POV MISAO...
Llegue al hospital y varios doctores me revisaron, mi estado físico no era tan malo aunque lo pareciera, lo peor era el cansancio espiritual y la fuerza que necesitaba para mantener el control de mi propio cuerpo. Los médicos dijeron que debía quedarme en recuperación para que pudieran revisarme y estar pendientes de mi estado. Le pedí el favor a una de las enfermeras que llamara a la casa y le dijera a mi mayordomo que me trajera el equipaje que había en mi cuarto pues lo necesitaría para después de salir del hospital. A las dos horas llego york con lo que le había pedido.
-¿como se encuentra madame? -Dice con su usual sonrisa y haciendo una pequeña reverencia-
-eh estado mejor pero sobreviviré ¿trajiste todo lo que te he pedido? -Le digo intentando sentarme en la camilla, lo cual no funciona ya que es casi imposible moverme en mi estado-
-claro que si madame sabe que jamás le fallo -coloco el equipaje a un lado de la cama y cerró la cortina-
Sabia que lo que seguía no me iba a gustar y que seria un poco doloroso pero necesitaba que los médicos me dieran de alta para así poder irme a recuperar fuerzas antes de que todo volviera a empezar. York a trabajado conmigo desde hacia muchos años, era todo un caballero y muy servicial. Jamás me había fallado en nada de lo que le había pedido, siempre cumplía todas mis órdenes y algunos deseos. Desde que Katalina vive con nosotros doblo la seguridad él sabia que tenerla allí iba a ser peligroso por el oscuro pasado que teníamos los Demon aparte de los secretos que manteníamos y de los enemigos de los que nos ocultábamos; esa era la vida que nosotros mismos habíamos escogido hacia ya muchos años atrás, ahora debíamos enfrentar las consecuencias quisiéramos o no, ahora debía ponerme fuerte de nuevo. Necesitaba volver a poner de nuevo en marcha el plan debo protegerla y evitar que vuelva a ocurrir.
Inversa en mis pensamientos no me di cuenta que york ya me había sacado del hospital e íbamos en dirección a casa.
-york, por favor da la vuelta no puedo permitir que los chicos me vean así -digo mirando por la ventana-
-no se preocupe madame no iremos a la mansión. Nos dirigimos a su casa -dice sonriendo-
-o ya veo siempre tan atento querido, gracias -dije mirándolo y volviendo a mirar por la ventana-
En realidad esa no era mi casa, había sido la casa de mi difunto esposo y la utilizaba cuando teníamos nuestras diferencias o cuando era luna llena. Yo solo había ido un par de veces, para él era su santuario para mi era un lugar donde se escondía a hacer sus cosas. Llegamos a los treinta minutos de salir del hospital. Entramos y york coloco las cosas en la habitación. Me miro por ultima vez -sabia que quería comprobar que no me hiciera falta nada y que estaría bien- asentí suavemente con la cabeza a lo que él sonrió. Hizo una reverencia y antes de que saliera se detuvo y me miro.
-madame ¿Qué hago con la señorita katalina? Ella querrá saber donde esta usted, y querrá verla y sobre todo que hago con los muchachos. Yo debo volver a ayudarla -dijo con un tono evidentemente preocupado-
-bueno pues habla con los padres de los muchachos convéncelos de una u otra manera. Deja que ellos la protejan, llama a Raúl dile que los vigile, que ya sabe que tiene que hacer, es mejor que empiecen a darse cuenta de la verdad y de lo que deben hacer. A ellos les dices que debo quedarme en revisión medica todo el fin de semana y tal vez la semana que viene, la verdad no se cuanto tiempo me tome recuperarme pero no será mucho, o al menos eso espero no debo estar fuera del juego tanto tiempo. Y por ultimo mira mi cuarto recuerda despertar a John antes que te vallas si no ellos pueden llevarse un gran susto -dije finalizando y negando con la cabeza. No podía permitir un error de esa clase, estaba bien que descubrieran las cartas las pociones y una que otra "joya" encantada, pero nada mas de ahí, y mucho menos a un lobo de mas de un metro de alto y unos dos metros de largos, negro con ojos cambiantes y que a simple vista daba tanto miedo que podría paralizarte pero que en realidad es mas tierno que un oso panda-
-esta bien madame, pero y si insiste en querer verla, ¿Qué le voy a decir? Sabe como es su sobrina -dijo con preocupación pero algo mas sereno-
-dile que es mejor que no, y si insiste me avisas, yo hare algo al respecto. Por ahora ve a realizar lo que te he pedido, te necesito aquí antes de que el fin de semana concluya, necesitamos hacer muchas cosas además necesito un baño para quitarme ese olor a hospital que sinceramente me trae muerta, es casi insoportable -finalice y sonreí el hizo reverencia y se fue-.
Necesitaba enserio ese baño, jamás me habían gustado los hospitales, me daba asco, es enfermizo, allá la mayoría de personas solo van a morir, a pesar de que solo estén un tanto enfermos, siempre llevan el negativismo con ellos, y si la enfermedad no los mata el negativismo lo hará. Me despoje de mi ropa y entre en el baño, me mire en el espejo y cada vez mi aspecto empeoraba, ya no era tan joven como hacia tanto, pero al menos no me veo tan mal, a pesar de mi edad. Me di un rápido baño para poder organizar las cosas que me había traído York. Me cambie, colocándome un vestido suelto. Abrí las maletas que York me había traído.