-Prologo- ¿Un inicio o un Final?

La nieve cayendo, el frio viento soplando su brisa. A lo lejos se nos muestra a dos figuras siniestras, uno era un hombre alto vistiendo un kimono tradicional y empuñando su katana, su figura era imponente pero se le mostraba tranquilo, al frente de él se encontraba una figura que se podía distinguir con un pelo rosado y largo, estaba arrodillado y agonizando, él estaba herido de gravedad.

—¿Es en serio que esto va a acabar así?— dijo la figura arrodillada en la nieve, el tono de voz era apagada, él estaba al borde de la muerte.

—Fuiste tú el que inicio todo esto, deberías estar satisfecho, ¿no es así?— Habló la figura que empuñaba la katana, a él se le notaba enojado, sin más el samurái guarda la katana en su funda y procede a dar la vuelta, dejando a la figura arrodillada atrás.

—Jeje, ¿siempre fue este tu cometido? Tuvo que serlo, a final de cuentas, así es nuestra naturaleza...— Dijo el hombre arrodillado, esas eran sus últimas palabras, sin más este se desploma en el piso y así, termina su vida.

—¡Oh, esa historia si me pareció interesante!— Dice la voz de una niña pequeña, ella es Charlotte.

Mostrándonos que solo era un cuento contado por su padre —¿Verdad que si? Hija. — Dice el padre mostrándose, él es un hombre alto, con pelo blanco largo hasta sus hombros y viste de una manera bastante elegante, al parecer él es un hombre bastante joven para ser padre. Su nombre, Henry.

—Deja de contarles ese tipo de historias a los niños, ¡por favor!— Exclama una voz femenina llegando a la habitación, era la esposa de Henry, Escarlett, y madre de esa niña. 

—Oh, vamos, solo es un cuento...— Dice Henry, llevándole la contraria a su esposa, obviamente jugando con ella. 

—Si... Claro.— Dice Escarlett, ya cansada.

La familia baja hacia el comedor, y ahí se encontraba un joven, él es el primer hijo de Henry y Escarlett.

—¡Se demoran mucho! La comida ya está fría.— Dice el primer hijo, su nombre es Ethan. Esta es una familia de elfos, los cuales decidieron camuflarse como humanos por los inminentes ataques hacia su raza. A pesar de que los elfos sean poderosos, los humanos crearon inventos para contrarrestar su magia.

Esta familia tiene diferentes habilidades élficas de diferente rango y color, Henry, el cual tiene la habilidad de color blanco. Lamentablemente su hijo Ethan todavía no descubre su habilidad, ni tampoco sabe que la tiene, por eso estudia en su casa, ya que, como la familia se camufla de humanos, a Ethan se le considera que no tiene la suficiente mana como para aprender magia.

—¿Ya estas lista para irnos? Hija— Dice Henry colocándose su chaqueta dirigiéndose hacia la puerta de la casa 

—¡Sí!— Responde Charlotte

— ¡No puedo esperar para conocer la academia de magia!— Dice la pequeña niña emocionada lista para acompañar a su padre hacia la academia.

Henry abre la puerta, la nieve está cayendo, esto le hace recordar al cuento que le estaba contando a su hija hacia solo unos momentos. Henry sale cargando a su hija y dirigiéndose hacia su auto, un auto antiguo pero aun es eficiente. Henry al tener la habilidad de color blanco puede usar su dimensión de bolsillo para ir más rápido, pero esto lo haría llamar mucho la atención.

Ya en el auto, Henry con Charlotte se dirigen hacia la academia, su hija tiene la habilidad de procrear la vida, pero como son ¨Humanos¨ no lo pueden mostrar —Sabes Charlotte? A ti te vendría bien la magia curativa ya que para ti, sería más fácil de usar y perfeccionar— Dice Henry hacia su hija, tratando de motivarla.

—¿Por qué no puedo usar mi habilidad papá?— Dice Charlotte, ya que ella no entiende por qué su familia no puede mostrar que son elfos. 

—Sabes que eso lamentablemente es imposible hija... Hay que mantenernos al margen de humanos y así evitarnos problemas ¿sí?— Dice Henry. La niña asiente con la cabeza, ella confía plenamente en su padre, así que hace todo lo que él dice.

En camino hacia la academia, la carretera llena de nieve en medio de esta se muestra que la carretera está más vacía que de costumbre, no se puede ver a tantas personas, una que otra pero lo intrigante era que parecía que todos miraban en dirección del auto lo cual Henry ignora y sigue en su camino con su hija hacia la academia.