Conmoción en la cafetería

PoV de Lilian

Mientras esperaba sentada bajo la sombra de un árbol, vinieron a mi los recuerdos que sucedieron hace algunos días en la terraza de la escuela, en aquel lugar tanto él como yo lloramos sin saber la razón y desde entonces despierto todos los días con ánimos para asistir a clases.

Al principio creí que lloré debido a que era la primera vez que alguien me ofrecía su compañía y me juraba que nunca se separaría de mi, sin embargo siento que había algo más profundo ya que cada vez que estoy con él me siento totalmente aliviada.

Mi rostro se enrojece al recordar aquellos sucesos, nunca había llorado frente a otras personas y mucho menos mostraba mi debilidad, sin embargo frente a él creí que podría hacerlo, la confianza que le tengo fue mas grande que mi propia vergüenza.

El viento sopló he hizo que mirara a otro lado, frente a mí se encontraba parado Neil con una mirada tranquila, sus ojos cruzaron los míos y sintiendo vergüenza al recordar lo que sucedió en la terraza los desvié inconscientemente

"¿Que estoy haciendo? ¿Por qué desvío la mirada? No he hecho nada malo para evitarlo así" Pienso dentro de mi.

-Hola... - le dije con una sonrisa y tono temeroso, era la primera vez que saludaba a otra persona así que no sabía que decir exactamente, y mucho menos hacia aquel joven que gobierna la mayor parte de mis pensamientos.

Él me dedica una sonrisa y agita su mano saludándome, luego se acerca más y se sienta a mi lado, nuestras palabras no salen y lo único que puedo observar es la mirada de Neil dirigida a aquellos que nos rodean.

Al mirar mi alrededor puedo ver la mirada de todos los que pasan sobre mí, todos ellos murmuran varias cosas en silencio y sé que no son cosas buenas, las miradas de todos se clavan en nosotros y siento el miedo recorrer mi cuerpo, si sigo sentada aquí es posible que él se convierta en el blanco de las burlas como lo fui yo, eso es lo que menos quiero en este mundo.

No quiero que él sufra, no quiero que él lleve la misma vida que yo y se vea perjudicado por culpa mía, él ya tiene suficiente con ser excluido pero si sigue a mi lado entonces toda su vida se degradará aún más rápido.

Cuando me doy cuenta de esto intento ponerme de pie y preparo una excusa para alejarme pero él toma mis hombros con rapidez y me abraza, esa acción me tomó desprevenida y no sé cómo reaccionar ¿Qué se supone que debo hacer en esta situación?

Encerrada en sus brazos siento su cálido cuerpo hacer contacto con el mío y de alguna forma mi confianza se fortalece, mis temores se van y me siento segura, siento que si estoy envuelta en sus brazos no tengo nada que temer, de esa forma poco a poco mi indecisión se deja llevar por la suave estimulación de su tierno abrazo.

Esto no es justo, si él me abraza así es imposible que me pueda alejar, si sigue haciendo cosas así dejará de importarme la reputación y me volveré egoísta, si sigue así será imposible para mí alejarme de él. No es justo que mi corazón reaccione a simples acciones como esta.

- Quizás no lo sepas pero también soy egoísta, así que nunca te alejes de mi - me dice en voz baja cerca a mi oído.

- ¿Y si te sucede algo malo por mi culpa? Lo único que quiero es que no te veas envuelto en problemas - le respondo con sinceridad, honestamente no quisiera que él pase por lo que yo tengo que pasar.

- Escúchame bien porque no lo volveré a decir. Lo único malo que me puede suceder es no tenerte a mi lado, así que deja todas tus preocupaciones y no te alejes de mí, yo me encargo del resto. ¿Entendido?

- Pero y...

-¿En-ten-di-do?

-... Si, no te dejaré, eres un amigo bastante posesivo ¿No?

-Lo soy. Así está bien.

Neil deja de abrazarme y me toma de la mano para ponemos de pie, ambos nos escapamos de las miradas curiosas y nuestros cuerpos se pierden por algún lugar recóndito de la escuela, a decir verdad parecemos fugitivos escondiéndonos del mundo pero eso me alegra, es como si esta acción ya la hubiera experimentado antes.

A los pocos minutos nos encontramos en el viejo almacén donde siempre solía ir sola, ese lugar se convirtió en el lugar perfecto para escondernos así que lo visitábamos a menudo, tal parece que Neil me cae bastante bien en los pocos días que lo he conocido, de otra forma nunca le hubiera mostrado ese lugar, después de todo ese es mi palacio dónde puedo disfrutar de una verdadera tranquilidad.

Entre bromas y conversaciones casuales el tiempo pasa volando, nuestras risas resuenan produciendo eco en la instalación vacía y cuando la escucho me doy cuenta que en toda mi vida nunca he sido así de feliz.

Son momentos que quisiera que duren para siempre sin embargo la hora de clases ya se acerca, por dentro odio que el tiempo pase así de rápido y quisiera que se detuviera momentáneamente para poder disfrutar más de esos pocos minutos, pero no tengo poderes sobrenaturales. De esa forma ambos entramos a nuestros salones respectivos.

En mi aula todo se ha vuelto más tranquilo, las personas me han dejado de molestar y ya no tiran mi pupitre por el patio, me sorprende ese cambio de actitud pero en parte creo que el crédito es de Neil, incluso yo he escuchado la clase de rumores que se esparcen sobre él, no es extraño que me hayan dejado en paz al ver que nosotros nos llevamos bien.

Bueno, no hay problema con eso, gracias a él mis días han sido más divertidos.

Espero a que la clase inicie y cuando lo hace, puedo concentrarme mucho mejor, me siento aliviada y ya no tengo preocupaciones.

                                         ~★~

Las clases terminan sin problemas y cambio de opinión, agradezco de corazón que el tiempo pase rápido ya que gracias a el puedo reunirme con Neil.

Las luces públicas ya están encendidas y el cielo se ha oscurecido, la iluminación de toda la escuela la hace lucir como una zona comercial gracias a todos los estudiantes que salen de sus aulas y se retiran a sus hogares.