Lunes
La alarma se encontraba sonando como loca, ocasionando que despertara de manera brusca.
Miré la hora, y un bostezo de pereza surgió; me levanté y me dediqué a arreglarme para asistir mi primera clase de la mañana: Química de los alimentos.
—Y, para la siguiente clase quiero que me investiguen qué es el agua. Cuál es su estructura, y por qué se encuentra en los alimentos.
La clase había terminado, y me encontraba guardando todo en la mochila.
La siguiente clase era física, y Elle no había podido venir por culpa de una muy contagiosa gripe, así que me tocaría ir a ver clases con un montón de desconocidos completamente sola.
Me dediqué a cruzar el patio del sector de química hasta el sector de mecánica, ya que ahí se encontraban los laboratorios de física.
Busqué el laboratorio correspondiente, y mi impresión no era la mejor: El pequeño salón se encontraba, en su mayoría, lleno de estudiantes de primer semestre y uno que otro de semestres más avanzados.
Lamentablemente ningún estudiante de semestre avanzado se me hizo conocido, salvo por alguien...
No podía ser.
Por mi ardua observación al chico de ojos rasgados estos días, pude apreciar que casi siempre se encontraba junto a un chico, el cual podría etiquetar como su mejor amigo.
¡Y miren qué pequeño es el mundo! ¿O quizás era el destino?
Aquel chico que había visto junto al chico de ojos rasgados se encontraba sentado en primera fila.
Internamente sonreí.
Quizás si me hago amiga de él, por orden de las cosas, algún día conozca a mi chico objetivo.
Entré, y me ubiqué a unos cuantos asientos detrás de él.
Que divertida podía ser la vida a veces.