Otra oportunidad para el amor

20

Cuando terminamos de cenar, todos se reúnen en el salón para jugar a juegos de mesa y tomar unas copas     

Cuando terminamos de cenar, todos se reúnen en el salón para jugar a juegos de mesa y tomar unas copas. Yo me quedo en el comedor y ayudo a mi madre a recoger la comida y los platos sucios que hay en la mesa.

Mis primos se acercan a mí, aprovechando que mi madre acaba de entrar en la cocina, y crean una barrera entre los dos para que no pueda irme.

—Primita cuanto tiempo —ríe diabólicamente Brittany.

Ella es la primera que se acerca a abrazarme. Por un momento pienso que no va a hacer nada malo pero cuando su copa de vino acaba sobre mi vestido elimino totalmente ese pensamiento.

Al ver mi expresión de sorpresa Peter aparta a su hermana de mí, dejándome vía libre para ir al baño. Intento avanzar al baño pero caigo al suelo resbalándose con el vino que se ha caído al suelo. Me levantó y paso por el salón ganándome la atención de todos. Primero me miran perplejos y después se ríen.

—Se parece a Carrie —ríe mi abuela.

—Yo también te quiero abuela —susurro.

Subo las escaleras, me encierro en el baño y echo el cerrojo. Me quitó el vestido, cojo una toalla para tapar mi cuerpo y voy a mi habitación. Cierro la puerta y me cambio. Me pongo una sudadera y unos pantalones de chándal, lo único que me queda limpio.

Tomo entre mis brazos la caja de ropa, la muevo al escenario y la dejo en el fondo

Tomo entre mis brazos la caja de ropa, la muevo al escenario y la dejo en el fondo. Ya que iba a ser la única que ayudaría con todo el atrezo me negué a trabajar mientras que el grupo de teatro ensayaba, pero ni siquiera escucharon mi petición.

Cojo la escalera y la pongo delante del cartón, hoy me toca pintar una playa. Siempre se me ha dado genial el dibujo y por eso me ofrecí también a pintar el decorado de la obra. Me he puesto un mono vaquero y una camiseta vieja de cuadros por si me mancho de pintura.

Cojo el bote de pintura azul y empiezo a pintar el mar. El grupo de teatro empieza a ensayar la primera canción, van a representar Grease con las mismas canciones pero más modernizadas. El instrumental de Greased lightning comienza a sonar y todos los chicos empiezan a cantar encima de un coche viejo. Terminan de cantar y las chicas empiezan a cantar su parte.

Al final de la tarde he conseguido terminar el atrezo de la playa. Recojo todo y camino a la cafetería, me compro un refresco y una bolsa de patatas. Cuando regreso a mi habitación tiro la bolsa y la lata vacía a la basura. Cojo mi neceser y me dirigió al baño.

Entro en la ducha, cierro la cortina y comienzo a enjabonar mi cuerpo. Inconscientemente empiezo a cantar la canción que escuché antes en el teatro. Me seco el pelo y regreso a la habitación. Cojo el ordenador y me tumbo en la cama. Tengo un mensaje de correo electrónico, me lo envía la madre de Trevor.

Sé que si abro el mensaje es volver al pasado pero no paro de pensar en que puede ser algo importante y que no tengo que dejarlo pasar.

Abro el correo y leo atentamente.

Abro el correo y leo atentamente        

 

Aquel lugar, nunca podría olvidarme de él. Allí fue donde me llevó en nuestra primera cita.

Trevor baja del coche y escucho desde mi asiento como lo rodea para llegar a mi puerta

Trevor baja del coche y escucho desde mi asiento como lo rodea para llegar a mi puerta. Cuando poso mis pies en el suelo, coge mi mano y me guía hacia el lugar. No puedo ver nada porque ha decidido taparme los ojos con un pañuelo, según él porque quiere sorprenderme.

—Ya hemos llegado —dice mientras me quita el pañuelo.

Abro los ojos lentamente y suelto un grito de emoción al observar la pequeña cascada que hay enfrente de mí. Trevor deja la cesta de mimbre en el suelo, extiende una manta y nos sentamos sobre ella. Saca dos latas de refresco y dos sándwiches de la cesta y me da uno de cada. Están tan buenos que no tardamos nada en terminarnos los sándwiches.

—¿Quieres bañarte? —le sugiero.

—No sé... —gruñe y se tumba en la manta.

Sabe que puedo llegar a ser muy convincente y por eso está jugando conmigo. Me levanto y comienzo a quitarme la ropa.

—¿Qué haces? —puedo notar lo nervioso que le pongo simplemente con su voz.

—Bañarme.

Mi quito toda la ropa y quedo completamente desnuda. Corro al agua y me metió lentamente jugando más con él. Miró hacia atrás y compruebo que, efectivamente, él tiene la mirada fijada en mí.




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