Peter mira la cafetera recargado sobre la encimera, mordiendo su labio con una mezcla de nerviosismo e incredulidad. Se había escurrido del cuarto cuando el ataque de pánico lo hizo empezar a hiperventilar y ahora esperaba que la cafeína —sabiendo de sobra los errores básicos en sus expectativas— lo calmara.
Ok. Había follado con un hombre.
Con el hombre.
Y le encantó.
Empuja la mano sobre sus mejillas y las aprieta muerto de vergüenza. Oh, joder. Y cómo le gustó.
Lo peor no era todo esto, esto era bueno. Más, dado que Tony pareció disfrutarlo. Lo malo es que de alguna forma su simbionte se le metió a Tony y le dejó ver todas sus emociones.
«Gracias por eso» dice internamente. Escucha al simbionte reírse de él y lo empuja mentalmente «Eso es traición, ¿sabes?»
—Pito Parker Marica complacido.
Imposible rebatir eso. Peter vomitaba plenitud. Estaba descansando, se sentía muy saciado y suponía que no era solo cosa de Tony y... y lo que... su abdomen se tensa y se estremece ante el recuerdo.
Sonríe de lado y se suelta el rostro. Bien. Ya. O se calma o sube a ver qué consigue de ese hombre desnudo en la cama y es hora de pensar en lo que vine para él. Tampoco puede perder el día en eso. Aunque, aunque, aunque, suena tentador.
Venom no se molesta en darle ni una mínima orden. Peter lo agradece. En el fondo, no le gusta para nada que este tan presente cuando está en cosas íntimas con Tony. Le molesta en sobre manera que siempre esté con la nariz por ahí. No hace grandes alborotos, porque a la fecha, sí que resultó útil. Pero sinceramente espera que a partir de ahora ya no lo necesite.
Otra vez la risita socarrona resuena y se la sacude. Al final, todos allí le pueden volver locos los nervios con sus escenas de celos y Peter se tiene que calmar. ¡El colmo!
El pitido de la máquina le hace chirriar los dientes y se tiene que apurar a servir su café, a riesgo de que Venom se la vuele en mil pedazos.
—Contrólate. —se queja, casi quemándose con el café que se derrama fuera de su taza— Ahora vamos a estar juntos, así que intenta mantener esto bien. ¿Sí?
—Ruido.
—Si bueno, las cosas hacen ruido en este planeta. Deberías haberlo pensando mejor cuando viniste. —dice, chasqueando la lengua con fastidió.
Toma uno de los paños de cocina y limpia el regadero de café derramado. El papel se desintegra parcialmente y Peter ve con asco su mano medio húmeda, medio quemada. «Dios, yo solo quería un café», se queja ofuscado.
—Venom no venir al planeta.
Peter se quedó congelado al oírlo y bajo la vista al centro de su pecho.
«¿Te trajeron?» pregunta sorprendido.
—Espero que una sea para mí.
La voz de Tony lo hace saltar hacia atrás y cuando la taza se le resbala de entre los dedos, una mano negra le sale del pecho y la sujeta evitando que se vaya al piso.
Tony y Peter se quedan mirándola. Peter con un suspiro entre los labios, con el corazón martillando a cien mil por hora y los nervios vueltos un nudo; Tony con una sonrisa traviesa, complacido a los reflejos mejorados de Venom.
—Bueno chico, que reflejos. —sonríe— Veo que las cosas están mejor por casa.
Peter boquea. Cómo pez fuera del agua. Tony luce... luce una sonrisa. Joder acaso ¿resplandece?
Venom se contraen en su interior, aparentemente fastidiado con él por su encandilamiento, pero puta madre...
Tony ladea la cabeza, lo mira juntando las cejas, examinándolo con una sonrisa ladina que le vuelve imposible respirar. Luce tan joven, tan relajado y... ¿sensual? no es que vistiera diferente a como acostumbra. Pantalones holgados y una camisera bastante entallada que marca sus fuertes y tonifi-
—Tomaré está. —le dice sacándole la taza a Venom— Entonces... Qué dices, ¿amigos? —ofrece mientras que, con la otra mano, Peter nota, hace un puño y lo choca con la mano de Venom que seguía abierta y ya sin la taza.
Peter contiene el aire y no sabe que esperar. Dentro suyo Venom es un pequeño caos indeciso sobre si Tony es amigo o enemigo. Venom sabe que es algo que Peter quiere, pero no está seguro que sea bueno, lo cual empieza a hacer que le dé migraña.
—Tomaré eso como un sí grandulón. Buenos días, Peter. —sonríe dándole un sorbo a la taza, arqueando las cejas complacido al probarlo.
Peter siente que se le queda atascada la lengua contra el paladar y solo asiente moviendo un poco la mano como saludo.
—Buenos días a ti también. —añade inclinándose en una pequeña reverencia y Venom, a diferencia de Peter que siente que se caen los calzones, solo estudia a Tony con detenimiento— Sé que hablas, es una falta de respeto no saludar. —añade encogiéndose de hombros, haciendo que Peter se relaje visiblemente, pues creyó por error que hablaba con él.
Volteando para ir al lado opuesto de la barra, Tony lo mira y sonríe un poco más, posando la vista a unos centímetros de él.
—En especial cuando yo pago lo que decides tragar. —puntualiza, señalando la caja volcada y vacía de cereales que se engulló mientras decidía si tomaba café o un té.
Peter se queda boqueando como idiota y Tony arrima una de las sillas altas para sentarse mirándolo.
—Sé el efecto que causa mi rostro en la gente, pero esto se siente un poco extremo. —se mofa tomando un sorbo casual del café y Venom en su interior lo cachetea.
Da un respingo y se vuelve. No es solo su rostro el que se sonroja, es todo su cuerpo.
«Gracias»
—Nos haces ver idiota. —se queja molesto el simbionte.
«Oh, es que Dios... ¿Tu viste lo que es?» gime descompuesto.
Los recuerdos de la noche anterior lo asaltan y atormentando coge otra taza.
Venom suspira y Peter siente algo parecido a la satisfacción. Incluso el simbionte obtiene un castigo razonable al obtener lo que se pide. Él quería que Peter fuera la pareja de Tony. Ahí las consecuencias.
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Editado: 13.07.2021