El truco es confiar

Bien, recapitulemos un poco:

A los quince, lo picó una araña radioactiva.

Automáticamente, la jodió. La jodió como nunca más podría joderla.

A los quince y poco más, su héroe de la infancia tocó su puerta y lo sacó del país para luchar con más de sus héroes de la infancia.

Peter realmente le saco el escudo al mismísimo Capitán América, pateó un par de traseros y pese a que volvió con un par de golpes, llegó entero.

Nada más pasar eso, la jodió.

La jodió otro poco.

Realmente la jodió mucho luego.

Tony lo dejó sin su traje.

Se deprimió.

Salvó el día demostrándole a todos (incluido él mismo) que su fuerza estaba más allá de un traje de Spandex.

Su héroe le ofreció un puesto en los vengadores.

Peter realmente se arrepiente al confesar que lo rechazó.

Termina el colegio.

Se mete en un problema gordo, pero sale invicto.

Tony hace una fiesta para celebrar su entrada a la universidad.

Consigue con éxito arruinar su relación con MJ.

Empieza una pasantía verdadera en Stark Industrias.

La jode otro poco. Esta vez de una forma más épica.

Se las arregla para conseguir una pareja en la Universidad.

También la jode ese año.

También jode lo suyo con Gwen.

Tony lo increpa sobre su futuro académico. Peter no sabe qué decir y solo finge que no lo escucha cuando le ofrece un trabajo más formal.

Harry y él planean abrir la empresa que hará que Tony esté orgulloso de él.

Tony lo recoge en la universidad y Peter por un nanosegundo se pregunta si la volvió a joder.

Tony lo necesita.

Peter realmente la jode.

Lo secuestran.

Lo torturan.

Tony vuelve a salvarlo.

Descubre a Venom.

Mata dos personas.

Pasa la humillación de su vida.

No la jode, pero por poco.

Venom decide tener a Tony.

Bien. La cosa se jode sola esa vez.

La jode y se va de fiesta.

Tony lo besa en un tejado de la forma más extrañamente romántica del mundo mundial.

Tony lo rechaza. OBVIO.

Venom enloquece.

Tony ya no lo rechaza.

Peter descubre que es algo como Tony-Sexual.

Se intenta separar de Venom.

Obvio que la cosa se jode.

Para variar, la mejor noche de su vida le sigue. Y no. Peter, creíble o no, no la jode.

Tener sexo con Tony podría postularse en una de las maravillas del mundo.

No va a permitirlo, pero es increíble a ese nivel.

Se está muriendo. Como básicamente siempre pasa con él cuando todo parece ir bien.

Tony le suelta la bomba de que se tiene que convertir en un asesino.

Obvio que Peter la jode.

Se disculpa, o no, no fue muy claro eso.

Tony lo arrastra a su futura nueva sala de entrenamiento.

Osea, con esto dicho, es justo decir que Peter no está acostumbrado a los períodos de calma.

Realmente su vida en el último tiempo fue tan rara, tan inexplicable que en ese momento, donde no está pasando nada no sabe cómo sentirse. Realmente lleva años subiendo y bajando, pero ahora... ahora la calma y la estabilidad le generan ansiedad.

Su vida entró en una rutina práctica y para nada monótona, no se queja, pero es tan raro... A veces, sin necesidad alguna, chequea sobre su hombro. Siente que la paranoica forma de rascarse y buscar ojos entre las paredes volver y su cabeza doler.

Se calma cuando Tony entra, cuando Rhodes llega o Happy le alcanza algo de beber. Pero en general está muy alerta.

De nuevo, no se queja. Es... es raro, pero agradable. No hay sobresaltos, no hay ataques sorpresa. Venom se comporta... Es raro.

Desayuna como para cuatro personas, Tony le hace tres transfusiones de sangre, mientras que le informa que no está sirviendo para nada y, de paso, le recuerda que debe dejar de jugar y salir a alimentar a Venom. Peter le recuerda que aún no está crítico y que quiere hacer eso a su forma.

Luego de eso, no se ven por un par de horas.

Tony siempre se va cuando él usa la palabra crítico. Peter tiene falla hepática y dolores. Peter sí está mal, pero no crítico. Sabe que se le agota el tiempo, pero es un poco mentirse decir que no lo hará. El punto es que no está listo. Venom pacto esperar y solo porque Peter le deja hacer lo quiera en las horas de entrenamiento. Cosa que sigue en la lista.

Entrena como cinco horas al día y ni una sola a lo largo de esas semanas fue aburrida.

La Legión de Hierro es una... es una locura.

La primera semana Peter terminó cada día en la enfermería. A lo largo de la segunda semana, la cosa mejoró notoriamente y desde hacía tres días no pisaba ese hala de la sede.

Tony a veces supervisa los entrenamientos. A veces lo hacía Rhodes y últimamente, con él, venía Happy. Y ese, fue el gran cambio de los últimos días. Tony abrió la sede. Había un flujo más que decente de gente y lentamente, Peter empezó a relacionarse con ellos.

El técnico con el que fue grosero ya no tenía reparos al saludarlo cada mañana y Peter —realmente apenado por su exabrupto— le había firmado de todo para su hijo y hasta le regaló una muñequera. El hombre no sabía cómo decirle que, pese al honor que implicaba, no podía darle eso al chico. Peter dejó que el hombre la use hasta vaciar las cargas que aún había en ellas y la firmó también.

La gente era amable, pero era extraño que nadie le dijera por su nombre. Todos sabían quien era, más no a la vez. Rhodes insistía en que no lo piense y lo ponía a entrenar.

Happy iba y, básicamente, se quedaba por allí jugando con armas y algunas armaduras. Peter lo pilló intentando meterse dentro de una de las más robustas. Quiso decirle que no iba a poder, pero lamentablemente atrajo la atención de Rhodes con su grito y el pobre de Happy no subió más por allí desde que las bromas tomaron un caris más cruel.

Ese era maso menos el intervalo raro de tiempo y calma estaba. Allí, parado con la ropa oficial que Tony le dio para entrenar: un pantalón y una sudadera cómoda, holgada y de un material que él no sabría determinar, se sentía entre contento y aburrido.