P E Ó N [ #1 - Los Fugitivos ]

Prólogo

Mientras la nieve se veía caer por la ventana, un grupo de niños se sentaban alrededor de un anciano de cabellos blancos. Su edad debería estar rondando los 70 años de edad. Había vivido una buena vida, sin duda.

–¿Conocen esta historia sobre la tierra? –preguntó el anciano mientras se balanceaba en su mecedora favorita.

Los niños se mostraban atentos a las palabras del anciano, así que no dudaron en responder a ellas con un contundente “no”.

Estaban en medio de una reunión familiar. La familia de aquél anciano se había juntado para pasar las fiestas después de mucho tiempo. Esa parecía ser la última navidad que pasarían juntos todos, ya que, el abuelo no viviría mucho tiempo más.

Todo había comenzado porque uno de los nietos del hombre había mencionado algo que había sucedido hacía muchos años atrás. Él había mencionado el “Preludio”. Una calamidad que había azotado a la tierra.

En el instante en que el abuelo escuchó esa palabra, reunió a los nietos y a sus hijos en la sala. Había algo que él quería decirles. Su familia se reunió. En parte motivada por la curiosidad de las palabras del anciano, y otra parte, para cumplir las últimas voluntades del hombre.

Los más chicos estaban sentados en cojines que habían estado en los sillones hacía unos momentos. Nadie se molestaría por que los usasen en el suelo. Los más grandes, trajeron sillas y se sentaron cerca del círculo de los chicos. Los hijos e hijas con sus respectivas parejas se agruparon en los sillones. La abuela también llegó al lugar. Ella sabía que esto pasaría alguna vez.

Ya que todos estaban en su lugar, el hombre comenzó su historia de esta manera.

–Esta es una historia que se ha transmitido oralmente de generación en generación, desde hacía mucho tiempo atrás. Esta dice más o menos así.

*****

Hace muchos, tal vez cientos de años, el mundo estaba sumido en un caos total. No hay manera de describir con certeza la situación que se estaba viviendo por todos los lugares. Era simplemente una completa locura.

Una guerra se estaba llevando a cabo en el planeta. Era como una batalla campal. En otros términos, era como jugar un Deathmach entre todos los pobladores del mundo.

Las casas eran destruidas a cada minuto por bombas, las cuales eran soltadas indiscriminadamente por todos los lugares posibles, tratando de hacer el mayor daño posible al enemigo, sin importar si alguna de estas caía accidentalmente en su territorio.

Cientos, no, miles de personas estaban muriendo diariamente. Los hospitales estaban abarrotados de personas de todo tipo, las cuales morían tan solo unos minutos u horas después de que llegasen a este lugar, ya sea porque sus heridas no eran bien tratadas o ya no pudiesen hacer nada por salvar su vida.

Algunos de estos lugares fueron alcanzados por las bombas lanzadas por otros países, eliminando a todos los que estaban adentro.

En tan solo 4 meses, la población mundial había caído drásticamente. De los casi 6 mil millones de habitantes que había, tan solo quedaban cerca de 140 millones, entre los cuales, 10 millones eran soldados luchando entre ellos.

No había una manera que te asegurara el poder sobrevivir el minuto siguiente en el mundo. Este se estaba destruyendo así mismo con cada minuto que pasaba.

Era como si el fin del mundo estuviese ocurriendo en ese preciso momento, aunque, todo esto era producto de los hombres. Éramos los culpables de esta situación.

Nos habíamos condenado a nosotros mismos a morir debido a nuestra falta de comprensión hacia los demás. Después de todo, nosotros, los seres humanos, las personas, somos seres que dañamos a los demás para nuestro propio beneficio.

Aunque, no está de más mencionar que la guerra había comenzado entre dos países que se peleaban el derecho de extraer agua de un lago, el cual estaba a menos de la mitad de su nivel normal.

La contaminación en el planeta hacía que la naturaleza se deteriorase rápidamente. Cientos de kilos de basura tapaban los ríos. El agua de la mayoría de estos no era apta para el consumo humano, ya que estaban llenas de químicos soltados por las fábricas que se ubicaban río arriba.

La calidad del aire no era muy diferente a la del agua, ya que, con tan solo respirar 5 minutos el aire del exterior, morirías o tendrías enfermedades pulmonares dignas de un experimentado fumador, por lo cual, todos en el mundo usaban una especie de filtro personal.

Pero, aunque todo esto estaba sucediendo antes del inicio de la guerra, no había ningún esfuerzo para cambiar los hábitos de vida en nuestro planeta.

Entonces, fue cuando todo esto inició. A partir de esta guerra hubo comenzado, la calidad del aire empeoró aún más, por lo que una simple bocanada de aire te mataría en menos de lo que piensas. Literalmente, la muerte estaba en el aire.

Ante esos sucesos, podríamos decir que la tierra estaba en sus últimos días. Aunado a eso, cada vez eran usadas armas más fuertes por los ejércitos, las cuales tenía un impacto al ambiente mayor al que tuvo Chernóbil en su momento, era como si cientos de bombas con el poder destructivo de Chernóbil explotasen a cada rato en el mundo, haciendo inhabitable esa zona del planeta.



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En el texto hay: clasessociales, combates, apuestas

Editado: 16.08.2020

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