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Capítulo 12

Documentación.

Zayn

No puedo dejar de mirarla, ella se ver realmente hermosa y diferente. Intento no ser tan expresivo, porque después de todo lo que ha pasado no me siento con el derecho ni de hablarle. Pero soy egoísta, y no puedo evitar saludarle, pensando que tal vez me contesté.

-Hola Za..yn- contesta notablemente nerviosa , a lo que le estiró la mano en señal de saludó para que así se sienta más segura.

Ella se dirige a tomarla y justo cunado está cerca, tropieza...

Mis reflejos aún son buenos, y cae en mi pecho como si siempre estuviera destinado a atraparla. - ¿estás bien? ¿Te has hecho daño?- le miró fijamente, me doy cuenta de lo mucho que extrañaba mirarle a los ojos.

-Si, estoy bien- ella se separa rápidamente de mi y se arregla el abrigo. Yo la observo impresionado de lo segura que se ve ahora.

- ¿Vamos chicos?- mi madre cuestiona con una sonrisa aparentemente dulce pero que en el fondo es maliciosa. Está pensando en mil cosas y todas probablemente tengan que ver con Amarah y conmigo.

-Si, no quiero llegar tarde - Amarah corre al lado de mi madre y apresura el paso. Yo las sigo y entramos al despacho.

La recepcionista nos pregunta si tenemos cita, mi madre responde que sí, y menciona al abogado Smith. - Si, el ya los está esperando. Pueden subir, piso 1, despacho 4- nos da las indicaciones y los tres nos subimos en el ascensor.

Aprovechó los cristales y espejos para mirar disimuladamente a Amarah, sorprensivamente la pillo haciendo lo mismo.

L

-Oh no- exclama en voz alta mientas baja la mirada, yo estoy aguantando las ganas de reírme.

- ¿Que sucede ? - mi madre pregunta, está vez no se ha enterado de nada.

-nos es nada... Estoy muy nerviosa- Amarah contesta con las mejillas enrojecidas. Mi madre le toma la mano.

-Tranquila respira- musita y la puerta del ascensor se abre. Las dos salen como balas y en un santiamén están dentro de la oficina. El abogado Smith nos saluda y luego comienza a hablar sobre el caso.

-Amarah está en este país bajo el amparo de protección temporal de testigos por parte del ejército. Ella no tiene ninguna solicitud de visa ¿Correcto?- El abogado cuestiona, mi madre y Amarah me miran espectantes.

-Algo así... - musitó mientras recuerdo las palabras de el Sargento Spencer, eso no era lo que habíamos acordado. -Mi sargento de brigada fue quien hizo la solicitud, en su momento dijo que le tramitaría visa temporaria de refugiada y me asignaría a mi como su garante.- el abogado se negó con la cabeza.

-No, lo que ella tiene tramitado es el amparo temporal, o Estatus de Protección Temporal (TPS) por protección de testigos, y por condiciones en su país que impiden regresar temporalmente de manera segura-

-¿Cuanto tiempo puede quedarse?- fui directo, estaba enojado.

-vencio hace una semana, además usted quitó su respaldo como garante hace un par de meses, si migración considera pertinente, ella tendrá que abandonar el país - maldije mi estúpida impulsividad. Y sentí hasta desprecio por Leah... Todo fue en aquel momento de caos... la había cagado como siempre.

- Eres un estúpido - mi madre me golpeó con enojó. Amarah nuevamente me miró con Decepción. Las ignore a ambas y me centre en el abogado.

- ¿cual es la manera más rápida de regularizar su situación?- cuestioné

-El matrimonio - contestó. Mire a mí madre y a Amarah.

-Bien, hagámoslo -pronuncio sin pensarlo mucho... Porque es posible que esto traiga más problemas.

-¿estás seguro? - mi madre me mira confusa. Se que quiere que Amarah se quede pero sabe que es riesgoso para mí un matrimonio arreglado. Si me descubren tendría que ir a la cárcel. -aun podemos intentarlo en Londres- me dice con angustia.

-Ella no tiene pasaporte. Su identificación la obtuvimos gracias a un favor de un colega inteligencia. La mandarán de vuelta antes que llegue a Londres -

- No importa, no vamos a hacer esto- ella se levanta de la silla visiblemente enojada, nerviosa y triste. Yo me levanto también.

-¿Por qué acaso crees en esas chorradas de casarse por amor?- intento desviar la atención del tema de la prisión si nos descúbren.

-No creo en ninguna palabra que salga de tu boca- clavo su mirada furiosa en mi .

-Por favor, no empiecen... Estamos en el mismo barco...- mi madre intervino.

-Yo creo que si va a funcionar, ambos tienen carisma. Tendrán que prepararse para las preguntas que le hagan en migración y contar la historia de como se conocieron... Tienen tela para cortar. Podrían hacer hasta una película si lo hacen bien - el abogado musitó. Amarah y yo continuábamos peleando con la mirada.

- ¿Que harás Amarah? - mi madre le pregunto con cariño.

-Decide rápido, se nos acaba el tiempo - marque presión.

-Te odió -me dijo con desprecio. Sonreí porque ella ya lo había decidido.

-No, no,no señorita Amarah no puede decirle eso a su futuro esposo, tiene que practicar la tolerancia... Al menos en público - el abogado musitó con angustia. Mi madre suspiró.

-Practica la tolerancia, escucha con atención -Bromee. Ella enfureció aún más. Pero mantuvo la calma.

- Hagámoslo - suspiró derrotada mientras volvía a su silla.

-Que Dios interceda por ustedes...no quiero tener que ir a verlos en la cárcel...- mi madre musito llevándose las manos a la cabeza. Estaba angustiada... Evidentemente yo también.

Convencer a migración no sería difícil, pero convencer al sargento Spencer, sería más que complicado. Menos después de todo lo que pasó cuando perdí la cabeza por Leah...

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Amarah.

Vi con angústia la hoja con la hora y la fecha de la boda marcada en el registro...

-¿Esto es mañana? Nadie nos va a creer - musité con angustia mientas caminábamos al auto.

- Si nos van a creer... Nos casaremos porque volveré a Afganistán- mi corazón se detuvo y sentir la sangre correrme por la cabeza.