*Pasado* (a los 4 años)
—Mami. ¿Por qué debo dormir sola?
—Porque ya eres una niña grande, mereces tener tu espacio, además, podrás decorar tu habitación de la forma que quieras.
—¿Y si tengo pesadillas, quién me abrazará en las noches?
—No te preocupes cariño, siempre tendrás un lado en nuestra cama junto a tu padre. Ningún monstruo dañará a nuestra niña.
*Pasado (a los 14 años)
— ¡Mami! ¡Mami! ¡Despierta!
—Cariño, ¿Otra pesadilla?
Mis ojos llenos de lágrimas fueron respuesta suficiente.
—No te preocupes, acuéstate a mi lado como cuando eras una niña.
— ¡Todavía soy una niña, mamá!
—Tu siempre serás mi niña.