombre? - Pregunto.
— Marie. - Responde ella.
— ¿Marie? Entonces tú nombre sería Sheri Marie Donovan. No suena mal. - Comento.
— ¿Y el tuyo? - Pregunta.
— No tengo segundo nombre, pero mi hermana sí y suelo abusar de ello a veces. - Respondo.
— ¿Cuál es? - Pregunta curiosa.
— Es Mitchell, al principio mis papás querían ponerle Évangéline pero no suena, así que lo descartaron. - Respondo.
— Delancy Mitchell, es bonito. - Comenta ella.
En eso que estamos caminando Sheri detiene sus pasos y observa el lago, es de noche y la luna se refleja en el mar. Es hermoso, pero al ver como Sheri observa con atención todo y luego su respiración se agita. Me alarma.
— Sheri ¿Qué pasa? ¿Qué estás viendo? - Le pregunto algo angustiado.
Ella me observa y se ve que trata de decirme algo, pero se está hiperventilando, esto es realmente malo.
Sus piernas parece que pierden la fuerza y cae al suelo con delicadeza ya que la tengo en mi agarre, la alzo donde su mano rodea mi cuello para llevarla a una de las habitaciones de la casa. Quito a la gente de mi camino para ir más rápido, veo a mi hermana con una bebida hasta que ella alza su mirada a mí y se acerca.