Capitulo 9
Mis decisiones
Amarah
Cuando eres inexperta obviamente se nota. Era completamente evidente que este había sido mi primer beso. Uno Tibio, torpe y carente de ritmo ni dirección, pero interesante, al menos para mí.
Interesante la forma en la que poco a poco la intensidad fue creciendo, interesante en como las manos también ahora se vuelven participantes con caricias sutiles en el rostro que agregan dosis de electricidad al momento.
Mi cuerpo actúa por inercia, no hay ningún patrón en esto, solo le llevo el ritmo y le copio lo que me gusta, mientras deseó que se alargué lo mas que se pueda porque sus labios me saben tan dulces como el mangostán.
El aire se me acaba, siento urgencia de respirar, así que me apartó. Pensando en como dure tanto tiempo sin conocer algo tan maravilloso como ésto.
-Mierda- le escuchó decir mientras recuesta su cabeza en el sofá y antes que diga nada más que arruine mi momento especial intervengo.
-Fue mi primer beso, no me arruines el momento - él vuelve a levantar la cabeza de inmediato y me mira de un forma extraña. Pero en la que se puede evidenciar culpa, miedo y talvez arrepentimiento.
-No se si lo entiendes bien... Pero yo estoy muy enamorado de Leah- me mira firmemente, está tan serio que siento que incluso ya se le ha pasado el berrinche y también la borrachera. Sonrió con dificultad y siento como una especie de nudo en mi garganta. También noto un leve dolor en el estómago y no se exactamente de dónde viene el dolor, o porque está ahí, ni a que se debe. Yo No he comido nada diferente, ni he bebido otra cosa que no sea agua.
Lo que si se es que no es nada grave, he sentido dolores peores, como el ardor de la espalda rota por los latigazos que recibí el día que me encontraron leyendo. Y esto no es nada comparado con eso.
-Lo entiendo muy bien, se que me iré pronto. Todo va a mejorar para ti, no estés tan afligido - le contestó secamente y me apartó de él.
Me arregló un poco el cabello para disimular el temblor en mis manos. No quiero que me vea dudar, yo elegí que fuese él quién me diera mi primer beso y eso para mí era suficiente... Yo nunca antes había elegido nada libremente. Zayn permanece en silencio, me duele. Pero le agradezco en el fondo que no diga nada más. Siempre he pensado que silencio es un gran aliado cuando las palabras correctas duelen.
-Te prometo que te dejaré en un buen lugar, donde te cuidarán bien y serás feliz. Eres una chica muy lista, se que no me necesitas - Zayn Musita y me lamento de que su silencio haya durado poco.
- Creo que las promesas más que votos de confianza son palabras de consuelo. Los seres humanos muchas veces somos hipócritas, incapaces de asegurar la felicidad propia, mucho menos la de otros-
Mis palabras son duras, no quiero hacerle sentir mal. Pero ya voy entendiendo que solo tengo dos meses para vivir, Zayn ya tomo su decisión, y va abandonarme.
En dos meses cuando mi permiso temporal se haya vencido tendré que volver a Pakistán, en donde me castigarán de todas las formas posibles a cambio de información clasificada que no tengo. Porque aunque el hombre que me engendro sea un líder talibán, poco se yo de esos asuntos.
Dos meses para tomar decisiones; dos meses para elegir que ropa usar, que comer, cuando dormir, que leer, que decir, a quien amar...
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Zayn
La semana por fin había terminado, mi madre volvía al fin de Londres. Y eso era un alivio dado a que estos últimos días habían sido extremadamente difíciles entre Amarah y yo. La había ignorado por completo. Si nos habíamos visto un par de veces al día había sido mucho.
Después de nuestro beso algo cambió para mal... Tenerla cerca se sentía como una agonía absoluta. Como estar constantemente caminando sobre brasas ardientes. La culpa no me dejaba ni dormir, ni comer. Estaba perdiendo el control y la cabeza buscando solución a todo. Quería estar con Leah, la amaba... Pero algo me pasaba con Amarah, algo que no podía explicar.
Por si no fuera poco Noah también me había escrito varias veces angustiado de que Leah le pidiera tiempo. Pidiéndome consejos a mi precisamente que era la razón por la que ya no había boda, ni reconciliación entre Ambos. Y yo incapaz de contarle la verdad le escuchaba y daba consejo que obviamente no le funcionaban.
En cuanto a Leah no dejaba de presionarme para que sacara a Amarah de mi casa. Y yo rogaba porque no se entrará que nos besamos y que lo peor fue que ese beso me gustó...
-Un mes y medio y sigues esa intrusa en esta casa ¿cuando se va?- Leah sentada el sofá mirándome de brazos cruzados. Era la primera vez que venía después de me exigió sacar a Amarah de casa...
-Hoy llega mi madre, estará unos días aquí luego se la llevará a su casa, ten paciencia - desvíe mi mirada a otro lado, porque casa que miraba el sofá sentía los labios tibios de Amarah en los míos.
-¿paciencia? ¿Cuantas veces te la has tirado ya ? - me llevé la mano a la cabeza antes de responderle.
- te dije que no pasa nada entre nosotros, por favor ya corta el rollo- contesté molestó mientras vi con angustia a Amarah bajar las escaleras. De inmediato Leah se levantó furiosa y camino hacia ella. Que por primera vez desde que la conozco llevaba puesto un vestido muy bonito blanco, con flores de azaleas de color rosa. Llevaba su cabello negro ondulado y a pesar de que no llevaba ni una gota de maquillaje su rostro estaba completamente iluminado, y sus ojos tan penetrantes como siempre.
-Recoge tus cosas porque te vas hoy mismo- Leah escupió con enojó mientras la tomó por el brazo y halo con fuerza en dirección hacia la puerta de la casa. Amarah no se defendió y tuve que intervenir aunque sabía que eso signifaba hacer endurecer aún más a Leah.
- Suéltala por favor... No empecemos - le dije de forma calmada, lo más que podía dada a la situación. Amarah solo la miraba.
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Editado: 25.11.2024